El peligro ahora no
solo se concentra en las multitudes, sino que está al lado nuestro, descargando
el golpe
El peligro está en
todas partes y 2015 fue el año en que el terrorismo cruzó todos los límites y
nos cambió para siempre nuestras vidas.
Los ataques del 11 de
septiembre del 2001 echaron las bases del terrorismo, pero fue el 2015 el año en que los enemigos de la
civilización, especialmente los del Estado Islámico, cimentaron el terror y el
caos en el mundo.
Los sitios de aglomeración de masas como son los
estadios, centros comerciales, metros, salas de conciertos y otros lugares
públicos, fueron blancos de los ataques. Las masacres en París mostraron dolorosamente, lo que los terroristas podían
llegar a hacer...
Las barbaridades
y crueldad del Estado Islámico
han horrorizado al mundo y los países aliados de Occidente llevan a cabo
una ofensiva unida contra los sitios centro de la organización.
La amenaza del terrorismo ha hecho suspender muchos
festejos navideños y de fin de año, ante el temor de los gobiernos de que
ocurran nuevos ataques.
Pero, el enemigo que hoy nos amenaza no solo está
en el terrorismo que proyecta ISIS, sino que ataca dentro de nuestro mismo
pueblo, asaltando a sus propios conciudadanos.
Venezuela, ha sido calificada como el país más
peligroso de América Latina y el mundo, debido a los ataques del hampa, que no
solo roba sino que también se apodera de
las vidas de los que asalta.
Con el aumento de la criminalidad ha surgido
también con mayor fuerza el delincuente de barrio, que ya no tima a los
ancianos solamente, sino que ha avanzado para atacar, mediante el timo,
nuestros más profundos sentimientos, a través de nuestros seres queridos.
El cruel engaño se hace a través de llamadas
telefónicas, "alertando que ha ocurrido un accidente" y se debe
enviar una gruesa suma de dinero o el familiar es asesinado.
Puede ser un hombre o una mujer, que se hace pasar
por el secuestrado y que grita auxilio... y se hace imposible reconocerlo entre
los sollozos...
La escena ocurre en Miami, Los Angeles, Nueva York
y Santiago de Chile.
Estos actos son conocidos por parte de los agentes
del orden, que nada puede hacer porque el delito no está "tipificado"
en las planillas de sus cuarteles policiales.
Los delincuentes ya no arrebatan carteras o asaltan
vehículos en los semáforos, ahora han ideado golpear donde más duele y se
pueden aprovechar hábilmente del amor que sentimos por nuestros seres queridos.
Por todo esto, el mal sigue ganando espacio y hace que el mundo sea cada vez más peligroso.
Angelica Mora
angelicamorabeals@yahoo.com
@copihueblanco
Nueva York - Estado
Unidos
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