Vamos a imaginarnos
que el país es una gran orquesta y que vamos a tocar la Sinfonía para reducir
la pobreza, una partitura complicada que implica mucha coordinación y una
excelente dirección, el nombre de la pieza traduce la intención del compositor
quien es un realista, que no anda predicando la eliminación de la pobreza, eso
es un sueño, una utopía, la pobreza siempre existirá- explica el autor- aún si
lográramos elevar la calidad de vida de todos, siempre habrá alguien quien
reciba menos, o le falte algo, estadísticamente siempre habrá pobres.
Lo primero que debe
hacer el director es asegurarse que todas sus secciones están presentes y que
tienen la misma partitura, es decir que la música está escrita sobre una
economía de mercado, que es la que tenemos y conocemos, esto es importante,
porque si la música está escrita sobre otra economía, llámese de trueque, de
recolección, caza y pesca, socialista o comunitaria entonces tenemos un
problema básico, la orquesta no puede ni siquiera arrancar, ya que nadie conoce
la partitura.
Según la experiencia
de otras orquestas que han intentado tocar la sinfonía sobre otro tipo de
sistema económico siempre han terminado en confusiones, perdida de interés y
conflictos insalvables, pero si la economía es de mercado, se trata de
anotaciones que tienen mucho tiempo escritas, que todo el mundo sabe cómo
leerlas y en la cual no hay que inventar mucho, todo el mundo se la conoce así
no esté de acuerdo con ella.
Luego tenemos que
percatarnos que la orquesta está compuesta de diferentes grupos, especializados
en sus instrumentos y que cada uno sabe ejecutarlos, por un lado tenemos la
sección de Políticas Públicas, que es la parte del Gobierno que legisla y hace
posible que todos llevemos el mismo ritmo, allí existen los grandes
instrumentos que son las leyes orgánicas, los medianos instrumentos que son
reglamentos y los pequeños instrumentos que son decretos y ordenanzas con los
que se endereza la carga durante la ejecución.
Lo importante de esta
sección es que están siempre atentos a las necesidades de orden de toda la
orquesta y que sus productos sean claros y sensatos, que tomen en cuenta a
todas las demás secciones, al director y el fin último de la partitura, pero
por sobre todo, que tenga la agilidad de cambiar cuando sea necesario.
Tenemos luego a la
sección de los Programas Sociales, que en este caso, van a cargar con el mayor
peso de la obra, son instrumentos especializados en llevar alivio inmediato a
los sectores más vulnerables de la sociedad, es el vínculo más efectivo entre
el Gobierno y las clases pobres, son los encargados de la salud, la
alimentación, la educación, el orden público y satisfacer necesidades
primarias. Son músicos ágiles, bien dotados y que deben estar presentes donde
se les necesita, donde hay problemas, donde la música no llega.
En la segunda fila de
esta sección de Programas Sociales se sientan los planes de dotación,
instrucción y mejoramiento de calidad de vida, aquí hay músicos del Gobierno y
de las organizaciones civiles, su labor toma más tiempo y cuidado, ya que deben
atender al hombre y su entorno, darles instrucción, dotarlo de posibilidades y
herramientas, hacerlo partícipe de los cambios necesarios, organizar las
comunidades, elaborar el mapa de necesidades y lo más importante, darles oportunidades
de trabajar por una remuneración que les permita sostenerse por sus propios
medios.
La tercera sección es
la de la empresa privada, un grupo muy especializado de instrumentistas y que
sólo saben hacer una cosa, producir y generar ganancias, de las cosas positivas
que esta sección genera, es el empleo, que es la base fundamental para atender
la pobreza e ir reduciéndola, pero hay que tener mucho cuidado con este grupo,
en una economía de mercado estos músicos se enfrentan a una competencia entre ellos
y músicos de otras orquestas, sólo los mejores triunfan en el oficio, el
director de la orquesta es el primer interesado en que sean sus músicos, los
que prevalezcan en esta competencia, por lo que debe ayudarlos a ser los
mejores, a que hagan negocios, a que abran fábricas y negocios productivos, que
tengan financiamiento, reglas claras y sus productos y servicios se vendan,
mientras más hagan esto, más empleo y riqueza se generarán y más pobres dejarán
de ser pobres.
El problema con esta
Sinfonía para reducir la pobreza, es que hay directores que no soportan a la
sección de empresas privadas, los consideras unos egoístas y unos oportunistas,
algunos hasta los culpan del problema de la pobreza, de esta visión negativa
surgen enfrentamientos que, si el director no los atiende, hacen que la
Sinfonía termine en un desastre y hasta en golpes y mordiscos.
Pero un buen director
entiende a sus grupos, trata de llevarlos de la mano hacia el orden y la
armonía, les da facilidades, los premia y castiga cuando es necesario, lo
principal, no los confunde asignándoles tareas que no les corresponde, no los
obliga a ejecutar instrumentos y partituras que no saben ni quieren tocar, pero
de todas sus responsabilidades la principal es hacer respetar la propiedad
privada que es la base de la economía de mercado.
Si el director tiene
buena intenciones, si realmente quiere combatir la pobreza, tiene que renunciar
a sus propios gustos, porque es probable que el director lo que quiera es tocar
merengue o un chachachá, pero si es la Sinfonía para reducir la pobreza, tiene
que fajarse y hacer que la orquesta funcione con ese fin.
Hay una cuarta
sección en la orquesta y son los entes multilaterales, un grupo de músicos, la
mayoría extranjeros, de gran experiencia en este tipo de partitura y que tocan
instrumentos poderosos de los que sale el financiamiento y otros recursos para
la ejecución de la obra, ellos son los primeros en enterarse cuando la
partitura es mal ejecutada o la orquesta se sale de tiempo, o cuando un
director es incapaz de ejecutar la Sinfonía, son los expertos en los grandes
números, lo peor que un director puede hacer con esta sección es pelearse con
ellos o llamarlos mata-tigres.
La última y no menos
importante sección de la orquesta es la sociedad civil, es la más grande y
variada de las partes, también la más desordenada, hay que dedicarle mucho
tiempo, cariño y paciencia, pero una vez que se mete en la sinfonía y toma la
melodía, suena tan hermoso y sublime que finalmente, sin que nadie se los diga,
llevan a la obra a su término entre el aplauso del mundo.
La sociedad civil es
la más interesada en reducir la pobreza, porque les da seguridad, porque
mientras la pobreza sea controlada a un mínimo, habrá prosperidad y paz social,
lo que es bueno para que la Sinfonía en su conjunto funcione y todos la podamos
disfrutar.
Sólo involucrando a
toda la orquesta se puede tener éxito, sólo con una economía de mercado sana,
pujante y creativa se puede hacer música. -
Saul Godoy Gomez
saulgodoy@gmail.com
@godoy_saul
Miranda - Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario