jueves, 7 de enero de 2016

ALBERTO JIMÉNEZ URE, LUXFERO BENDIGA A QUIENES FUMIGARÁN LAS EXCRETAS DEL IMPUTABLE «GOBIERNO TERRORISTA VENEZOLANO»

«Algunos piensan que Luxfero es el Demonio, empero, sostengo lo difaman por lógicamente temerle. Lo conozco de trato y comunicación: y, cada vez que me convida platicar, sólo lleva una luz mediante la cual ilumina ese túnel que juntos recorremos en busca de sátrapas a la Humanidad lesivas»
El «Jerarcariado Corrupto» del «Gobierno Terrorista Venezolano» no tuvo que mirar muchas películas sobre la vida de afamados mafiosos para imitarlos, porque cada persona nace con algún talento (torcido o no) que rápidamente desarrollará para exhibirlo. A edad temprana, nuestros írritos e ilegitimados torturadores mostraron vocación para convertirse en  «signori di tutte le cose». Fueron exitosos durante cierto tiempo, y lo digo porque convirtieron el ejercicio del mando político en una «Corporación Transnacional para la Comisión de Actos Aborrecibles».
«The signori di tutte le cose Company» tuvo a la «Viuda Chechaca» (cheguevariana opulenta) en Argentina, ya caída por la voluntad del pueblo; pero, todavía a una poderosa escoria en Brasil que (sin dignidad) se resiste a ser «imputada» y al aborigen cocalero que arroga de Tupac AMARU en Bolivia. Esa poderosa organización industrial del crimen tiene registros notariados en «The Empire State», «paraísos fiscales» de Europa, también caribeños y «bancos de dudosa reputación» en «Ultimomundano»: donde fue urdida por quienes «recibieron un mandato» que no para devastar nuestra república y otras tras exportar su Metodología Criminal Totalitaria. Primero, debieron «jurar obedecerían y harían cumplir la Carta Magna y Leyes de la República de Venezuela»: un documento guía que contiene los principios fundamentales de un Proyecto de Gobierno Constitucional a favor de los ciudadanos venezolanos y el fortalecimiento jurídico/financiero/militar del país.
Desde la Asamblea Nacional, las mujeres y hombres que a partir del 05 de Enero 2016 asumen el «mandato constitucional» que los venezolanos les hemos concedido tienen la ardua tarea de propugnar soluciones a problemas gravísimos: pero también fumigar lo corrompido y esterilizar los instrumentos quirúrgicos de las demás instituciones del Estado Venezolano explícitamente contaminadas por  «The signori di tutte le cose Company». Esa organización que, la víspera, envió «colectores» de pruebas incriminatorias de sus delitos capitales al Departamento Administrativo de la AN. Apresurados, aprobaron írritas leyes orgánicas para desvirtuar las funciones y deberes de quienes están frente al Banco Central y nombraron novísimos mercenarios para la impartición de injusticias.
Alberto Jimenez Ure
jimenezure@hotmail.com
@jurescritor

Merida - Venezuela

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