jueves, 7 de enero de 2016

DIARIO LA NACION DE ARGENTINA, EDITORIAL, VENEZUELA, CAMINO A OTRA GRAVE CRISIS

Lejos de reconocer la derrota que sufrió en las urnas, el presidente Nicolás Maduro desafía la voluntad ciudadana al poner en marcha un golpe judicial

     La  oposición unificada se acaba de imponer de modo contundente en las recientes elecciones parlamentarias venezolanas, en las que más de dos de cada tres venezolanos rechazaron abiertamente el perverso autoritarismo chavista.

El presidente Nicolás Maduro, que con evidente ineptitud ha sumergido a su país en una crisis económica y social de enorme envergadura, no ha reconocido con la conducta y los hechos apropiados lo sucedido. Peor aún, está desafiando burdamente la voluntad ciudadana con maniobras arteras claramente destinadas a tratar de neutralizar el poder que la Constitución de su país confiere a la Asamblea Nacional, que pasará a ser dominada por la oposición cuando sus legisladores se hagan cargo de sus escaños el próximo 5 de enero.

Ha designado, sorpresivamente y de espaldas a su pueblo, a 13 nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, fuera del plazo reglamentario. Y ha puesto asimismo en marcha un "golpe judicial" en ese mismo alto tribunal, para tratar de frenar, con jueces que no son independientes, la proclamación de 22 de los nuevos diputados de la oposición que han sido bien elegidos. De ese modo, tratará de privar a la oposición de la mayoría que obtuvo limpiamente en las urnas y también de los más amplios poderes que la Constitución venezolana confiere para esos casos.

A ello agregó, como un todopoderoso constituyente, la creación de una Asamblea Comunal Nacional no prevista en modo alguno en la Constitución, con funciones que lucen paralelas a las que esa constitución confiere a la verdadera Asamblea Nacional.

Esto muestra cuán importante es en las democracias la existencia de un Poder Judicial efectivamente independiente e imparcial en vez de una red de jueces que en rigor son sólo títeres o agentes sumisos al Poder Ejecutivo.

No obstante, la oposición no está totalmente desarmada. Primero, porque cuenta con el apoyo de la enorme mayoría de su pueblo. Pero además, en rigor, ha estado tempranamente alerta, desde que ha advertido públicamente que, dentro del plazo de seis meses desde la toma de posesión de los legisladores, la nueva Asamblea Nacional habrá de adoptar "la solución constitucional democrática, pacífica y electoral" que sea necesaria para el cambio de gobierno. Esto obedece a que desde el Poder Ejecutivo son incapaces de consensuar las soluciones que permitan que la voluntad popular recientemente expresada en las urnas por los venezolanos sea respetada. Si esto sucede, la agenda legislativa de temas a resolver será aún más dramática que la que el cambio consensuado del modelo colectivista requiere con toda urgencia. Entre ellas, la de tomar decisiones que aseguren la existencia de un Poder Judicial que sea efectivamente independiente.

A eso podrían sumarse una amplia ley de amnistía y la consecuente orden de liberar a todos los presos políticos que han sido detenidos con procedimientos ilegítimos, respecto de los cuales los organismos internacionales ya se han pronunciado denunciando toda suerte de violaciones al debido proceso legal, sin contar los fraudes groseros que fueron denunciados por algunos de los actores en esos pretendidos juicios.

Venezuela no puede esperar hasta 2019 para que un presidente que no escucha el mensaje de las urnas y que ha mostrado su ineptitud tome las decisiones de peso que se requieren para paliar las privaciones de un pueblo al que los autoritarios han sumido en toda suerte de privaciones cotidianas y en una tremenda escasez de alimentos y medicamentos.

Las inapropiadas acciones de Nicolás Maduro parecerían estar obligando a la Asamblea Nacional electa a tener que tomar el protagonismo que las normas constitucionales y la voluntad de los venezolanos le han conferido.


Enviado a nuestro correos por
Luis Ochoa Teran
luisrey.ochoa@gmail.com
Telescopio Internacional

@lot8a

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