Temibles son las desviaciones de la izquierda como dijo Fidel y lo peor que podrían hacer los uniformados sería copiar a Corea del Norte
Estimados amigos. De
pronto, unas fotos de Hugo Chávez ocupan el primer lugar de los titulares y las
fotos más importantes, las de las colas para buscar comida, medicinas o la
gente en los hospitales han desaparecido.
Es entendible una
primera sensación de algarabía por una parte y miedo por otra, pero mientras se
debatió quien debe presidir la Asamblea o la forma en la que salieron las fotos
de un ex presidente, la gente que antes colmaba las noticias sigue haciendo
colas en las calles bajo el inclemente sol o madrugando para ver que
encuentran, peleando por un poco de comida o una inexistente medicina.
Así que con el respeto
que todos merecen y con la mayor humildad ¡cuidemos un poco los mensajes!
Porque da la misma nefasta impresión de finales de los 80’s. Un enorme divorcio
de la clase que ocupa los espacios del poder, toda, con un pueblo que merece
muchas explicaciones y los mayores esfuerzos de los responsables y los
representantes.
El venezolano está a
punto de despertar de una segunda burbuja y una segunda “era del parasito
feliz” como lo describió excelentemente bien Uslar Pietri, años después de la
primera. Van a despertar sin nada, furiosos en las calles porque como en el
sueño de la “Gran Venezuela” del pasado, la “Potencia Revolucionaria” habrá
sido otra gran quimera de la clase política. Como bien dijo Uslar Pietri sobre
aquella primera barbaridad histórica: “Desde luego, los hombres y los partidos
que han gobernado a Venezuela” fueron responsables. Pero “ellos no actuaron
solos y a espaldas de la colectividad nacional. Los venezolanos, en su inmensa
mayoría, participamos, en una u otra forma, en ese trágico carnaval. La
burocracia parásita, los empresarios que encontraron lucrativo y fácil vivir de
favores del Estado, los que contrataban con el sector público, todos los que,
en una u otra forma, se beneficiaron de ayudas, dádivas, préstamos sin base,
subsidios de toda índole y de la varita mágica del dólar barato” explicaba
Uslar Pietri.
Por eso, como también
dijo Uslar, las pocas voces que nos alzamos contra “aquella loca carrera al
desastre no tuvieron casi eco. Era demasiado grande la tentación del
enriquecimiento fácil, de la vida regalada y el consumismo estéril”. Por una
parte vendieron el populismo revolucionario a lo bestia como modelo de
desarrollo, por la otra se vendió la tesis de que el populismo a lo bestia,
pero bien gerenciado, era la solución al desarrollo. Por eso gastamos 500 mil
millones en importaciones de bienes, 130 mil millones en importaciones de
servicios, 180 millardos en pagar una deuda externa que aún tenemos completa y
60 millardos en viajes a Disney World, el resto de los ingresos, paradójicamente
se gastaron en comprar petróleo y tapar huecos a nuestra enorme falta de
planificación, sin que se viera a la clase política hablar de ahorrar para los
tiempos duros, como estaba haciendo toda la OPEP y los países petroleros que ya
habían pasado por la primera burbuja.
También por eso
cuando los venezolanos vamos a reuniones de la OPEP nos perciben como las
chicharras que no ahorraron, pidiéndole sacrificios a las hormigas que si lo
hicieron y continúan haciéndolo. Vamos a pedir sacrificios a los demás y por
eso le pedimos a Arabia Saudita que ahorró el 35% de sus ingresos y que tiene
reservas de 700 millardos que detengan su producción. Nosotros sin disposición
alguna de hacer sacrificios mientras los árabes aumentan los impuestos (BBC),
disminuyen gastos, compras, importaciones (Reuters) y recortan severamente su
presupuesto (The Guardian) mientras aumentan las tarifas en un 50% (Bloomberg)
junto a los precios de la gasolina de 16 a 24 centavos por litro (CNN-Money).
Es decir de 32 a 48 bolívares por litro a tasa Simadi y eso que ellos, pueden
vivir al menos 10 años con sus reservas y fondos soberanos con un petróleo por
el piso.
Por eso, amigos, el
debate de fuerza es inútil cuando vamos a la quiebra. No hay otra palabra,
cuando los egresos son muy superiores a unos ingresos menguados y no hay
posibilidades de honrar lo básico. Cuando la situación es nefasta porque en vez
de hablar de cómo producir en verdad, la clase política entra en un debate
profundamente insensato sobre para donde va o no un cuadro. No hay dinero en
las cuentas y lo que es más complejo, no lo habrá. 2015 fue una debacle cuando
de $88 pasamos a 45 dólares por barril y apenas pudimos importar $25 millardos,
con todo y que el gobierno recurrió a la venta de activos, a la venta a
descuento de las deudas, las deudas por comida, el fondo chino en yuanes
volcado a productos y aunque pasó desapercibido, el gobierno recurrió al Fondo
Monetario Internacional vaciando un préstamo (porque ese dinero no es nuestro,
no nos pertenece y hay que devolverlo).
Pero el 2016 no
amenaza. Mientras les escribo el barril OPEP está en 27 y el Brent en 33, por
lo que el nuestro cotiza entre 22 y 23 dólares, mucho menos ajustado a la
inflación que en 1999. Va a ser el peor año económico de nuestra historia y hay
que tomar medidas si no queremos que el 2017 sea el de la gran hambruna. Para
Diciembre de este año, contando con los dos anteriores, es posible que hayamos
perdido casi un cuarto de nuestro producto interno bruto, no habrá reactivación
y la gente pasará muchísimo trabajo. Mucho, pero mucho más, que el que está
pasando hoy. Con apenas 27 millardos de dólares en ingresos (un cuarto de los
ingresos de 2013) y descontadas las compras inevitables de petróleo, las
asociaciones estratégicas y los gastos de PDVSA, así como la inmensa deuda
externa podremos con suerte, importar apenas un 30% de las medicinas y
alimentos que importábamos y que necesitamos y apenas un 20% de lo que nuestras
industrias necesitan para sostenerse en pie. Así que no. No habrá muchas
medicinas, ni alimentos en los anaqueles, cuando las familias de los quintiles
más pobres, comen cada vez más productos importados.
A los pocos militares
que se han declarado revolucionarios, voy a utilizar una frase común de los
cubanos de a pie: “la poesía no se come”, una vez destruido el aparato
productivo el daño es irreparable. Como dijo y actuó Deng Xiaoping en China o
extinguimos las comunas, o las comunas extinguen a China, como también dijo el
hombre que convirtió en potencia a China “hay que abolir la polarización (…) la
pobreza no es socialismo (…) no hay ninguna contradicción entre el sistema
socialista y la economía de mercado (…) la verdadera esencia del socialismo es
la liberación y desarrollo de un sistema productivo (…) debemos si preocuparnos
por las desviaciones de la derecha, pero lo que debemos temer en realidad son
las desviaciones de la izquierda”.
Como dijo Fidel
Castro, “nuestro verdadero problema fue que nadie sabía cómo construir el
socialismo” y cierro con las palabras de Raúl Castro: “o cambiamos o terminamos
de hundirnos en el abismo”. A ustedes les pido, con todo respeto, que entiendan
que en una sociedad democrática están en su derecho de opinar sobre la vía que
mejor les parezca, que presionen pero para no copiarse de quienes admiten que
no supieron construir el socialismo, que enmienden los errores del socialismo
antediluviano y que velen por las desviaciones de la derecha pero ténganle más
“pánico a las desviaciones de la izquierda” y que si pretenden un modelo productivo
socialista, empujen al menos al modelo de China y no al de Corea del Norte.
Y a la abrumadora
mayoría de los militares demócratas, también de forma humilde y respetuosa les
imploro: No caigamos en el estéril debate político a espaldas de toda una nación
que pasa trabajo. Ningún país puede sobrevivir partido en pedazos. Ningún país
puede echar recuperarse bajo la amenaza de exterminio al sector productivo.
Tratemos de evitar más amenazas de fuerza que solo conducen a la zozobra y a la
incertidumbre. Ayudemos entre todos y en paz, a pegar los trozos sueltos de la
nación que siempre hemos sido, hermosa, amigable, trabajadora y echada
pa’lante. Palabras más, palabras menos, volvamos a ser Venezuela. Si queremos,
entonces podemos.
Thays Peñalver
thays.penalver@me.com
@thayspenalver
Caracas - Venezuela
http://www.abcdelasemana.com/category/colaboradores/thays-penalver/
Muy oportuna reflexión de Thays Peñalver sobre nuestra realidad, y a quienes va dirigida.
ResponderEliminar