domingo, 24 de enero de 2016

JHOTANI MEDINA QUINTERO, LOS ADECOS EN LA TRANSICIÓN VENEZOLANA (II PARTE Y FINAL)

     En el artículo anterior consideramos los elementos ideológicos e históricos que podrían generar una coincidencia geopolítica entre la transición en progreso que se gesta en la Cuba de los Castro hacia una “glasnot”, palabra rusa que significa “transparencia”; y una “perestroika” que en ruso significa reestructuración, estas características coinciden con otros eventos históricos que denotan el discurso oficial del gobierno de los Castro hacia “buscar” en Venezuela nuevas oportunidades alejadas de Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y el PSUV o el chavismo.

Los profesionales y científicos de la política y la administración pública planificamos, diagnosticamos, evaluamos y pronosticamos en base a escenarios situacionales, en ese sentido, las características del contexto político que ha evaluado AD desde el año 2010 para diseñar su agenda de reconquista del poder son seis (6), permítanme describirlas de forma conclusiva:
1).- AD vio la existencia de una animadversión o rivalidad dentro de la “nueva política”, Primero Justicia (PJ) y Voluntad Popular (VP) eran unos adversarios neutralizables políticamente gracias a sus ambiciones internas y prematurez política;
2).- La estrategia “maquiavélica” de sacarle provecho al enfrentamiento natural entre PJ y VP le permite a AD forjar alianza parlamentaria con la estrategia “betancuriana” de VP para neutralizar a la fuerza mayoritaria de PJ como partido político dentro de la MUD;
3).- Crear una imagen de confrontación entre Ramos Allup (AD) y Nicolás Maduro (PSUV), surgiendo una nueva polarización entre AD-PSUV y posicionando la tarjeta blanca como la primera opción de poder real en el país político y civil;
4).- Proyección de un nuevo liderazgo político opositor “presidenciable” encarnado en Henry Ramos Allup (AD) para la transición venezolana;
5).- Proceder al plan de transición planeado en el año 2003 y ratificada en el Pacto de Panamá del año 2010 entre Manuel Rosales (Un Nuevo Tiempo), Eduardo Fernández (COPEI), Julio Borges (Primero Justicia) y Henry Ramos Allup (AD);
6).- Las condiciones geopolíticas hemisféricas y el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos de América y Cuba, además, del anuncio de Raúl Castro de culminar su mandato en el año 2018 obligan a propiciar un entendimiento inmediato dentro de Venezuela entre el gobierno y la oposición, a través de una transición, con miras a garantizar acuerdos de cooperación suscritos en años anteriores, entre ellos el Acuerdo petrolero de Caracas del año 2000 (Chávez), cuyo antecedente histórico es el Acuerdo petrolero de San José de Costa Rica creado por Carlos Andrés Pérez en 1978 para beneficiar a Cuba y Centroamérica.
     Estas similitudes geopolíticas con los cubanos y otros antiguos socios estratégicos de Venezuela en la era de CAP y de AD (1959-1993) en el Movimiento de los No Alineados (NOAL) le dan a éstos la oportunidad de mantener relaciones estrechas con una Venezuela democrática y post–chavista sin necesidad de arriesgar su capital político y gobernabilidad en sus respectivos países ni de arriesgar sus negocios financieros y energéticos. La “nueva guardia” de la alta oficialidad cubana está harta de los Castro y del comunismo, ven con rabia la presencia de Maduro y su gabinete en visitas a la isla, esto aísla, a futuro, al chavismo después de fuertes rumores sobre unas eventuales candidaturas pesuvistas presidenciales de transición lideradas por Arias Cárdenas y el general Miguel Rodríguez Torres, candidatos que no despiertan simpatía puertas afueras del oficialismo, al contrario, generan desagrado y antipatía, mucho menos la distante candidatura de María Gabriela Chávez, hija del expresidente Chávez, ante esos escenarios, habría quedado la “carta” marcada del exministro de la defensa Vladimir Padrino López, pero su “guabineo” lo desenmascaró echando por la borda el capital político sembrado y cosechado fugazmente la noche del 6D, al hacer aquélla célebre cadena donde se hizo pasar por un militar institucional, pero que destruyó luego de exigirle a “El Turco” Ramos Allup respeto para la imagen computarizada de un Bolívar profanado, peor aún, haber vinculado a “El Turco” con una agenda neoliberal o vinculada a militares golpistas, cuando aquí toda la sociedad política sabe el profundo rechazo que históricamente han sentido los Adecos hacia el neoliberalismo y los militares en el poder.
Ante todo este escenario, la presión internacional es muy poderosa sobre Venezuela, sumada a la crisis económica. Somos un país globalizado, cuyos índices de desarrollo humano eran urbanos y alfabetizados antes de 1999, esa es la mayor fortaleza de la democracia venezolana.
La estrategia Adeca podría ser una transición negociada con el poder ejecutivo al momento de un referendo revocatorio, garantizando así que el chavismo subsista como partido en la política venezolana, como lo ha sido la izquierda en otros países latinoamericanos al salir del poder, ejemplo, Nicaragua en los años noventa… Hasta el próximo Lunes
Jhotani Medina Quintero
jhotanium@hotmail.com
@jhotanimq

Lara - Venezuela

1 comentario: