En
tan berenjenal lio estamos los ciudadanos de este país, que hoy por hoy, la
existencia del pueblo llega a extremos donde la vida y la muerte tocan “sin son
y ton” a las puertas de las familias y las comunidades. Mientras en Cuba, hacen
los preparativos para recibir a Barack Obama, Presidente de los Estados Unidos.
Donde se observa que donde los grafitis y avisos alusivos al difunto Hugo
Chávez, desaparecen gradualmente, tanto, en las paredes como en las verdaderas
intenciones de los Castros.
Aparentemente,
el presidente Raúl Castro se separará de su cargo en pocos años, pero no
abandonaría el cargo sin antes dejar resuelta sus negociaciones con los Estados
Unidos. Apertura que se encuentra pendiente de que se acepten algunas
exigencias de parte y parte: manejo e intervención del PCC como parte clave del
proceso de transición; respeto a los Derechos Humanos y especialmente, antes
que un gobierno republicano en puertas se mantenga en la línea del Presidente
Obama y opte por revertir las negociaciones y tímidos avances hasta el momento.
La
Cuba post-Venezuela, es hoy la floreciente isla que se preparo con los
petrodólares venezolanos para convertirse en
el Mar de la Felicidad con la cual, recibe a su nuevo e indiscutible
socio para terminar ciclos de pobreza extrema que padeció este pueblo caribeño
por 58 años. Donde la miseria, la pobreza, el hambre y la persecución dieron a
un pueblo una sumisión basada en el miedo y la destrucción de los DDHH.
El
Péndulo de Poleo, señala que la entrada en vigencia de esta nueva relación por parte
de Obama, ha sido el tema de Nicolás Maduro, donde señala que es la presea más
importante y donde Raúl Castro le pondrá la cabeza del presidente venezolano en
bandeja de plata. Quienes hemos seguido en el tiempo las actividades políticas
de estos hermanos, esta agenda oculta de ser cierta, cosa que no dudaríamos,
por las experiencias vividas en otrora con la del Che Guevara.
Los
hermanos Castro, que son unos magos en el arte de sobrevivir, deben estar
negándose muy seriamente en no hundirse con ese lastre que se ha convertido el
gobierno venezolano. Lo cual, indica que los esfuerzos de Nicolás Maduro en
estar presente en el “club” cubano terminaran con esta visita de reencuentro
entre el norte y la isla caribeña. Eso
se llama, “sembrar en tierra ajena”, como lo indica el proverbio popular.
Mientras
en Venezuela crecen las colas y el disgusto se convierte gradualmente en
violencia, los “Motores” del gobierno, aparentemente no logran arrancar, y
menos ahora, que quien la dirige, se declara incompetente por desconocer del
tema económico y afirmando que su profesión es ser maestro. Válgame Dios en
manos de quienes estamos. Es así, que se cierra un ciclo de grandes mentiras
convertidas en “verdades” y donde podemos indicar sin duda a equivocarnos, que
“no pega una Señor Presidente”
Jose
Ernesto Pons Briñez
joseponschene@hotmail.com
@joseponsb
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Zulia
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– Venezuela
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