domingo, 24 de abril de 2016

SUSANA MORFFE, VIVIR CON DIGNIDAD (ENTRE CIELO Y TIERRA)

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Declaración Universal de los Derechos Humanos.
En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad de hombre, ninguna tiranía puede dominarle. Mahatma Gandhi.
Los venezolanos por nacimiento no hemos perdido la dignidad, la misma que usted no tiene desde que ocupa una silla “donada” por otro que no pertenece al planeta tierra, felizmente agradecidos por eso. Más plenos de gloria estaremos cuando el reloj marque el tiempo final de su retiro, bien sea por alguna de las dos formas que el soberano decida o tal vez lo que tenga reservado la vida para personas como usted.
Por el alto valor que tiene la dignidad para los venezolanos que a cada minuto usted está pisoteando, le digo que no es la hora del desquite, para usted puede ser, porque no pudo superar lo que la vida le mostraba a través de otros cuando no tenía nada sino la vida para aprender y no la aprovechó. Los venezolanos aprendidos, solemos dejar que las “circunstancias” hablen, reservando la dignidad para momentos de honor y gloria, relativo a la aptitud para asumir responsabilidades públicas y personales. No por azar y adulancia, sino más bien por condiciones de grandeza.
Se trata de esa dignidad que los venezolanos, no ven, incluso, en un componente militar que lo sostiene por conveniencia, pero todos los criollos reconocen que ellos están capacitados para destruir y no para pensar, son óptimos para sustraer lo que le pertenece a la patria y su pueblo, y muy audaces para atropellar a los compatriotas, mientras que las fronteras están abandonadas como el padre de familia que deja a sus hijos al garete. La radiografía de un militar es cuestionada por propios y contrarios, así como dudan de su origen. Se ha hecho pedazos el equilibrio.
Es un gran problema para usted que la naturaleza tampoco lo ayude, eso se traduce como una voz más con dignidad que no lo quiere en su entorno. Si se apaga o no la luz para unos y  otros, tenemos la propia para alumbrar como luciérnagas en la oscuridad. Si una gota de agua no entra a las viviendas, contamos con un océano que también está al servicio de todos. Pero lo que no toleramos es que por falta de ingenio, honradez  y voluntad, la Venezuela repleta de tantos recursos naturales para obtener dinero al servicio del pueblo, no tenga hoy alternativas para situaciones de emergencia ¡Responda por nuestro capital y los intereses!
Claro que sobra dignidad en Venezuela, mis coterráneos, a la par, están de frente alta  antes de aceptar atropellos, sumando voluntad y fortaleza para repeler las humillaciones y convencidos que al final del día, los hipócritas, farsantes, envidiosos, charlatanes y calumniadores, serán aplastados. Eso es ley de vida, le recuerdo.
Por dignidad  los venezolanos hemos sido capaces de soportar el genocidio que día a día se está cometiendo con el método del hambre y las medicinas necesarias para salvar vidas. Es su régimen, permisivo para la desgracia,  el que intenta acabar con la humanidad de esta nación, tratando de superar a la maquinaria nazi. Le vuelvo a recordar que aquí, en nuestro patio, hay gente pensante, muy preparada, sobrada en conocimientos y con fuerza para defender la dignidad. Sería una deshonra evitarlo.
¿Tener poder es amenazar y dejar morir a otros? En estas horas menguadas, pídale perdón a Dios por todas las infamias cometidas contra el pueblo venezolano. Recuerde que Cristo no le da látigo a ninguno, pero sí hay una providencia que puede salvarlo o puede condenarlo. No es usted el que decide.
Susana Morffe
susana.morffe@gmail.com
@susanamorffe
www.susanamorffe.blogspot.com
Nueva Esparta - Venezuela

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