“El movimiento de desobediencia civil, una vez puesto en marcha debidamente, no necesita caudillos.” M. GANDHI
Toda mi vida he creído que la política es el arte de
dialogar, consensuar y concertar acuerdos para la toma de decisiones, sobre
todo en aquellos asuntos que pueden beneficiar o perjudicar a quienes depositan
su confianza en la capacidad de dirigir los movimientos apropiados para el
rescate del país;
Me pregunto: ¿Cómo explicar el contraste entre la
mediocridad político-intelectual y la grave crisis que ahoga al país?, no hay
respuesta válida. El país está urgido de un liderazgo, nacional, regional y
municipal que acompañe a la AN y sea capaz de asumir con valentía, seriedad y
honestidad, lo que significa la defensa a los derechos ciudadanos y de la
democracia. El oscurantismo crece y se
fortalece aprovechando las absurdas debilidades de la alternativa democrática.
La MUD, sobre todo en Carabobo, no puede, ni deben sus
conductores, incurrir en errores operativos, de comportamientos o de ambición
que dañan la misión de la unidad.
Prohibido rendirse y fracasar.
Ahora bien, ¿De quién depende el éxito? De nosotros mismos,
del estallido de nuestra propia dignidad, de nuestro sentido del honor y
simplemente, del asco que produce tanta ignominia ejecutiva, judicial y
militar. Particularmente estimo que hemos avanzado mucho si miramos hacia
atrás, pero con preocupante inercia social, “sentados esperan a ver que pasa”,
y esa postura no se corresponde con la urgencia que vive el país, por ello,
está prohibido sentarse, rendirse y fracasar en nuestro cometido, la sociedad
requiere de salidas eficientes, sin acciones catárticas que demuestren signos
de debilidad, accione, efectivas y pacíficas, diálogos permanentes,
organización con inteligencia política donde la fuerza esté en el espíritu de
quienes luchamos por una causa justa, por Venezuela, por nuestra dignidad, no
somos violentos pero tampoco cobardes ni tememos enfrentar la violencia
judicial oficialista solapada bajo los “fustanes” del Cartel de las Togas,
nuestra acción tiene sentido de permanencia y de pertenencia por la democracia
y por el país..
Los mal habidos derechos del régimen crecen cada día más
y los legítimos derechos de la sociedad se reducen drásticamente, el régimen se resiste porque necesita
perpetuarse en el tiempo, la cobardía no les deja dormir; la fuerza unida
radica en la fuerza del espíritu, de la inteligencia, de la organización, pero
esa fuerza hay que organizarla y para ello, no se necesita caudillo. El régimen
está bien preparado para reprimir y cada día se prepara más ante el repudio
popular y a un grupúsculo político/militarista fracturado que le acompaña,
imposibilitado para de ser usado con la misma eficacia de sus primeros años
para controlar el descontento, allí el régimen pierde la iniciativa estratégica
y se abre la posibilidad cierta de derrotarlo, estamos ante una tétrica
desnudez, mediocridad y pusilanimidad, como en la obra de Dante, unos y otros
ambulan entre los círculos del mismo infierno, recodemos palabras del
Presidente T. Jefferson: “Alzarse contra el clan es obedecer a Dios” .
Recordemos: “Más daño hace un juez venal que cien
delincuentes.” No existe espectáculo más triste que el de un presidente que
sólo ejerce nominalmente el mando, no pasa de ser un títere sometido al
titiritero y sus hilos.
A pesar de lo dicho, un reclamo valido, positivamente
confío en la cordura y la sindéresis de los actores políticos, que se superen
los sentimientos de soberbia y ambición, que implican un extremo individualismo
y que la unidad se consolide. Que nadie se considere por encima de todos, que
entendamos que el cambio se logra con un grupo unitario y con un discurso
homogéneo. Prohibido sentarse a esperar lo que sea.
Fernando Facchin
Barreto
ffacchinb@gmail.com
@fernandofacchin
Carabobo - Venezuela
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