¿Cuál es la manera más eficaz, efectiva, rápida y
sostenible de reducir la pobreza? Puede decirse que existe un acuerdo
generalizado en cuanto a los males graves que ocasiona la pobreza. Ese acuerdo,
era más amplio y más firme antes que se empezara a dejar de hablar de pobreza y
se comenzara a hacerlo de desigualdad en su lugar, lo que desvió -de alguna
manera- el centro del debate desde lo realmente importante y urgente (la
pobreza) hacia otro punto que no reviste ni la misma importancia ni urgencia.
La explicación a esto último es que, como hemos expuesto en tantas otras
ocasiones, si bien la pobreza es un tema solucionable, y que ha encontrado
remedio en la mayoría de los países del mundo a través del tiempo, la
desigualdad no solamente no es solucionable, sino que ni siquiera configura en
sí misma -y bien analizada- ningún problema, ya que resulta una condición
ineludible de la naturaleza de las cosas (incluimos en este concepto a todas
las cosas existentes). Por lo que el verdadero foco de atención ha de centrarse
en la pobreza y no en la desigualdad. Entonces ¿cuál sería la solución a la
pobreza? Veamos algunas respuestas interesantes:
"La creación de riqueza.... La primera afirmación
del texto en este terreno es simple: la pobreza material lastima las
condiciones que permiten el florecer humano. La manera más efectiva de reducir
la pobreza es la protección de la propiedad privada como un derecho que es
amparado por la ley. Gracias a esa protección de la propiedad personal, las
personas podrán tener la oportunidad de realizar acciones voluntarias de
intercambio en las que expresan sus dimensiones creativas como personas. Hay en
esto un reconocimiento explícito al problema de la pobreza al que se le
dimensiona gravemente, pues la miseria es una razón por la que las personas no
pueden realizarse. Visto de otra manera, las personas necesitan cierto nivel de
riqueza material para poder satisfacer los fines de una esencia a la que se le
ha dado una naturaleza Divina.
La pobreza, sin duda, es una dificultad seria, para la que se propone una solución. Según el documento, la manera más efectiva para remediar esa situación es algo lógico cuando se tiene a la persona humana como el eje central del pensamiento: los medios que están a disposición de esa persona, sus propiedades. Entra aquí, de nuevo, la autoridad en una función que es parte del estado de derecho, proteger y respetar a la propiedad personal. Esa propiedad personal inequívoca es la que permite a la persona acceder a posibilidades de intercambio con otros y realizar su potencial personal."[1]
La cita pone énfasis en la propiedad como fuente de
intercambios, lo que brinda la posibilidad al propietario de ir reduciendo
paulatinamente su pobreza en la medida que, gracias a la propiedad, pueda
realizar cada vez más y mejores intercambios que le posibilitarán adquirir
bienes y servicios cada vez más valiosos, ofreciendo otros que -para el sujeto
actuante- lo serán menos que los que va incorporando a su patrimonio. El autor
destaca que, para que esto sea posible, es fundamental que la institución de la
propiedad privada encuentre un sólido respaldo legal. Allí donde los marcos
institucionales descuidan el derecho de propiedad o, peor aún, lo atacan
directa o indirectamente, los intercambios voluntarios entre los miembros de la
sociedad serán cada vez menores, en cantidad y calidad, lo que –en última
instancia- resiente el sistema social en su conjunto. Y, como efecto colateral,
no contribuye a la realización humana como tal. En suma, denigra a la persona
humana lejos de dignificarla. El desconocimiento de la propiedad privada ha
traído aparejado muchos males económicos. Argentina ha sido un escenario
frecuente de este tipo de ataques a la propiedad por parte de sus gobiernos,
tal como lo deja ver la siguiente cita refiriendo a la situación del país hace
un tiempo atrás:
"La confiscación de la propiedad privada y el
colapso del sistema bancario (y la resultante restricción pronunciada del
crédito) diezmaron la economía. De hecho, la producción industrial cayó el 10,6
por ciento durante 2002 y la confianza del consumidor alcanzó una baja
histórica (su punto más bajo). ... Con la finalidad de promover su compromiso
estratégico con América latina, dejado de lado con frecuencia, la
administración de Bush exhortó al FMI a rescatar a la Argentina en enero de
2003. El FMI accedió y refinanció US$ 6 mil millones de deuda
argentina."[2]
El párrafo es significativo. En lugar de reforzar y
afianzar la institución de la propiedad privada, al colapso argentino los EEUU
acudieron al rescate por intermedio de una institución estatal como es el FMI.
En otras palabras, los políticos tienen cortas miras en cuanto al rol de la
propiedad privada. y suelen entender que los problemas económicos y financieros
a nivel mundial se "resuelven" disponiendo de los recursos ajenos,
que se recaudan -al fin de cuentas- vía impuestos, con lo que se lesiona la
propiedad privada de los mal llamados "contribuyentes". En suma, a
los problemas derivados por las agresiones de los gobiernos a la propiedad
privada se le añaden presuntas "correcciones" de esos mismos
gobiernos que implican todavía asaltos mayores a la propiedad privada. En el
caso de la cita anterior, el gobierno estadounidense obligó en aquella
oportunidad a los contribuyentes norteamericanos al "salvataje" de la
Argentina, sin contar para ello con el consentimiento de ninguno de esos
ciudadanos americanos. Esta política, no solamente ha sido frecuente en
Latinoamérica, sino que los gobiernos estadounidenses la han practicado durante
el siglo XX y el presente en casi todas partes del mundo, con muy pocas
excepciones.
Todo lo que se necesita para evitar las crisis económicas y disminuir la pobreza a nivel mundial es poco más que de propiedad privada. El resto se dará por añadidura.
[1] Eduardo García
Gaspar. Ideas en Economía, Política, Cultura-Parte I: Economía. Contrapeso.info
2007. pág. 68
[2] STEVE H. HANKE,
"CAPÍTULO 4-El hombre de paja argentino: respuesta a los críticos de la
caja de conversión". en Crisis financieras internacionales: ¿Qué rol le
corresponde al gobierno? /compilado por Daniel Artana y James A. Dorn. - 1ª.
ed.– Buenos Aires : Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas,
2004..Pág. 54
Gabriel Boragina
gabriel.boragina@gmail.com
@GBoragina
Acción Humana
Argentina
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