HABLA LA CONCIENCIA
Llegó el tiempo de entendernos.
Las confrontaciones internas dentro de la MUD son tan dañinas como las
críticas públicas que se le hagan, aun cuando en sus argumentos clarifiquen
políticas de orientación que contribuyan a fortalecer el peso de los
razonamientos. No se trata de la mejor
opinión de quien con su labia sepa expresarse, tampoco del partido que agrupe
las más destacadas lumbreras políticas;
la decepción popular nos está indicando que hace falta algo más que
palabras, está pidiendo mayor acción.
Mientras el gobierno hace sentir el peso de su poder mediante la trampa
legalizada a través de sus órganos de
sumisión, de nuestro lado -incluyendo al
que tiene que perder y al más humilde inconforme del pueblo- no damos muestras
de reacciones espontáneas.
En el 2016 se dieron pasos significativos que pusieron al régimen de
rodillas; pero frente al programa de combate por parte de la
oposición, que incluían los temas
electorales y donde el gobierno llevaba en contra las de perder por el rechazo
tan marcado de Nicoles Maduro en la población,
permitimos la confabulación del oficialismo y hasta nos dejamos
cachetear burlonamente con el cambio de fecha de las elecciones de
gobernadores, en las cuales el régimen recibiría la más humillante
derrota.
Los argumentos que le endosan la
responsabilidad a la unidad democrática son inconsistentes: las culpas nos
arropan por igual. Cuidado con lo que pudiera reventar por algún lado, donde solo sería pasar el poder de unas manos
a otras. Los factores de peso político
del PSUV están conscientes del daño que les hace Maduro con su alto
rechazo; la salida "caza-bobo"
sería el gobierno de transición, que sin duda alguna vendría a ser el de mayor
conveniencia para los enchufados y corruptos.
La calle pide elecciones: fuera los
revolucionarios.
Se agotó el tiempo de los ensayos. La unión de todos los que creen en un
solo bloque para enfrentar al gobierno es lo que procede. Con mayores acciones de calle no hay quien
detenga el derrumbe de estas arbitrariedades dictatoriales. Los militares a sus
cuarteles. Dieciocho años en los cuales
unos han guardado silencio y otros han gritado a todo pulmón su socialismo chavista
son más que suficientes como lección. La
Constitución nos ampara y las calles nos esperan. A un pueblo unido con sus
partidos al frente, nada lo detiene.
Luis Garrido
luirgarr@hotmail.com
@luirgarr
Carabobo - Venezuela
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