jueves, 2 de febrero de 2017

DOUGLAS JÁTEM VILLA, ¿ ELECCIONES?

¿SE AGOTO LA POSTURA PACIFISTA?


Una cosa es el derecho al voto. Una cosa es que se quiera ejercer este derecho. Una cosa es que se reclame este derecho. Otra cosa es que no se respete este derecho, como ocurre en Venezuela. 

Basta con las  decisiones totalmente condenables de los tribunales penales estadales que se “prestaron” para eliminar el revocatorio contra Maduro. Otra cosa es no extremar el reclamo y hacer algo determinantemente significativo para lograr que se respete el derecho y ejercerlo. 

Se reconoce que es difícil vencer la posición gubernamental autoritaria y totalitaria de impedir las elecciones, pero  también es difícil creer que quien reclama este derecho, dígase la MUD, puede realmente considerar que logrará su objetivo, el voto, sin aplicar la fuerza popular requerida para reconquistar la vigencia de sus derechos. 

No luce atinado poner todo el cuidado necesario para asegurar y garantizar que la conquista del voto se logrará en forma pacífica, como pidiendo permiso para reclamarlo, cuando se puede actuar pacíficamente sin necesidad de pregonarlo, pero también sin negar la posible aplicación de la fuerza ya citada si resultara necesaria para conquistar ese voto. 

¿Se respetan los artículos 333 y 350 de la Constitución Nacional? Cabe preguntar si no se ha agotado ya la postura pacifista absoluta, si se puede seguir esperando que el gobierno responda democráticamente a la exigencia popular, si no hemos llegado otra vez al 23 de enero de 1958, o al 19 de abril de 1810. 

Es muy importante determinar si los dos procesos asociados a estas fechas se pueden calificar de pacíficos, y también apreciar en medida importante que en ninguno de estos dos casos históricos operó una solución electoral. 

¿Se puede creer hoy en Venezuela que el gobierno accederá a unas elecciones?  ¿Se puede creer que la presión internacional logrará lo que no puede alcanzar la presión interna? 

Ya se ha debatido demasiado y se le ha dado al gobierno un tiempo excesivo para que acepte las reglas de juego. Hoy en Venezuela todo el mundo reivindica el voto, incluyendo a quienes lo impiden porque consideran, como pensaba Castro, que al estar en revolución no se necesita votar. 

El chavecismo, se aplica este término porque no parece posible que aparte del ámbito de la corrupción se pueda hablar de madurismo, se muestra, de la boca para afuera, muy partidario del voto popular, y se apoya en forma engañosa, muy publicitada, en sus victorias electorales pasadas, pero todo el mundo en Venezuela, destacándose la cúpula del PSUV, sabe que el sufrimiento en todo sentido de los venezolanos durante los últimos años, ha sido y es de tan gran magnitud e intensidad, que  para nosotros la cura de esta tragedia es la terminación de este gobierno. 

Sin embargo, dado que la oposición no ha sido eficiente en la aplicación de su fuerza popular, se puede concluir en la necesidad de corregir y cambiar la organización democrática venezolana de modo que se encargue exclusivamente de conquistar el cambio de gobierno. 

Esto significa la incorporación de nuevas personas y organizaciones, y la separación que resulte necesaria de otras personas y organizaciones. Aquí entra en juego un factor determinante a los efectos del triunfo de la democracia, el cual es la participación de la ciudadanía venezolana en el proceso político venezolano, algo tradicionalmente limitado al ejercicio del voto porque el ciudadano ha considerado que puede dejar este proceso en manos de los partidos políticos, y si bien durante unos años posteriores a 1958 esto operó satisfactoriamente, ya desde hace algún tiempo eso cambió y los partidos han perdido mucha efectividad y credibilidad,  y capacidad para reconquistar y preservar la democracia. 

El ciudadano venezolano debe reconocer y asumir la realidad de que su participación responsable es esencial para que Venezuela signifique democracia, libertad y justicia, para que los poderes públicos sean independientes entre si, pero cooperadores, y, sobre todo, para que le cumplan el servicio que conjuntamente con su trabajo le posibilita su bienestar. El otro aspecto a considerar con respecto a la celebración de elecciones, es la existencia de partidos, dado que hoy en día existe uno solo, la MUD, y se puede aceptar que ya esa organización no puede monopolizar la representación de la democracia

Douglas Jatem Villa
djatem@gmail.com
@djatemv
Falcon - Venezuela

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