En el mes de
Diciembre se reunirá la Comisión de
Concertación de Políticas Laborales y Salariales, para fijar el salario mínimo
legal, que actualmente se encuentra en
644.350 pesos mensuales, en dicho organismo están representados el
gobierno, los trabajadores y los empresarios, calculándose que en Colombia cerca de un millón trescientas mil personas ganan el salario
mínimo, 10.400.00 ganan menos del ese salario y 17. 100.000 ganan 2 salarios
mínimos o menos. Desde ya la
ANIF(asociación nacional de instituciones financieras) como gremio en
representación de los patrones, ha
propuesto un incremento del 6% de acuerdo a los cálculos de la inflación para
este año.
Si la inflación
supera en el 2015 el 6%, indudablemente se deberían tomar medidas para evitar
que en los próximos años se desborde y afecte gravemente el bolsillo de los
colombianos. Así que la negociación del
salario mínimo, que se ha convertido en los últimos tiempos en un ritualismo,
que en la mayoría de los casos, se ha fijado por decreto, hay que volverla un pacto social para que la concertación se
traduzca en una herramienta eficaz que permita que el poder adquisitivo de los
asalariados no sea absorbido completamente por una inflación incontrolada.
Porque además la importación de alimentos con un dólar revaluado conspira contra la canasta familiar, que con el actual
salario mínimo, no alcanza ni para el 50%.
Otra situación es el caso de los pensionados que reciben muy
poco en sus mesadas, y que en Colombia
son un millón quinientas mil personas, y el 86% recibe mensualmente menos de 2
salarios mínimos legales, pero como van las cosas, en los próximos años, ese
porcentaje estará con una mesada pensional de un salario mínimo, ya que el aumento para los pensionados que
ganan más de un mínimo es
únicamente el de la inflación
causada en el año, lo cual a todas luces
es injusto y por eso como parte de la concertación, se debe insistir en
la nivelación para los
pensionados, por lo menos hasta los que ganan 4 salarios mínimos mensuales,
subrayando que el jubilado tiene que aportar
el 12% en salud y la promesa electoral del presidente Santos de
bajarlo al 4% no lo ha refrendado.
La negociación del
mínimo no ha cumplido en todos estos años con las expectativas de los trabajadores, por ello se espera que el ejecutivo de muestras
de coherencia con la paz social, que solo puede ser negociada con las
organizaciones populares y sindicales
que se encuentran en la legalidad, pues los grupos armados no representan
al pueblo, de ahí que dentro de
la concertación no se trata
únicamente del incremento de ese
salario, que ojala sea justo, sino que
también se deben implementar políticas sociales para los trabajadores que están
en la economía informal que son alrededor del 58% de la población
económicamente activa, sin olvidar a los desempleados que constituyen un franja
importante de la sociedad, por los
cuales el estado debe de responder
brindándoles un trabajo decente.
En esas condiciones
para no continuar con el mismo libreto sobre las negociaciones del mínimo, las
centrales sindicales deben buscar movilizar a
sus bases para que las negociaciones
no se conviertan en la misma película que se ha visto varias veces de la cual
ya se sabe el final, sino que hay que hacer conciencia sobre la necesidad de
fortalecer la lucha social alrededor de las reivindicaciones más sentidas, como
sucede con el aumento salarial para ese
numeroso contingente de trabajadores que solo reciben el mínimo, pero la
acción sindical no puede quedarse
frenada sin buscar los objetivos históricos para una mejor calidad de vida de toda
la población.
Los líderes
sindicales en la Comisión de Concertación para la negociación del salario
mínimo, representado a las centrales
obreras juntamente con los dirigentes
de las confederaciones de
pensionados, por su experticia podrán apoyados por la inmensa mayoría de asalariados, lograr un buen aumento que recupere el poder
adquisitivo, ya que en una economía de mercado la capacidad de compra de los
trabajadores contribuye al desarrollo del aparato productivo, siempre y cuando
exista una democracia económica que defienda el trabajo y la producción
nacional.
Las fuerzas
sociales y en especial las sindicales, mediante la concertación, deben de ser
los guardianes de la riqueza nacional, para que no se castigue el aparato
productivo en el agro y la industria con lo que se pierden empleos, pues tenemos en la región ejemplos nefastos
con el modelo del socialismo del siglo
XXl que se hace agua por todas partes, principalmente en Venezuela, donde según
la CEPAL se aumento significativamente
la pobreza; y en Brasil se habla de 10 millones de personas que volvieron a ser
pobres, entonces para no caer en los mismo
errores, hay que hacer un
replanteamiento político y económico en la región para superar el rentismo y
ser productivos, con un sistema de economía múltiple que genere trabajo
decente, y los sindicatos son de vital importancia no solo para los aumentos
salariales, sino también
indiscutiblemente en la defensa
de la producción nacional.
Ariel Peña
arielpena49@yahoo.com
@arielpenaG
Colombia
No hay comentarios:
Publicar un comentario