lunes, 14 de diciembre de 2015

ANTONIO SEMPRUN, DESPERTAR DEL LETARGO

El pasado seis de Diciembre del año en curso el pueblo venezolano dio el primer paso a lo que debe ser el inicio de cambios profundos  en la vida política, económica y social del país, por fin se ve la luz al final del túnel y no es el faro de un tren que se acerca a toda velocidad, al menos no para lo que hoy representa la mayoría calificada en un parlamento que debe volcar todas las ventajas jurídicas y normativas  que brinda ésta victoria electoral para  flotar el país.

La confianza que el pueblo deposito en los miembros de la nueva Asamblea Nacional no debe negociarse debe estar orientada al bien absoluto para Venezuela y sus ciudadanos, el tsunami de votos depositados en las urnas electorales deja muy claro el mensaje de un pueblo cansado de mentiras, de ofensas y sobre todo de promesas incumplidas.

Venezuela no cambiara de un día para otro, el éxito de ese cambio dependerá de no usar el revanchismo como arma, debemos empezar por la simpleza de cambiar el léxico de confrontación, los venezolanos esperan un cambio, desean mejorar su calidad de vida y eso hay que leerlo,  la confianza es un cristal que se rompe con facilidad y debemos ser cuidadosos con eso, porque ese cristal se protegerá con nuestro accionar, “los japoneses creen que cuando algo ha sufrido un daño y tiene una historia, lo deben reparar rellenando las fisuras con oro o plata (Kintsukuroi), para sobreponerse a periodos de dolor, que la nueva Asamblea Nacional sea el oro o la plata de un país que ha recibido un enorme daño.

El siete de diciembre no termino la lucha por devolverle la libertad a  Venezuela, ese día comenzó, es una bola de nieve que dependerá de cuanto crezca por el comportamiento de quienes llevan ahora en sus espaldas la confianza de un pueblo que quiere cambio, no hay tiempo para dormirse en el almíbar del triunfo.

Llegó el momento de dar la batalla no en términos bélicos, tenemos que seguir ganando terreno en el poco pueblo que aún cree en ellos, porque después de la contundente derrota, el régimen pretende castigarlo por su “infidelidad” con el proceso que los ha humillado.

El seis de Diciembre ganó la paz, ganó la tolerancia se debe ser humilde en la victoria porque no saber ganar es perder, debemos hacer la diferencia entre lo que fue vulgaridad y actitud pendenciera. Tora ! Tora ! Tora ! despertó del letargo un gigante que solo quiere cambio.

Coronel Antonio Semprun
coronelantoniosemprun@gmail.com
@antoniosemprun

Miranda - Venezuela

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