lunes, 14 de diciembre de 2015

JOSUE ARTURO MOLINA SUAREZ, PLEBISCITO

Los ciudadanos viven momentos de alegría por la motivación generada de haber alcanzado la mayoría calificada para la nueva Asamblea Nacional.

Los resultados rebasaron las encuestas y derrumbaron mitos establecidos en cuanto a la participación ciudadana en este tipo de elección. Por primera vez en la historia Republicana un factor político en alianza alcanza la mayoría absoluta del foro parlamentario.

La rabia acumulada por la sociedad se destapo el seis de diciembre y para sorpresa de propios y extraños se fue por una sola vía. La estrategia de que alcanzando un número determinado de diputados se podían lograr aspectos relevantes consagrados en la Constitución Nacional, logró su cometido, y la fuerza del cambio se expresó de forma contundente.

El verbo encendido del mandatario nacional y sus secuaces, para generar miedo y terror en los ciudadanos, termino siendo el incentivo para la participación.

Las pitas a los gobernantes de varios estados no se hizo esperar, lo que denotaba un profundo repudio a la escasez y hambre sembrada desde las altas esferas del poder, pero disfrazada con argumentos invisibles como la llamada guerra económica.

Al comparar resultados entre las elecciones parlamentarias de 2010 y 2015, para el caso Táchira, tomando como referente el voto lista, puede verse el crecimiento electoral o no, derivado de la polarización.

En las parlamentarias 2010, la oposición obtuvo una votación de 290,217=56,45%; para el 2015 obtiene 392,709=65,55%, crece 102,492 votos=9,1%.

El régimen para 2010, obtiene apoyo de 216.393 electores=42,09%; una diferencia de 73.824 votos a favor de la oposición=14,36%. Para 2015 el oficialismo obtiene 175,103=29,93%, perdiendo 41,290 votos=-23,58%.

 La abstención para el año 2010 fue de 220,972 electores=29,56%. Para el 2015 de 201,649=24,33%, disminuyendo en 19,323 electores=5,23%.

Sin embrago no se debe descuidar que para el 2010, los inscritos en el registro electoral eran 747,414 electores, y para el año 2015 es de 828,970 ciudadanos, un crecimiento de 81,556 votantes= 9,83%.

La relación entre inscritos y abstencionistas deja ver un cuadro interesante, para los respectivos análisis, veamos: si la abstención bajo en 19,323 electores, y los nuevos votantes son 81,556, eso sumaria 100,879 electores, que vendrían a compaginar el señalado crecimiento electoral opositor: 102,492 electores.

Ahora bien, queda la duda, ¿hacia dónde se esfumaron los 41,290 electores oficialista?; tal vez el dato se precise en los circuitos electorales, pero ese análisis lo haremos en la próxima entrega.

Lo que facilita a la oposición obtener la mayoría calificada en la nueva Asamblea Nacional, es la torpeza que cometió el régimen en 2009, al aprobar la base electoral que les permitía con menos votos obtener mayor diputados, como sucedió en la elección parlamentaria de 2010, pero que ahora, producto del rechazo nacional, se le devuelve la pelota, pero en términos gravísimos para su gobernabilidad.

Los ciudadanos quieren cambio. Los gritos, escenas salidas de los cabellos, amenazas o actos de venganza no tienen cabida. Los venezolanos esperan por la sindéresis y el respeto. No hay excusas, unos tienen el poder ejecutivo para asumir con hidalguía el mandato ciudadano; otros el poder legislativo para enderezar los entuertos.

La crisis económica y el rechazo al modelo Castro-Comunista, transformó la elección parlamentaria en plebiscito. Ahora le corresponde a cada poder cumplir con la competencia señalada en el texto constitucional. 

Josue Arturo Molina Suarez
jarturomolina@gmail.com
@jarturoms1

Tachira - Venezuela

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