Venezuela se ha pronunciado con
dignidad republicana, con alto sentido de ciudadanía y firmeza democrática este
memorable 6 de diciembre, fecha que quedará inscrita entre los anales del
civilismo en nuestra historia.
Venezuela se ha opuesto en estas elecciones
parlamentarias a un modelo de sociedad sin pluralismo, a formas de relación
política basadas en la intolerancia y exclusión, descalificadoras de los
adversarios, instigadoras de posturas sectarias y atropelladoras que reducen al
país a meros escenarios de conflicto sin auténtica visión integradora que
procure objetivos y conductas de Estado y de nación. Se ha expresado contra
todo aquello que perjudica al individuo en sus aspiraciones y posibilidades y a
la sociedad en su convivencia y desarrollo.
Venezuela se ha opuesto a conductas
antidemocráticas que afectan en la práctica la vigencia de los derechos
políticos, económicos y sociales y que son contrarias a la propia Constitución,
desconociendo la división de los poderes; el efectivo control de la gestión
pública; la transparencia; el manejo escrupuloso de los recursos; la solución
de los problemas nacionales más allá del discurso ideológico que identifica
únicamente los males del país en actos de terceros y no en las propias
decisiones, la ausencia de diálogo, de rectificaciones oportunas, de controles
y de contrapesos que son el fundamento a la democracia más allá del solo acto
electoral, y de todo lo cual depende la construcción del bienestar general del
país.
Venezuela también se ha pronunciado por
leyes que nos protejan con equidad y justicia lo cual se corresponde con el
verdadero carácter de un Congreso.
Se ha manifestado a favor del
fortalecimiento de las instituciones y del Estado de Derecho, en el que los
poderes actúen con independencia y corrección, reconociendo y respetando sus
respectivos ámbitos, así como a favor del rol profesional y democrático de la
Fuerza Armada, que resguarda el arsenal de la República y a la cual se debe
únicamente, de conformidad con sus mejores tradiciones y la lección perpetua de
los héroes fundamentales de la patria.
Las mayorías populares se han decidido
por la unidad del país, la vigencia de los valores democráticos, el fin de la
beligerancia, la corrupción, la impunidad, la inseguridad, la improductividad y
el desempleo, exigiendo un cambio de modelo político, económico, social y
judicial, demandando medidas concretas que rescaten el crecimiento, la libertad
de los presos políticos, el equilibrio en la gestión y la sanción de tantos
hechos ilícitos que ofenden la conciencia pública, aspiraciones que exceden la
misión del Parlamento y que involucra a los otros poderes del Estado, los
cuales deben interpretar y acatar en todo su significado la expresa e
inequívoca voluntad nacional.
El resultado electoral legislativo en
Venezuela implica el comienzo de un largo, profundo e inevitable proceso de
reconstrucción institucional y ciudadana que debe permitir la unidad, la
reconciliación, el alcance de los objetivos generales de la nación, que ha
ratificado su naturaleza democrática y que solo aspira a su verdadero
bienestar.
La democracia debe prevenirse de las
miserias de la política, de la ignorancia de las masas, del fanatismo en las
ideologías, del abuso de la dirigencia y del poder, entre otros males, que han
atentado permanentemente contra ella y que para subsistir requiere virtudes
ciudadanas, dignidad republicana, instituciones respetables, ética política,
resultados materiales, condiciones de extendido bienestar, educación y
conciencia de los pueblos que se imponen ante sus gobernantes cuando estos
olvidan sus deberes que no son otros sino servir a los demás, respetar a la
nación, cumplir la Ley, dar ejemplos de sabiduría y rectitud, interpretar
cabalmente la voluntad general y asegurar, en consecuencia, el bien común.
Jose Felix Diaz Bermudez
jfd599@gmail.com
@jfdiazbermudez
@jfd599
Anzoategui - Venezuela
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