lunes, 7 de diciembre de 2015

J RICARDO VALENZUELA, DENME LIBERTAD O DENME FOBAPROA, DESDE MEXICO


Una vez más arribamos a esta época del año que invita a la reflexión, a la auditoria de vidas, calificación de conductas que luego nos arrojan resultados que debemos de enfrentar. En los próximos días iniciaremos la segunda mitad de esta década del nuevo siglo y, tal vez por ello, esta reflexión deba ser especial. Un siglo que desde su inicio, aquel 11 de septiembre, estampara su firma anunciando su avenida.

Hace años y por estas mismas fechas, tiraba el ancla de mi barca en un nuevo puerto, los EEUU. Abandonaba las borrascosas aguas que cercaban un país a punto de naufragar ante la desesperación de los mexicanos. López Portillo gritaba; "nos saquearon pero ya no nos volverán a saquear", al mismo tiempo que certeramente daba el tiro de gracia a una economía comatosa cuando, de forma ilegal y violando la constitución, cual virrey colonial decidía expropiar la banca tratando de colgarle la culpa de su  ineptitud.

Como parte de mi ritual contemplativo de fin de año, acudo a notas que produzco de mis experiencias y en esta ocasión, me he dado a revisar las que describían mi percepción de aquel lejano Diciembre a más de 30 años de distancia, y realmente me sorprendo. El mundo ha cambiado, no hay duda. La Unión Soviética ha desaparecido dando respiro a una vigorosa Europa Oriental en busca de libertad y su destino. China emerge como el milagro del nuevo siglo, en férrea competencia por ese título con una India transformada y sedienta de participar en el mercado mundial. La advertencia de Hayek parece hacerse realidad cuando, ante la caída del comunismo afirmara, ahora el gran enemigo será el Islam.

Pero al arribar a mis garabatos describiendo nuestra región, México y EEUU, mi sorpresa es aún mayor al darme cuenta que pasado y presente tienen una semejanza escalofriante. En la década de los 80 los EEUU, bajo el liderazgo de Jimmy Carter, enfrentaban una aterradora crisis económica en la cual ese triángulo de la miseria; desempleo, crecimiento, inflación, establecían niveles nunca antes experimentados, mientras el presidente invitaba a los ciudadanos a resignarse ante la mediocridad. Los terroristas musulmanes en Irán invadían la embajada de EEUU, tomando cientos de rehenes dando inicio la guerra del Islam contra occidente. EEUU perdía su liderazgo y su prestigio internacional.

En México, el país de Alicia y sus maravillas, López Portillo invitaba a prepararnos para manejar la abundancia mientras la inflación y la deuda ya nos ahogaban, el peso iniciaba su trágica espiral, nuestro petróleo rodaba igual por la cuesta baja de la imprudencia y la demagogia, provocando que Silva Herzog, el encargado de las finanzas nacionales, se presentara en Washington para declarar la bancarrota del país, mendigando ayuda. Los mexicanos se arremolinaban en la frontera con EEUU tratando de escapar de tal pesadilla.

¿Cualquier similitud con el presente es pura coincidencia?

Hace 30 años el PIB de México representaba el 5% del de EEUU, hoy día esa ecuación permanece igual a pesar del mal comportamiento de la economía de nuestros vecinos durante los últimos años. Pero tal vez el dato más alarmante sea el referente a nuestra libertad económica. Hace tres décadas México ocupaba el lugar #63 en el Índice de Libertad Económica. Hoy día se sitúa en el #59, mostrando claramente el origen de nuestro estancamiento.
EEUU, por su parte, de la mano de Obama han iniciado un estrepitoso declive en su libertad que ahora amenaza al mundo entero. Hace 30 años ocupaba el lugar #5 en ese glorioso índice, hoy día es el #12 y cayendo. Obama, con sus más de 1000 órdenes ejecutivas (record mundial), procede a esclavizar al país.

Ahora ¿qué significa la ausencia de esta libertad?

El Índice de Libertad Económica ha registrado cientos de ejemplos de cambios en política pública incrementando la libertad económica, fomentando así una mayor prosperidad. Esos datos demuestran los firmes y positivos vínculos entre libertad económica y diversos aspectos del desarrollo humano. Ningún sistema alternativo se acerca siquiera al historial del capitalismo de libre mercado, a la hora de propiciar el crecimiento y mejorar la condición humana. Los resultados así lo confirman y demuestran que sólo se puede lograr un dinamismo económico sostenido, cuando los gobiernos adoptan políticas económicas que habilitan un mayor número de opciones para personas y empresas, fomentando la capacidad de emprendimiento.

A pesar de muchos pasos en falso dados por países en respuesta a la sus respectivas crisis económicas, convirtiéndose luego en un ataque político contra el capitalismo, el sistema de libre mercado permanece vigente y saludable. A medida que se hace más evidente el impacto de los errores reguladores y gasto de los gobiernos, gente en todo el mundo se está dando cuenta que el perjuicio económico infligido por la pesada mano del gobierno (crecimiento mediocre, deterioro del entorno empresarial y reducido crecimiento del empleo) no es algo inevitable, sino el resultado de malos gobiernos tomando venenosas opciones de política pública.

Es muy evidente que la política más efectiva de un gobierno para provocar creación de riqueza y desarrollo económico, no es incrementar su gasto o el aumento de capa tras capa de normativas reguladoras, pues ambas reducen la libertad económica y por ende el desarrollo. En cambio, está comprobado que los mejores resultados se consigan mediante reformas normativas que promuevan incentivos más atractivos que impulsen la actividad empresarial, creando más oportunidades y mayor dinamismo económico.
Igualmente notables son los beneficios fundamentales que emanan de una relación estrecha y positiva entre libertad económica y niveles de ingresos per cápita. En el caso de países que logran puntajes que reflejan, incluso niveles moderados de libertad económica, la relación entre libertad económica y PIB per cápita es enormemente significativa y para muestra basta un botón: Ingreso per cápita de Singapur, $90,000 dólares. Ingreso per cápita de Venezuela, $13,000 dólares.

Los países que ascienden en la clasificación de libertad económica muestran cada vez más elevados niveles en sus ingresos. Las economías calificadas como “libres” o “mayormente libres”, disfrutan de ingresos que triplican los niveles promedio del resto de países y quintuplican los de las economías “reprimidas”.  A medida que la economía global se ha transportado hacia una mayor libertad económica a lo largo de las dos últimas décadas, el PIB mundial ha aumentado cerca de un 70%, mientras que el índice de pobreza se ha reducido a la mitad, rescatando cientos de millones de la pobreza.

La lección es clara: El espíritu humano es la verdadera fuente de la prosperidad económica. Ese espíritu alcanza su grado máximo de inspiración cuando se libera de las cadenas con las que lo mantienen prisionero.

Entonces, políticos mexicanos; denme libertad económica no Fobaproa.


Ricardo Valenzuela
chero@reflexioneslibertarias.com
chero13704@gmail.com
@elchero
Mexico

Ineptocracia :


“Un sistema de gobierno en el que los menos aptos para ejercer el poder, son elegidos por esa mayoría de los que no producen nada, en el que los miembros de la sociedad incapaces para sostenerse a sí mismos y no tratan mas, se les recompensa con bienes y servicios expropiados de la riqueza creada por un número cada vez menor de gente responsable y productiva“.

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