No es la primera vez que la MUD confunde la gimnasia con la magnesia
desconociendo de quien son los votos.
Así ocurrió con Henrique Capriles en el 2013 (ver Los votos no son de Henrique
en http://ticsddhh.blogspot.com/2013/04/los-votos-no-son-de-henrique.html). Así
que es muy importante que sepamos quien ganó realmente este domingo: la
población arrecha con el régimen de Nicolás Maduro.
Fue sorprendente el comportamiento de la población. ¡Ni siquiera los
motorizados del régimen actuaron como en otras oportunidades! No se sintió la
Diana del régimen a las 5 de la mañana en todo el país. No hubo las
acostumbradas colas con gente disfrazada de rojo. ¡Les daba vergüenza apoyar al
régimen abiertamente! Hubo una mayor disposición de la población (que no de los
partidos) a defender los votos. En La Vega hubo un caso donde la gente de un
centro impidió el acceso de autobuses llenos de gente llevadas a votar fuera de
la hora del cierre. En Tovar, Estado Mérida, la poblada iba a linchar a unos
funcionarios que consiguieron haciendo cedulas y manipulando maquinas
electorales para fabricar votos (oír testimonio en http://tinyurl.com/qgtk3mh).
No es mi intención aquí minimizar en modo alguno el triunfo de aquellos
sobre quienes ahora descansa la responsabilidad de generar un cambio en
positivo para el país desde la Asamblea Nacional. Ellos eran simplemente las
personas que estaban allí para endosarles esa URGENCIA de cambio político para
el país. La gente ni sabía cómo se llamaban ni de qué partido eran. Simplemente
usaron la tarjeta opositora en contra del gobierno. Pero ahora esos diputados
tienen una seria responsabilidad que no pueden soslayar, que no es otra cosa
que ponerle controles a un régimen que ha monopolizado a la fuerza todos los
Poderes Públicos.
Pero lo más difícil será traducir en resultados concretos esa acción
legislativa para que pueda verse manifiesta concretamente en la mesa y en los
bolsillos de los venezolanos. Eso será un gran reto que deberán alcanzar esos
nuevos diputados a partir de enero, corriendo el riesgo de defraudar las
expectativas han levantado en los venezolanos. Y eso si es un reto importante.
Sin embargo, también hay otras expectativas no tan superficiales. Y son
aquellas que derivan del respaldo al triunfo electoral originado en las Fuerzas
Armadas. De acuerdo a la versión del periodista Emili Blasco (ver E.J. Blasco,
ABC Internacional, El Alto Mando militar fuerza aceptar la gran victoria de la
oposición en Venezuela
http://www.abc.es/internacional/abci-alto-mando-militar-fuerza-aceptar-gran-victoria-oposicion-venezuela-201512070619_noticia.html?ref_m2w)
las Fuerzas Armadas impidieron el fraude montado por el régimen (¿será por eso
que Jesús Torrealba pidió un aplauso a los militares en su discurso de
triunfo?) y planteado por Diosdado Cabello al pretender movilizar grupos
paramilitares.
De acuerdo a Blasco: “La tensión comenzó a las 6 de la tarde, cuando de
acuerdo con la ley electoral debían cerrar los centros electorales. El CNE
anunció que las puertas se mantendrían abiertas durante una hora más (en
ciertos lugares llegaron a ser dos). Ese tiempo fue aprovechado por el chavismo
para fabricar votos en aquellos distritos donde con ciertos crecimientos podía
arrebatar escaños, en centros donde la oposición no podía controlar esa
irregularidad. Así, dos testigos opositores de un centro de Cabudare, en el
estado de Lara, contaron que militares del Plan República les apartaron de sus
posiciones y les mantuvieron incomunicados mientras chavistas traían a personas
no pertenecientes a ese centro para votar. La oposición aseguró que eso ocurrió
en unos doscientos lugares.”.
Este procedimiento es harto conocido por quienes hemos denunciado el
fraude hasta la saciedad y por la oposición oficial, solo que en esta ocasión
los militares no lo dejaron pasar. ¿Y si los militares no hubieran intervenido?
Simple, se hubiera manifestado el fraude gigantesco que algunos esperábamos,
con los militares enfrentándose el lunes en las calles a una población
enardecida sabedora de su triunfo, con el consiguiente resultado sangriento por
todos conocido.
Entonces, la cuenta pendiente por pagar la tiene la MUD con la población
pero también con los militares. Será interesante ver como se moverá ese nuevo
equilibrio en los meses por venir, ya que no hay nada más lejano de la realidad
como un “triunfo” de la MUD sino de un reposicionamiento de las fuerzas
políticas, con los militares actuando como el fiel de esa balanza.
¿Y cuál debería ser ahora la actitud de los venezolanos ante ese hecho?
Exigir, exigir y exigir a aquellos que salieron electos el 6D enderezar el
rumbo político más allá de controlar a unos comunistas que buscarán hacer lo
imposible para destruir la gobernabilidad de Venezuela. Deberán encontrar la
solución Constitucional definitiva a la destrucción institucional del país,
logrando que el régimen se ajuste a la Constitución de 1999, derogando la Ley
del Plan de la Patria. En otras palabras, hacer válidos los acuerdos firmados
el 23 de julio donde se comprometieron a solucionar la crisis política de
Venezuela en seis meses a partir de enero de 2016.
Tal vez sea demasiado pronto para saber si lo conseguirán pero eso sería
el primer paso para el logro de una solución más estable y definitiva, que no
es otra cosa que convocar con esa mayoría al Constituyente para rehacer el
Pacto Social y reconstruir el sistema político del país, convocando a los
venezolanos a una Asamblea Nacional Constituyente para la reconciliación, la
reconstrucción y la paz.
Lo que se logró el 6D fue equiparar en poder dos fuerzas telúricas del
país, que no son precisamente la MUD y el régimen, sino dos grupos importantes
de venezolanos que hoy son irreconciliables. No se trata de que uno le pase por
encima al otro como hizo Chávez en 1999, sino de construir el todo que es
Venezuela entre todos, discutiendo los caminos que existen para ello. Ojalá que
los políticos que hoy creen que “ganaron” lo entiendan así…
Luis Manuel Aguana
luismanuel.aguana@gmail.com
@laguana
Caracas - Venezuela
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