Al conmemorarse el Centenario del
nacimiento del Ex Presidente Rafael Caldera, hemos podido leer excelentes
artículos recordando su extraordinaria carrera pública y privada, en la que los
autores resaltan sus innumerables logros desde el inicio de su carrera, cuando
aparece en el escenario nacional como un joven comprometido que supo dar
respuestas lúcidas al reafirmar su compromiso de vida como destacado dirigente
civil, y defender su ideario cumpliéndolo hasta al final de sus días.
Desde sus primeros pasos, Caldera mostró su apego a la Libertad
contribuyendo con sus aportes en la transición de Venezuela hacia el
pluralismo, dando respuestas modernas a la profunda crisis que dejo en el país
el Gomecismo. Siempre estuvo latente en el destacado líder venezolano su
compromiso planetario. Don Pedro del Corral recordaba con mucha emoción como estando en París, el
destacado médico venezolanos escucho a un Caldera adolescente lleno de ideales
en la escala que hizo en la capital francesa antes de viajar a Roma donde
participaría como representante de la Juventud Católica en el Congreso
Iberoamericano de Estudiantes Católicos, donde conoció a futuros dirigentes
latinoamericanos,entre ellos un joven destacado dispuesto a promover en Chile
el Social Cristianismo: Eduardo Frei.
A los 19 años público su primer libro sobre otro Estadista Venezolano de
talla mundial: Don Andrés Bello cuyos aportes en Venezuela, Chile y en el Mundo
son indiscutibles. A los 20 años, el Presidente Eleazar López Contreras lo
nombra como responsable de la Oficina Nacional del Trabajo, embrión del futuro
Ministerio del Trabajo, y luego lo incorpora en la Delegación que discutió el
tema de la frontera con Colombia, representando a la oposición.
Sus cualidades como estudiante exitoso al obtener el Summa Cum Laude en
la Universidad, o como destacado jurista con su tesis de grado sobre el Derecho
del Trabajo, lo llevo a participar en los más destacados Foros Internacionales
de especialistas en el Derecho Laboral, que también transmitió como Profesor
consagrado toda su vida a formar jóvenes generaciones, demostrando en todo
momento su apego en la búsqueda de la verdad y en plasmar en los hechos su
compromiso social y cristiano, que lo convirtieron en un Estadista respetado en todo el Mundo.
Su carrera parlamentaria al frente del Partido Demócrata Cristiano COPEI
en 1941, 1945, 1947, 1958, y 1963 también tuvo una dimensión internacional,
cuando los demócrata cristianos del mundo propusieron su nombre para presidir
la Unión Interparlamentaria Mundial, y fue aclamado por los Parlamentos del
Mundo siendo el primer latinoamericano que en 100 años de creación de la
institución asumía el liderazgo parlamentario internacional. Nunca estudio
fuera del país, pero dominaba varios idiomas, y así lo vimos presidiendo las
discusiones en Español, Inglés, Francés, Italiano, además de utilizar en los
debates sus conocimientos en Alemán y Portugués. Conducía las Sesiones con
firmeza y valentía lo que le mereció la
reputación como un Estadista excepcional.
Como Presidente de la República en dos oportunidades (1969-1974 y
1994-1999) supo proyectar la imagen de una Venezuela moderna, basada en la
promoción de los derechos humanos, la democracia, la libertad, y en todo
momento, al igual que su recordado Ministro de Relaciones Exteriores Aristides
Calvani proyecto las bases de la Justicia Social Internacional y del Bien Común
Universal. Con ese parámetro, logró impulsar la democratización de América Latina,
pero desde una perspectiva realista,
porque basó su proyección en la tesis de la Unidad en la Pluralidad en
América Latina con el fin de promover la integración, mientras que a nivel
internacional propuso la tesis del pluralismo de ideologías con lo que se
establecieron relaciones con la URSS y con los Países del Este. En ambos casos,
sin dejar de pronunciar la voz de la democratización que tuvo efectos positivos
en el terreno de regímenes totalitarios de derecha y de izquierda, con
excelentes resultados, ya que colapsaran con el tiempo viejos y nuevos
autoritarismos.
Caldera entendió el signo de los tiempos. Las acciones en pro de la
educación, la vivienda, la salud, la seguridad, la lucha contra la pobreza, el
empleo digno y bien remunerado, el desarrollo integral. Esos conceptos
paulatinamente fueron cobrando vigencia planetaria, hasta tal punto que cuando
en el inicio del Siglo XXI las Naciones Unidas aprobaron las Metas del Milenio,
vemos claramente que una de las contribuciones fundamentales, fueron las
definiciones de ese gran Estadista Venezolano Rafael Caldera en el Siglo XX lo
adelanto al defender sus propuestas en plenarias de la ONU. FAO, UNESCO, OIT y
muchos otros organismos internacionales.
Por ello, al conmemorarse el Centenario de Rafael Caldera, debemos
rendir el tributo a un Estadista de reconocimiento Mundial, y en estos
difíciles momentos en que nuevamente nos encontramos en un periodo de
transición, inspirarnos en ese ejemplo de autenticidad.
Milos Alcalay
milosalcalay@yahoo.com
@MilosAlcalaym
Internacionalista
Miranda - Venezuela
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