Lo que siempre ha
sido una alternativa alimenticia para los sectores de clase media y de los
habitantes de los sectores populares, en estos tiempos de revolución
bolivariana ha pasado a ser un plato de lujo. El popular sancocho que alcanzaba
para toda la familia y echándole un poco de agua para rendir el caldo alcanzaba
hasta para que comieran los invitados que llegaban a última hora con algún de
la casa. El popular sancocho se ha hecho difícil no solo por la escasez de las
cosas que azota al país, sino por lo caro que se han puesto los ingredientes.
Saquemos cuenta para
ver cuánto cuesta exactamente preparar un sancocho para una familia de cinco
personas, padre, madre y tres hijos, que es el número de integrantes de la
mayoría de las familias venezolanas. Un kilo de costillas cuesta 1000 bolívares
y para eso se necesita un kilo y medio que son 1500 bolívares. La verdura
cuesta 600 bolívares el kilo y se necesitan dos kilos que son 1200
bolívares. El paquete de aliños
integrado por cebollas, ajo, pimentón y ajíes dulces, entre otros, está por el
orden de 800 bolívares, mas un sobrecito de sopa maggy para darle gusto en 200
bolívares. Total 3700,oo.
Pero, después de
preparado el sancocho y listo para servirlo, hay que comprar una torta pequeña
de casabe que cuesta 150 bolívares y un kilo de lechosa o de cambures para el
jugo por 300 bolívares, mas los 3700,oo es un total de 4150,oo bolos. Pero
además de dar gracias a Dios por los alimentos que se van a ingerir, hay que
cruzar los dedos para que en ese momento no toquen a la puerta y entre un amigo
o familiar que obligue necesariamente a colocar una o dos sillas en la mesa y
echarle agua al canarín para rendirla.
Ahora bien, contemos
con cuanto cuenta esa familia donde solo uno trabaja, el padre o la madre y gana salario mínimo. Si aplicara la tarjeta
de cesta ticket que de acuerdo a la nueva unidad tributaria ahora serán 7800
bolívares, solo alcanzaría para que esa familia de cinco integrantes coma una
solo vez al mes sancocho. Pero si aplicara los 9600 bolívares del salario
mínimo y los 7800 de los cesa ticket, solo alcanzaría para comer sopa cuatro
veces al mes, sin invertir en nada mas ni hacer otros pagos obligatorios como
los servicios públicos.
Cuando vemos ese
cuadro de miseria en que han convertido a nuestro país, donde por culpa de las
malas políticas económicas que generaron inflación mas alta del mundo que tiene
a las familias venezolanas alimentándose mal y los niños no están consumiendo
las proteínas necesarias que recomienda la Organización Mundial de la Salud,
para que haya un crecimiento adecuado y se produzcan buenos rendimientos en las
escuelas, liceos y universidades, podemos afirmar que la revolución bolivariana
y socialista del siglo XXI es una estafa en materia de alimentación y un fraude
en materia política.
Esta es la triste
realidad que los burócratas que integran el mal llamado grupo de la FAO que
depende de las Naciones Unidas no mira ni mide, a la hora de otorgar el cartón
al régimen de Nicolás Maduro declarando que las políticas alimentarias
aplicadas bajaron el hambre y la pobreza en Venezuela. Seguramente que estos
burócratas de la FAO para dar esa estafa
como veredicto, sin ninguna duda, realizan las encuestas en las quintas de lujo
donde viven los enchufaos y no en los sectores populares donde una familia cuyo
padre o madre gana salario mínimo solo puede comer sopa de costillas cuatro
veces al mes, y nada mas.
Pero la vaina no se
queda allí, con la implementación del decreto de Emergencia Económica rechazado
por la Asamblea Nacional y revivido por la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, ahora por las medidas anunciadas por Nicolás el salario
mínimo se ubica en 11 mil bolívares y la cesta ticket en 13 mil, lo cual
significa que el salario pasó a ser
complemento de los bonos de alimentación. Que tal. Ahí queda eso.
Gerónimo Figueroa Figuera
geron2ff@hotmail.com
@lodicetodo
CNP:569
Monagas – Venezuela
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