La situación de inseguridad y angustia permanente que los
Venezolanos vivimos diariamente, por culpa de la terrible escalada de violencia
que existe en el país, es cada vez mayor. En la medida que el régimen de la cúpula militar cívico
liderada ya no se sabe por quién, antes era Maduro, ahora ni eso, cede terreno
a la violencia social, mayor es su incapacidad para atender este dantesco drama
que enluta la nación ante la mirada silente de quienes nos gobiernan. Este es
definitivamente un gobierno cuya naturaleza es la mirada del fracaso, les
importa cualquier cosa menos el bienestar colectivo de los ciudadanos.
La ausencia de políticas integrales de seguridad
ciudadana y la aplicación en medidas erradas durante los últimos 17 años, han
convertido Venezuela en uno de los
países más violentos del mundo. Contribuyendo este mal a la falta de inversión
y por supuesto ha aumetar la crisis de hambre. De tener 4.550 homicidios en
1998, pasamos a 19.336 asesinatos en 2011, sin contar con las actuales que por
falta de información oficial se desconoce. Todos los índices de criminalidad
han aumentado sostenidamente en este período. El Gobierno ha aplicado 18
“planes” contra la inseguridad sin obtener ningún resultado positivo. La
“Propuesta para la Gestión Bolivariana Socialista 2013-2019″ y la misión “A
Toda Vida Venezuela”, constituyen el decimonoveno proyecto oficialista,
convirtiéndose en un nuevo fracaso, otro fraude más del cual nadie en el
gobierno nadie habla ya. No hay sector, calle, cuidad, pueblo, parroquia,
urbanización, cerro donde la inseguridad no esté presente.
Abordar un tema tan complejo como la inseguridad
ciudadana a través de una “misión”, ya es sinónimo de improvisación. Siempre el
gobierno, el anterior de Hugo Chávez y el actual de Maduro o quien sabe quién,
han mantenido el estilo populista de abordar los temas reales de la sociedad.
Las medidas destinadas a resguardar la vida y los bienes de los venezolanos,
deben ser concebidas como verdaderas políticas de Estado no como meros
ejercicios discursivos. Ejemplo el alcance
de la olvidada misión “A Toda Vida Venezuela” no paso de ser mera publicidad
demagógica, sin resultados concretos.
En el Estado Trujillo las cosas en esta materia han ido
deteriorándose peligrosamente, esta
tierra de paz y encanto, conocida como cuna
de santos y sabios, es parte de los altos indicadores que nos muestran
el avance de la violencia organizada, de esta situación el Estado a través de
su política regional se hace el ciego y el sordo, nada ocurre, nada pasa, la
Dirección de política es un cero a la izquierda, cuya única gestión es el
palabrerío vacío, hueco de los comunistas del 60, la invocación al
patrioterismo antiimperial que nada resuelve, no muestra ningún aporte a
solucionar o por lo menos diseñar un
propósito que ataque este flagelo; mientras los diarios regionales en su
paginas rojas carecen de espacio para reseñar tanto acontecimiento de dolor,
llanto y robo que a diario ocurren en los diferentes municipios. Como dicen en
el pueblo “el hampa anda con el moño suelto”,
Estamos en momentos de muchas decisiones; ya lo dijo el
Presidente de la Asamblea Nacional Henry Ramos Allup, tres grupos militares
conspirando y cuatro grupos internos del psuv exigiendo la renuncia de Maduro.
El fracaso del gobierno con su legado de 17 años y todo lo que representa es un
total fracaso, el fracaso rojo. El futuro exige cambios, una luz en el túnel
abrió cause en Diciembre pasado, pronto Trujillo estará en buenas manos para
atender lo que esta incompetencia roja
no pudo resolver ni siquiera atender. El país amerita con urgencia la salida electoral,
constitucional y pacífica de este gobierno fracasado.
Leonardo Alfredo
Montilla Delgado
montillaleoa@gmail.com
@LeoMontilla
Trujillo - Venezuela
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