El país y junto con
él, el Gobierno nacional, viven una situación desesperada. Aquel por sobrevivir
ante el apocalipsis presente en escasez, corrupción e inflación, aparte de
otras maldiciones de igual calibre. El presidente Maduro, ministros, gobernadores
de Estado y alcaldes del desvencijado chavismo deciden actos proselitistas
aburridos y atacan con furia contra los medios de comunicación social tratando
de esconder irracionalmente la tragedia griega, obra de estilo trágico, y la
autoría del caos suficientemente conocida por el pueblo venezolano.
Dentro de tan solo
dos días entramos en el cuarto mes del año de este 2016 que es un nuevo año
electoral de probables elecciones de gobernadores y factibles sufragios para
una enmienda constitucional, referendo revocatorio y en última instancia se
piensa en una posible constituyente. Todas estas acciones contempladas en la
Carta Magna están entendidas entre grandes signo de interrogación y
sustentables dudas.
Lo cierto del caso es
que Vicente Bello coordinator National de Asuntos Electorales y representante
ante el Consejo Nacional Electoral de la Mesa de la Unidad Democrática, aseguró
que las elecciones de gobernadores planteadas para este año y el referéndum
revocatorio no se pueden ejecutar en un mismo proceso electoral, además, indicó
que es el CNE quien decide en cuál orden
se hace cada proceso electoral.
Está perfectamente
claro entonces que técnicamente no dan los tiempos para ambos procesos
electorales por lo tanto le corresponderá a la oposición fijar sin demora cuál
camino tomar, que sin mayores dudas debe ser el que el pueblo y la sociedad
civil organizada clama en silencio, donde están puestas todas sus esperanzas
para la salida de Nicolás Maduro del Gobierno y un cambio asimismo del sistema
que por 17 años ha logrado con pasmosa efectividad la destrucción absoluta del
país.
En conclusion, el
Gobierno se encuentra en unas condiciones deplorables. Anémico, con un hambre
insasiable de dinero, autoconvencido que no podrá sostenerse asido al poder
mucho tiempos más.
Por otra parte una
oposición que le es complicado saltar las barreras que le atraviesan el
Tribunal Supremo de Justicia y la Sala Constitucional. Al extremo, para nombrar
un solo hecho, que hasta la fecha la AN no ha logrado la aparobación de la Ley
de Amnistía que fue una de sus banderas en la pasada elección parlamentaria del
6 de diciembre.
Un Gobierno que viene
en caída libre, que no parará en su vertiginoso descenso y una oposición que no
logra zafarse de las garras TSJ, es probable, solo probable, repito, que en los
copitos de la dirigencia política se esté buscando un acuerdo para la al salida
de Maduro del poder aunque parezca todo esto un canto cándido.
Lo cierto es que
habrá este mismo año un desenlace en el país porque todas esas teorías cubano
marxista eran efectivas cuando las comunicaciones se llevaban a cabo a través
de señales de humo, los tiempos son otros y las sociedades mutan.
Rafael García Marvez
garciamarvez@gmail.com
@RGarciaMarvez
Carabobo - Venezuela
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