miércoles, 30 de marzo de 2016

LUIS EDUARDO MARTÍNEZ HIDALGO, 10 MILLONES PA´L BUCHE

Horas antes de iniciarse la Semana Santa, recibí las últimas encuestas de Datanalisis y Keller & Asociados; pocos días atrás me habían remitido la de Datincorp. Robando horas al sueño las leí detenidamente tras lo cual decidí compartirlas con líderes opositores cercanos.

Mientras la gran mayoría de los venezolanos descansaban -obligatorio oficialmente por lo demás- me reuní con diputados nacionales y regionales, concejales, dirigentes partidistas, para no solo presentarles los reportes de las tres encuestadoras que disponía sino también para revisar con ellos los complejos escenarios que tenemos por delante.
Los estudios precitados ratifican lo que se siente en la calle: 90,9 % de los venezolanos evalúan negativamente la situación del país incluido los que se identifican como oficialistas que en un 74,8 % piensan igual; 90,4 % opina que es grave el desabastecimiento; el 78,9 % afirma que se ha visto afectado por la escasez de medicamentos y el 60,5 % señala que no hace 3 comidas al día.
De las colas, que hoy son la marca-país, se obtiene un dato que avergüenza: los venezolanos de a pie pasan un promedio de 5 horas y media esperando por comprar lo poco que se vende en los establecimientos oficiales.
El 63,6 % de los entrevistados quiere que Maduro se vaya en el 2016 e interrogados sobre los resultados posibles en un revocatorio el 63,4 % de los que votarían lo harían afirmativamente.
Sea Enmienda, sea Referéndum Revocatorio, no hay ninguna duda que si hoy se realizase una consulta popular la derrota del oficialismo sería aplastante.
Un ejercicio matemático, soportado en los estudios precitados, permiten pronosticar que cualquiera de las dos alternativas para la salida de la presidencia, de Nicolás Maduro, cosecharía  a la fecha más de 10 millones de votos, para ser exactos 10.157.570 votos.
En el 2013 Maduro fue electo con 7.505.338 votos; en el 2015 los candidatos de la MUD, a la Asamblea Nacional, sumaron 7.726.066 votos, suficientes estos para revocar al actual Presidente o aprobar con amplísima mayoría la Enmienda por el recorte del período presidencial. La profundización de la crisis económica-social y la convicción que ella es producto de la incapacidad del primer mandatario nacional de torcer el rumbo, desechar el modelo fracasado, consensuar y adelantar las políticas y acciones requeridas para atender con urgencia el desabastecimiento de alimentos y medicinas, la inseguridad, el aumento desbocado de los precios, las carencias en los servicios públicos, la falta de empleos y oportunidades, sumado a la pérdida del miedo de empleados públicos, pensionados y beneficiarios de las misiones –que sufren tanto como el que más la situación que ahora se padece- explica el salto cuantitativo en la opinión por el cambio positivo.
En uno de los encuentros realizados, un dirigente asistente proclamó a voz en cuello: “10 millones pa´l buche; esto es un tiro al suelo” lo que provocó que una de nuestras diputadas lo atajara recordando que cuando se inició el proceso revocatorio contra Chávez todos daban por descontada su derrota pero que terminó ganando la consulta, agrego yo con el 59,1 % de la votación a su favor. 
El viernes pasado, en el aeropuerto de Maiquetía, topé con un diputado oficialista quien luego de saludarme, curioseó acerca de mi opinión de lo que pudiera pasar en las próximas semanas. Tras expresarle lo que aprecio me dijo sonriendo: “no cuenten los pollos antes de nacer que ahora es que hay juego”.
El pueblo venezolano está urgido que cambie el actual estado de cosas,  demanda un gobierno que se ocupe de sus muchas necesidades, sueña con un futuro mejor y que esto se logre en  paz y democracia. Pero como “los otros no son mochos” en el tiempo que viene, más que nunca, se requiere unidad, trabajo, organización y motivación para hacer realidad las esperanzas de un mañana distinto.
Luis Eduardo Martínez Hidalgo
vicerrector.ugma.unitec@gmail.com
@Luisemartinezh 

Monagas - Venezuela

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