Una vez ganadas las
elecciones a la asamblea nacional, es que comienza una tarea titánica y es la
reconstrucción del país. Yo creo que la unión puede movilizar más personas que el rencor. Hemos sostenido
durante los últimos años, que no se debe perseguir a las personas porque piensen
distinto. Mal haríamos nosotros de seguir una práctica persecutoria de las
personas que están de acuerdo con este régimen. Ninguna guerra se ha ganado
cuando nos dividimos, todo lo contrario debemos sumar cada vez más personas a
este nuevo aire de cambio que vive el país.
Durante estos últimos
años hemos asistido al deterioro más grande que ha sufrido la salud en
Venezuela durante toda su historia republicana. Los hospitales se encuentran
abandonados, la situación de insumos es patética y la inseguridad se encuentra
a la orden del día. Y para colmo, el gran éxodo que ha sufrido nuestro país de
su más valioso recurso (que no es el petróleo) sino el talento humano. Hemos
visto como durante estos últimos años, miles de profesionales, en su mayoría
jóvenes, han emigrado de nuestras fronteras, buscando nuevos horizontes en el
extranjero.
Al parecer el cuadro
de salud en Venezuela es más complejo de lo que parece. Para empezar no tenemos
una política de salud actualizada y coherente con la realidad que vive nuestro
país. Los grandes programas exitosos como los de la erradicación del paludismo
de quien fuera su artífice nuestro Arnoldo Gabaldón, han desaparecido. Y por lo
tanto hay un repunte de enfermedades como dengue, Paludismo y Fiebre Amarilla,
las cuales habían sido erradicadas por estos proyectos. En 16 años se han
cambiado tantos ministros de sanidad que no recordamos sus nombres. Pero el
gran error del ente que dirige la salud en Venezuela en primer lugar, es el de
no reconocer sus fallas. Una política errática de salud no acorde con los
planes y con la realidad, seguida de una gran incapacidad de los directores que
la deben llevar a cabo.
Para reconstruir
nuestro país y para reconstruir nuestra salud, debemos nuevamente enamorarnos
de nuestros trabajos. Debemos convencer aquellos médicos que se han ido, que
Venezuela les ofrece seguridad y beneficios. La patria está perdiendo a sus
hijos, y quizás este sea el peor de los daños que le ha hecho este gobierno al
país. Todo lo material lo podemos recuperar, pero ver a nuestros hijos alejándose de nosotros
es una herida que tendremos que reparar.
En épocas pasadas los
grandes maestros de la medicina se formaban en las grandes escuelas médicas del
extranjero, para luego volver a su país a compartir sus conocimientos. El mismo
José María Vargas, padre de la medicina venezolana, se formó en Londres y
Edimburgo, y luego volvio a su patria a enseñar a nuestros jóvenes. Así como
él, Razetti, José Gregorio Hernández, Pablo Acosta Ortiz, Santos Dominicci
entre otros, se formaron fuera de nuestras fronteras y luego volvieron a las
aulas de la UCV y al hospital Vargas para difundir sus conocimientos.
Pues bien, arreglar
el problema de salud quizás nos lleve tiempo, pero no es imposible. Solo hace
falta voluntad política y amor por la patria. Capacitar a nuestros
profesionales y no ligar la política de salud a un proyecto político
hegemónico, que pretenda mantenerse en el poder. Debe haber sinceridad y hacer
públicas las cifras que tanto le teme el gobierno, como son las de mortalidad
infantil, neonatal, materna. Prevalencia de enfermedades endémicas, y la
publicación del boletín epidemiológico. ¿Como podemos combatir una enfermedad?
o cómo podemos saber si lo estamos haciendo bien, si no conocemos las
estadísticas de sus casos.
La salud es uno de
los pilares fundamentales que mantienen un país, junto con la economía y la
educación. Cuando el gobierno entienda que salud no es hacer un operativo un
fin de semana en un hospital, sobre todo en época electoral, entonces podríamos
haber dado un paso hacia adelante. Estoy seguro de que si hiciéramos un
referéndum a la salud en este momento, lo perderíamos. La salud quedaría
aplazada por bajo rendimiento, como todas las políticas del actual gobierno.
Lamentablemente esto es lo que nos ha tocado y debemos luchar para cambiarlo y
mejorarlo. Huir del país no es una solución (Al menos para Venezuela) los hijos
de mi patria que hemos decidido quedarnos, debemos hacer lo posible por
recuperarla.
Nuestra salud está
enferma, está muriendo, no la dejemos morir!!!!!
Daniel Sanchez
danielsanchez24@gmail.com
@SanchezDany24
Miranda - Venezuela
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