Hemos ganado la AN; pero, el gobierno ha emprendido una campaña en la
opinión pública para generar una matriz de descalificación y desconocimiento de
los resultados, metiéndole miedo al pueblo de que la oposición acabaría con “lo
bueno” que el gobierno habría logrado en 16 años.
Mi opinión es que si hubiera habido algo bueno, sería a un costo
impagable por la sociedad, como fueran los logros administrativos y de
infraestructura, ciertos y todavía verificables, de la dictadura de Marcos
Pérez Jiménez.
Retan a la oposición y la criminalizan y no le reconocen los proyectos
que ésta ha presentado de manera individual y en la propia AN, donde les cortan
el micrófono y les golpean y les remueven la inmunidad y los botan. Esto ha
sido así a lo largo de estos 16 años de aplanadora parlamentaria. Ahora, por
voluntad del pueblo, la aplanadora tendrá un nuevo conductor.
Para mí, lo que se debe hacer y pronto es la reactivación del oprimido
aparato productivo nacional, en una maniobra de tenaza, o en paralelo con la
reunificación del tejido social fracturado por esta década y media de desunión
y enfrentamientos, basados en una supuesta lucha de clases, inventada guerra
económica y falso antiimperialismo.
Para reactivar el aparato productivo habría que respetar el principio de
propiedad, estimular y fomentar a la iniciativa privada y el emprendimiento;
para que las fuerzas productivas logren crear riqueza, empleos productivos con
seguridad social, puesta de manifiesto en salud y pensiones, acompañado de
reentrenamiento de aquellos que las abandonaron para unirse al festín de
Baltazar del despilfarro improductivo de la cooptación, el clientelismo y el
populismo. Que los trabajadores puedan volver a operar eficientemente y con
solvencia técnica las fábricas y que el nuevo empleo aprenda de sus mayores y
tome los puestos dejados por aquellos que se marcharon al exterior a
desarrollar la economía de otras naciones.
Que el empresario pueda adquirir los dólares que sus empresas han creado
y que si están en el tesoro nacional, es gracias al principio de unicidad del
tesoro; pero, que todos sabemos que son el resultado de las exportaciones de
bienes y servicios, tanto del petróleo
como de los productos llamados no tradicionales; pero que, para mí, son lo que
era nuestra originaria tradición productiva (café, cacao y otras manufacturas
del sector secundario de la economía) antes que reventara el Zumaque 1.
Que se eliminen los peajes burocráticos y los jefes corruptos
enriquecidos por el cohecho y la mordida institucional. Que se cambie de la
mentalidad socialista a una de libre empresa, con el dosificado y adecuado
control del estado en función de primo ínter pares, para evitar que el CAPITAL
explote al TRABAJO o que éste extorsione y sabotee al primero amparado en
decisiones de inamovilidad para esconder la incapacidad del estado de crear
empleos y alcanzar las metas de producción nacional. Hay que volver a un
sistema de remuneración integral y de seguridad social de capitalización
individual mixto, donde el trabajador gane bien a valor presente y configure su
propio plan d retiro, no ese donde el gobierno mete la mano en la "caja
chica" de los fondos de pensiones, como fuera el caso del ineficaz IVSS. Esto es indispensable para que
esta tierra de gracia sea no sólo el emporio de riquezas naturales que siempre
fue y no ha dejado de ser por gracia de Dios, sino que sean transformadas en
realidad para el bienestar de nuestro pueblo. No debemos conformarnos con el
mero crecimiento de las variables e indicadores macroeconómicos, si éstos no se
reflejan en los indicadores sociales; o sea, lo que se llama desarrollo.
Eso sí, no podemos corregir la crisis con los mismos pensamientos y
hombres que la crearon. Esto es sencillo, una verdad evidente. Por eso, el sabio y poderoso pueblo de
Venezuela decidió cambiar a los diputados y no fue un cambio cosmético
cualquiera, sino uno radical y profundo, la tortilla fue revertida totalmente,
en claro mensaje que debería ser escuchado por perdedores, pero aún más por los
ganadores. No queremos comunismo, ni el eufemismo del socialismo del siglo XXI ni
de ningún siglo o fuente de inspiración como fuera ese de dudosa estirpe, como
fue la emulación del castro comunismo.
En este particular hay que agregar que no fue solamente que los lideres
torcieron el rumbo y se volvieron corruptos, se asociaron con el narcotráfico y
se aliaron con intereses ajenos a nuestra geopolítica, haciendo connivencia
internacional con el terrorismo, sino que - de entrada - el modelo adoptado era
y es erróneo, y así lo hubieran seguido a la letra, como en efecto creo que
hicieron, pero con ángeles como de líderes, hubieran fracasado de igual manera.
Esta es una comprensión esencial que todos debemos hacer; pues, se le está
vendiendo al pueblo una engañosa idea de un presunto arrepentimiento de algunos
líderes aviesos como manipuladores, de reconocimiento tardío de errores, etc.,
como abonando el camino para un posible regreso
para intentar una vez más. Ahora si resulta válida la frase de “NO
VOLVERAN”; y no deben volver, porque han demostrado incompetencia, corrupción y
que no tenían ni la más mínima idea de cómo se administra una república
democrática y de justica social, de respeto al estado de derecho y la
constitución, como de eficiencia gerencial pública.
Eddy Darío Barrios Orozco
eddybarrios@gmail.com
@eddybarrios2
Carabobo - Venezuela
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