lunes, 25 de enero de 2016

JESÚS ALEXIS GONZÁLEZ, ENTRE LEYES HABILITANTES Y CRISIS INDUCIDAS.

En este artículo, no evaluaremos el Decreto de Emergencia Económica que solicitó el Presidente de la Republica ante la Asamblea Nacional (15/01/2016), en razón a lo inocuo de su contenido y por haberlo negado la AN (22/01/16); siendo que dicho instrumento  fue sustentado en la acomodaticia “guerra económica” así como en estrafalarios argumentos oficialistas (que denotan una confusión de conceptos) tales como que “la emergencia económica en el país es consecuencia de la caída en los precios del barril de petróleo” y que “una de las fallas del Gobierno ha sido que aún no ha podido pasar del modelo rentista petrolero a un sistema económico socialista productivo que impulse la economía productiva (sic).

 ¿Venezuela presenta en 2016 una crisis financiera o económica? Una anormalidad financiera ha de entenderse como una situación de sobreendeudamiento, en razón de no poder cancelar los compromisos habida cuenta que los ingresos son inferiores a los gastos (déficit fiscal) lo cual induce, por una parte, que se consuman los ahorros (reservas internacionales) y por otra a solicitar nuevos préstamos  cuyo otorgamiento estará supeditado a un potencial incremento de los ingresos en respuesta a un crecimiento de la economía real,  en simultaneidad con un ajuste horizontal de los gastos. De no procurar y lograr un auxilio financiero, se entraría en una crisis estructural tal como la que experimenta el país cuya esencia se “descubre” la última semana de 2014 cuando el precio promedio de la cesta petrolera inicia un descenso desde $ 88/b hasta $ 21,6/b (22/01/16), lapso durante el cual la Nación  dejó de percibir más de $ 102.000 millones; hecho que no impidió la irresponsable conducta parlamentaria (la saliente) de aprobar un Presupuesto Nacional para 2016 con una insuficiencia que supera los $ 15.000 millones, monto equivalente a casi la totalidad de nuestras reservas internacionales: $ 15.575 millones (19/01/16), y en consecuencia muy superior a los $ 1.947 millones de divisas en efectivo. Tan reprochable desastre financiero, fue mayormente inducido por el despilfarro gubernamental  de unos $ 2 billones hasta perfilar un catastrófico escenario económico, que ahora el Gobierno con manifiesta agnotología (actos deliberados para sembrar la confusión y el engaño) y asumiendo que la ignorancia es poder,  pretende con palpable obscurantismo (defensa de ideas irracionales o retrogradas),  desviar la atención de su indefinido modelo de organización económico-social hacia el reduccionista planteamiento que dicha catástrofe es solo consecuencia de 14 meses de caída en precios del petróleo, contrastando con más de 15 años de bonanza fiscal.
Dando por válido que la economía es la ciencia que estudia los procesos de producción, intercambio y consumo de bienes y servicios, ha de asumirse entonces que una crisis económica es medularmente una situación de escasez de productos y servicios, que para el caso venezolano está inducido por improvisaciones dogmáticas de ideologías descontextualizadas y por fallas burocráticas relacionadas con la estructuración de los medios y modos de producción bajo un modelo sin  visión de país.
 Venezuela refleja una clara interconexión entre la crisis económica y la financiera impulsada, muy especialmente, por la “función legislativa” que en revolución  asumió la presidencia de la república ante la renuncia de sus competencias por parte de la AN para transferirlas al Poder Ejecutivo por intermedio de leyes habilitantes. Vale citar, que la CRBV (1999) establece en su Art. 203 que las leyes habilitantes son sancionadas a fin de establecer directrices ¡en cualquier materia de interés nacional! a diferencia de la Constitución de 1961 que solo permitía poderes especiales en materia económica y financiera (modificación que hoy genera nostalgia ante su indebida e ineficiente aplicación); siendo que en 37 años de democracia (1961-1998) el Congreso apenas aprobó 6 leyes habilitantes que dieron origen a 172 Decretos con Rango y Valor de Ley, mientras que en 16 años de “revolución” (1999-2015) la AN aprobó 6 leyes habilitantes que detonaron en 284 Decretos. De ese total, 215 correspondieron al periodo constitucional de H. Chávez,  (75,7% del total) bajo la bondad parlamentaria de 4 leyes habilitantes en 54 meses de ejercicio plenipotenciario (32% de su mandato); siendo la 1ª LH en 1999 por 6 meses, la 2ª LH en 2000 por 12 meses, la 3ª LH en 2007 por 18 meses y la 4ª LH en 2010 por otros 18 meses (al poco tiempo de instalada la nueva AN y luego de haber concretado el oficialismo, con repugnantes saltos de  “talanquera”,  una mayoría calificada que no logró con votos). En apretada síntesis, podemos mencionar algunas materias “legisladas” por el Presidente: declararó su Gobierno como socialista; reformó  la Ley de Tierras y Desarrollo Agrícola; apuntaló un modo productivo socialista; instrumentó el “Primer Plan Económico Socialista; declaró de utilidad pública e interés social los bienes “necesarios para la producción, distribución y comercialización de alimentos y otros producto regulados; y un largo etcétera.
El actual Presidente, ha contado con 2 leyes habilitantes que le permitió “legislar” con poderes especiales durante 21 meses de su mandato de 33 meses (64% de su gestión), aprobando 69 Decretos mediante: 1ª LH en noviembre 2013 por 12 meses ( a 7 meses de iniciado su mandato) con la finalidad de batallar contra la guerra económica, regular la economía y combatir la corrupción y la especulación; y la 2ª LH en marzo 2015 por 9 meses (4 meses después de haber concluido la 1ª LH), con el propósito de garantizar los derechos de soberanía y protección del pueblo y el orden constitucional (¿?) Es de resaltar, que la vigencia de la 2ª LH  culminó el 31/12/2015 y apenas 15 días después el Presidente expresó la necesidad de declarar un Estado de Emergencia Económica a la luz de un Decreto de Emergencia Económica solicitado a la AN, a efectos de introducir cambios en el rumbo de la economía y generar un movimiento para proteger  al pueblo de la guerra económica (¡otra vez!) y para seguir consolidando la ofensiva económica en defensa del pueblo contra los capitalistas usureros (¡otra vez!); todo lo cual, señaló, requiere de una unión patriótica del pueblo libre y consciente con el gobierno para adoptar medidas que garanticen la sostenibilidad de la economía (¡!) hasta reestablecer satisfactoriamente la normalidad (¿Cuál).
La “revolución” en sus 75 meses con plenos poderes para “legislar” mediante 6 leyes habilitantes, ha inducido una contracción económica en los últimos 10 años que propició una pérdida del 25% del PIB. A tenor de ello, en lugar de un  un “Decreto de Emergencia Económica” lo apremiante y conducente es ¡darle libertad a la economía actualmente secuestrada! (ver: http://www.finanzasdigital.com/2015/11/economia-secuestrada)
Jesús Alexis González      
jagp611@gmail.com       
@jesusalexis2020

Miranda - Venezuela

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