La realidad es
siempre compleja, y la realidad actual de Venezuela lo es, tanto que no es
posible apreciar con un grado de certidumbre aceptable el desenvolvimiento del
país siquiera en el curso de los próximos meses. Sin embargo, si se puede estar
en lo cierto en cuanto a que una buena mayoría de los venezolanos, incluyendo
partidarios del gobierno, considera y siente que la gestión gubernamental de
Maduro debe terminar muy pronto porque la situación del país es terriblemente
mala, como consecuencia del comportamiento del gobierno. Es evidente que la
inflación, la escasez, especialmente de alimentos y medicamentos; y la
inseguridad traducida en demasiadas pérdidas de vidas humanas y de sus bienes,
han colocado a las familias venezolanas en una condición definitivamente
insoportable. A esto se agrega la concentración autoritaria de los poderes
públicos, la corrupción campante e impune, la desnaturalización de la Fuerza
Armada Nacional, y tantos otros males que ya no se encuentra una explicación
decente del por qué no ha cesado el gobierno. No obstante, la visión no es tan
clara cuando se trata de visualizar el desenlace de esta situación, claramente
explosiva. Se pueden admitir varios escenarios como salidas posibles, no
necesariamente probables. Uno primero es la terminación ocasionada por la falta
absoluta del Presidente, la cual puede ser consecuencia de la muerte, la
incapacidad física o mental permanente, la renuncia voluntaria o impuesta, la
destitución decretada por el Tribunal Supremo de Justicia, el abandono del
cargo y la revocación popular. Con relación a este primer escenario, se asume
que poniendo aparte la salud del presidente, su materialización solo se podría
concretar debido, por un lado, a la renuncia, voluntaria o impuesta, incluyendo
dentro de ésta el abandono del cargo; y por otro lado, a la revocatoria. Se
considera que de producirse la renuncia, ella sería la impuesta, bien sea
producto del reclamo popular y democrático suficientemente fuerte, o de la
exigencia de sectores gubernamentales que hayan llegado a discrepar de la
gestión de Maduro, apreciándose más probable la protesta popular. Con relación
a la revocatoria del cargo, se cree que el sector opositor debe “aceptar” con
realismo que el gobierno cuenta con fuerza suficiente, con diverso grado de
constitucionalidad, para impedir que se realice el proceso revocatorio, o que
se cumpliera su consecuencia constitucional en el caso de que se contabilizaran
los votos suficientes para revocar el mandato. Se cree suficiente tener
presente el comportamiento de los otros poderes públicos con relación a las atribuciones de la
Asamblea Nacional, como, por ejemplo, los casos de los diputados de Amazonas,
el Decreto de Emergencia Económica, y obviamente la Sentencia número nueve de
la Sala Constitucional del TSJ, la cual restringe muy gravemente la función de
control político del Parlamento y, entre otros asuntos muy delicados, elimina
la interpelación de los integrantes de los poderes Ciudadano y Electoral, y de
las autoridades de la Fuerza Armada Nacional, ente que solo será controlable a
través del Presidente de la República; niega la revisión por parte de la
Asamblea Nacional de los procesos de selección y designación de los magistrados
del TSJ, condiciona la comparecencia de los funcionarios a la Vicepresidencia
Ejecutiva de la República, y otros. Se puede concluir que es poco probable que
se pueda producir la terminación de la gestión de Maduro debido a la falta
absoluta del Presidente. Se puede añadir que se han señalado otras tres
posibles vías para la terminación de la gestión presidencial, las cuales son la
Enmienda de la Constitución, la Reforma de la Constitución y la Asamblea
Constituyente, todas las cuales posibilitarían, entre otras cosas, la pronta
elección de un nuevo Presidente de la República. Sin embargo, lo señalado con
relación al hecho de que el gobierno cuenta con fuerza suficiente para impedir
que se realice el proceso revocatorio, vale también para aceptar que también
puede impedir el cumplimiento de cada una de esta tres vías referidas. En
conclusión, sin pretensiones de próceres, pero obligándonos a ser responsables
y a participar actuando como ciudadanos conscientes del artículo 350 de la
Constitución que convivimos en sociedad; sintiendo con el espíritu más elevado,
pensando con la cabeza fría y con la mente clara, desprovistos de intereses
partidistas o personales, pero plenos de aspiraciones colectivas; y muy
conscientes de la complejidad que puede llevar a conclusiones erradas, procede
plantear y responder las siguientes interrogantes. a)Qué tan probable es la
solución constitucional, pacífica, democrática y electoral que ha planteado la
MUD?. b) Qué tan fuerte puede llegar a ser la protesta popular para producir la
renuncia de Maduro?. c) Qué tan fuerte puede ser la controversia interna en el
ámbito gubernamental para producir la renuncia de Maduro?. d) Qué efecto
tendría la aplicación de la Carta Interamericana de la OEA?. e) Cuánto tiempo
más puede soportar el pueblo venezolano seguir viviendo bajo las condiciones
actuales?. f)Cómo apreciará la Fuerza Armada Nacional la situación actual del
país y su evolución previsible?.g) Cuál debe ser el comportamiento de la
MUD?.h)Cuál debe ser el comportamiento de la sociedad civil venezolana, del
ciudadano venezolano?.
Douglas
Jatem Villa
djatem@gmail.com
@djatemv
Falcon
- Venezuela
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