Las medidas puestas
en marcha por los gobiernos de Colombia y Venezuela para nuestra frontera,
violan el derecho al libre tránsito internacional de los ciudadanos de los dos
países y agudizan la crisis económica que sufren los habitantes de las dos
naciones, afectan la salud, educación el trabajo la industria y el comercio
legal, pero multiplican el contrabando y bachaqueo que engorda los bolsillos de
los responsables del control y ejecución de las medidas tomadas.
Están violando
tratados internacionales de libre tránsito, sometiendo a los habitantes de la
frontera al abuso y la matraca, que autoridades de las dos naciones le aplican a
quienes transitan a diario por el río Táchira en busca de medicinas, alimentos
o repuestos para su vehículo que en Venezuela no se consiguen, y ahora Santos
con las medidas anunciadas termina de hundir las esperanzas de quienes
esperábamos la reapertura de los puentes, activación del sector aduanero, paso
a la carga pesada, acceso a las materias primas y normalización de las
relaciones comerciales.
El recién electo
alcalde de Cúcuta: Cesar Rojas, informó sobre las instrucciones del Presidente
de la República y la cancillería, para ejercer mayores controles sobre la
migración e inmigración de los ciudadanos Venezolanos, que ante la grabe
dificultad económica que atraviesa Venezuela, buscan en Colombia una
alternativa de sustento para su familia, pero como el presidente Santos también
abandonó su frontera, el gobernador y los alcaldes en el Norte de Santander
están preocupados y con razón, ante el grave conflicto de desempleo e
inseguridad que viven y se les puede agudizar.
Los gobiernos de
Colombia y Venezuela levantan banderas de admiración por nuestro Libertador
quien soñó con que Colombia y Venezuela fueran una sola nación, pero estos
practican lo contrario, el histórico abandono de nuestras fronteras es una
deuda que Santos y Maduro tarde o temprano tendrán que pagar, los dos países
deberían tener planes estratégicos fronterizos de seguridad, desarrollo
económico y social que aprovechen las ventajas competitivas de las economías
vecinas, para lograr la estabilidad y progreso a largo plazo en nuestras fronteras,
pero todo está paralizado y con estos controles y restricciones lo que viene es
un desastre.
Al salir de esta
pesadilla, se tienen que desarrollar planes agresivos para echar hacia adelante
el desarrollo de nuestros pueblos, abandonados por los gobiernos gemelos de
Santos y Maduro que han tomado estas medidas concertadas a espaldas de los
pobladores del cordón fronterizo, donde la informalidad laboral en el norte de
Santander como en el estado Táchira ha logrado los más altos índices de
crecimiento, del lado Venezolano los comercios están cerrados en un 70%, y el
parque industrial en un 80% paralizado, definitivamente los gobiernos de Santos
y Maduro son la peor plaga que ha caído sobre nuestros hermosos pueblos del
Táchira y Norte de Santander.
Nestor Solano
solano.nestorep@gmail.com
@SolanoNestorep
Tachira - Venezuela
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