EL AGUIJÓN
El sistema político colectivista-totalitario, amparado e
impuesto por el socialismo siglo XXI en Venezuela, copiado de gestiones
gubernamentales fracasadas, propiciadoras de hambre y miseria en los
ciudadanos, con la única intención de apropiarse del poder eternamente y
establecer el control social como mecanismo de dominación, está siendo
abiertamente rechazado por el grueso de la comunidad.
El reclamo social ante la tozudez oficialista y de su
partido político PSUV de imponer el llamado plan de la patria por encima de la
Constitución Nacional, violentando derechos humanos, la propiedad privada, e
implementando la escasez generalizada, es un llamado a la protesta de los
ciudadanos contra la desidia gubernamental.
Los servicios públicos están deteriorados. La educación ha
dejado de ser para la formación ciudadana, el debate para la innovación y
creación con base a la pluralidad, y ha pasado a ser el bastión del ensamblaje
partidista-totalitario, propiciando el abandono de los profesionales
comprometidos con la calidad educativa, para dar paso a la cantidad militante.
Es replica en todas las instituciones públicas del país.
A las colas para adquirir alimentos, y los trotes de
farmacia en farmacia suplicando a Dios ayude a encontrar la medicina, se suman
las colas de las personas en las calles y carreteras adyacentes a los centros
poblados para poder comprar la bombona de gas, si es que la empresa suministra
ese servicio para ese día, lo contrario debe continuar en la espera y en la
cola.
La falta de divisas para honrar compromisos adquiridos con
gobiernos de otros países, ha disminuido la capacidad de importar lo que
anteriormente se producía en territorio venezolano. La deuda es abismal. La
irresponsabilidad del socialismo siglo XXI, ha comprometido el futuro de la
nación.
Ahora hasta la gasolina se importa y no es suficiente para
abastecer el consumo interno. Ayer se criticaba la dependencia económica del
petróleo, hoy se depende de las migajas que otorgan otros países. Se hipoteca y
regala el suelo patrio.
La mayoría de los ciudadanos exige elecciones libres con
presencia de observadores internacionales aprobados por las partes, para
dirimir las diferencias entre el modelo político y económico
colectivista-totalitario, generador de hambre y miseria, y el modelo político y
económico sostenido en el sistema de libertades y el bienestar ciudadano: la
democracia.
Las elecciones no pueden seguirse restringiendo. Llegó la
hora y la sociedad venezolana desea manifestarse. Elecciones ya.
Josue Arturo Molina Suarez
jarturomolina@gmail.com
@jarturoms1
Tachira - Venezuela
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