jueves, 30 de marzo de 2017

EUGENIO MONTORO, MUJER NO MÁS

RECONOCIMIENTO INMENSO
         
Este marzo se celebró el día de la mujer y, como de costumbre, las declaraciones giraban alrededor de la lucha por conquistar sus derechos. Debo confesar que ese estribillo ya cansa e ignora las muchas conquistas que han logrado y, por qué no decirlo, hasta la historia.

         Olvidemos a la primera Eva y su manzana y empecemos con ese cuento mentiroso de Isabel la católica torciéndole el pescuezo a Fernando con el “tanto monta, monta tanto Isabel, como Fernando” para demostrar que desde ese entonces ya manejaban el coroto.

Su hija, Catalina de Aragón, se casó con Enrique VIII, el poderoso rey de Inglaterra. Con él tuvo a María quién después de mucho altibajo vino a ser reina. Su padre había roto relaciones con el Papa, pero María I las restableció y ordenó una matazón para volver al catolicismo. . De allí su apodo de “Bloody Mary” (Mary Sangrienta).

         Y siguieron las mujeres en el poder. Isabel I, también hija de Enrique VIII con otra de sus esposas, vino a ser reina después de María y volvió a “hacer fú” al Papa y estableció la religión protestante.

         Así que, desde hace mucho, la presencia de las mujeres en los más altos cargos ha sucedido y se sigue repitiendo. Margaret Thatcher, Indira Gandhi, Angela Merkel, Michelle Bachelet y ,casi, Hillary Clinton. En el campo de las artes la lista es larga y  en todas las ramas del actuar humano son exitosas, incluyendo al mundo empresarial donde se centra su principal reclamo sobre igualdad.

         Quizás si hiciésemos una encuesta entre los empleados cuyo jefe es una jefa o entre los millones de hombres casados sobre el asunto del poder, obtendríamos respuestas asombrosas. Posiblemente a muchos hasta nos gustaría reclamar nuestros derechos de subyugados frente a las supuestas débiles.

         Ciertamente, en algunos lugares las mujeres están mal. Muchos países bajo creencia islámica, por ejemplo, las colocan en el reino animal y son vistas como un perol. Esperemos que ese retraso de 500 años que hoy muestran se reduzca con la ayuda de internet.

         Todo lo anterior es preámbulo para proponer una idea que aplicaron recientemente en un país africano. Las mujeres decidieron no tener relaciones íntimas con sus parejas hasta que se lograse, digamos, un cambio de gobierno. Creemos que igual cosa debe hacerse en Venezuela y torturar a los hombres con tan sutil mecanismo para que se pongan las pilas.

         Lógicamente, como proponente de la idea yo estaría fuera de restricción y además atento a cualquier emergencia de las damas.

         Bromas aparte, un reconocimiento inmenso a las mujeres de mi país por hacer milagros y manejar esta situación de miseria que les ha tocado vivir. Por cuidar a nuestros hijos con tanto ingenio frente a las limitaciones más extremas. Nuestro abrazo a las que han tenido que ver marchar a sus chamos y a las que han sufrido en su alma el horror del hampa.

        Venezuela entera está comprometida a poner fin, y pronto, a este régimen criminal.

Eugenio Montoro
montoroe@yahoo.es
@yugemoto67
Zulia - Venezuela

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