“Táctica es saber
qué hacer cuando se puede hacer algo. Estrategia es saber qué hacer cuando no
se puede hacer nada.” Savielley Tartakower (polaco-Gran maestro ajedrecista)
La validación de los partidos es táctica y estrategia de un
régimen que pretende esclavizar al país, son salidas de escape político para
evitar llamado a elecciones, así han demostrado lo que pueden hacer y lo que no
pueden hacer para mantenerse en el poder, no es otra cosa que una política de
confusión ciudadana para destruir los planes y objetivos de la oposición, de
allí ya no queda nada por adivinar, el régimen seguirá sus táctica y estrategia
política hasta agotarlas, pero hasta hao todo ha sido coherentemente ejecutado
por el TSJ y el CNE, aunado a la pasividad política de la sociedad y la
carencia de liderazgo carismático, intelectual e ideológico y de partidos
políticos que no supediten su acción a las malsanas intenciones del régimen.
A partir de la validación de este fin de semana, AD, COPEY
y Proyecto Venezuela tienen el “testigo” en sus manos, deben crear una táctica
y una estrategia política propia, donde quede demostrado que los intereses son
la democracia, el pueblo y la libertad, lo que no tiene nada que ver con los
intereses mercenarios y crematísticos del régimen y su caterva de
corruptos.
Es necesario vivir la realidad del país y dentro de ella
configurar la estrategia a seguir conforme al objetivo buscado, cual es, la del
cambio político rompiendo el delgado hilo con el cual la dictadura pretende
alargar su agonía. Se hace imperioso la reactivación de los activistas de base
de las distintas organizaciones partidistas de lo que AD es experta, para la
formulación de los objetivos que queremos y debemos alcanzar.
Toda táctica y estrategia política debe tener presente que
estamos ante un régimen militarizado, representante absoluto de las fuerzas
reaccionarias y del hampa común, pero cada día se deterioran más, su política
antinacionalista y, lógico, antipopular del régimen, expande como un globo el
descontento popular, pero falta organización político partidista que conjugue
ese descontento significativamente, abra perspectivas válidas para el país y su
gente con clara visión de futuro y fuerza política incuestionable, teniendo en
cuenta de estar seguros que contamos con la codiciada fuerza electoral y le
hagamos saber a las traidoras FAN que el poder civil no es impotente y que el
régimen es la palpable expresión de la crisis que nos ahoga y se mantiene a
costa de transgredir el estado de derecho, con el vil apoyo del TSJ y el CNE al
régimen cuyas políticas más a dañado el bienestar colectivo y en especial a las
clases menos pudientes.
AD, el decano de los partidos, enfrenta el reto de
validarse con amplio caudal de firmas. AD, no
está derrotada, pero, su validación la construyen los líderes que
interpretan el sentir militante y que crecen renovándose en su gestión, es la
forma superior de liderar; lo que va mucho más allá de mandar y aún de
administrar; la gestión partidista implica participación activa de la
militancia y capacidad de manejo político para concatenar opiniones y construir
entendimientos sociopolíticos para la valoración de la planificación tácticas y
estrategias para metas y proyectos como elemento de crecimiento político. La
validación es un momento de oro para AD.
Es fundamental poner las necesidades del país por encima de las
consideraciones partidistas. Debemos tener presente las palabras de Tartakower,
con las que abrimos el presente artículo. La política es una lucha contra los
errores de uno mismo, de allí la importancia de la táctica y la estrategia, sin
confundir tales conceptos.
Fernando Facchin Barreto
ffacchinb@gmail.com
@fernandofacchin
Carabobo - Venezuela
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