Estamos
a escasas semanas de las elecciones parlamentarias del 6 de Diciembre. Las
cifras de apoyo que las encuestas más creíbles muestran hacia las dos opciones
principales - Gobierno y Oposición - van indicando que, no solamente la
acentuada desventaja del oficialismo se mantiene, sino que va agigantándose
cada día que pasa.
Nada
de esto puede ser visto como algo extraño, porque a cada hora y a cada minuto,
los problemas más graves que sufre diariamente el venezolano no hacen sino
empeorar.
Vamos
por primera vez en 17 años hacia unas elecciones en las cuales la oposición
muestra una imagen de ganadora. La gente en la calle da por seguro que el
chavismo va a perder las elecciones.
La
realidad es que esto no lo sabremos con certeza sino el 6 (...o el 7... o el
8...) de Diciembre. Además, hay varias formas de triunfo en estas elecciones,
pero una sola es la que le puede funcionar apropiadamente a Venezuela para
salir de este atolladero: que el oficialismo actualmente gobernante quede en
minoría clara y definitiva en la próxima Asamblea Nacional en cuanto a número
de Diputados electos. Sólo esta.
Hace
unos días Maduro expresó públicamente que "las elecciones del 6 de
diciembre pudieran ser las más difíciles que ha enfrentado la revolución".
¿A quién le hablaba? No era al país en su totalidad, sino a sus propios
seguidores, que cada vez son menos. Les está dando una alerta, les está
enviando un mensaje previniendo lo que pronto puede suceder. Algo así como que
"en guerra avisada no mueren soldados".
¿Y
para qué? Quizá para anticiparse e irse protegiendo de la profunda ira y rabia
que una pérdida de las elecciones podría provocar en la militancia roja.
No
es para menos, porque según la última encuesta de Venebarometro, 87% % de los
entrevistados quiere un cambio en la conducción política del país. Eso
significa que casi 9 de cada 10 venezolanos no quieren seguir siendo gobernados
por el chavismo.
Los
venezolanos decentes, que somos la mayoría en este país, hemos vivido con
creciente miedo a medida que van pasando estos años. No por nada, uno de las
frases que mucho se ha usado en las marchas ha sido "¡No tenemos
miedo!". Una suerte de mantra o de grito grupal para reforzar la confianza
individual.
Una
de las estrategias aprendidas de la escuela cubana castro-comunista por
nuestros criollos aprendices de dictador, es aplicar el terrorismo de Estado.
Infundir miedo a toda la población a fin de inmovilizarla. Hacerle sentir que
ya nada es recuperable. Que lo instaurado es "irreversible" (¿verdad,
Tibi...?). Que se han perdido todas las esperanzas.
Siempre
se asegura sobre el miedo que el punto clave no es no tener miedo, sino cómo
manejar el miedo que se tiene. Para una enorme proporción de venezolanos, el
miedo ya es algo que es familiar, diario, común. En buena medida lo hemos
logrado dominar y domesticar.
Sin
embargo, quienes saben poco de miedo son los que han controlado a Venezuela
durante los últimos 17 años. Han hecho y deshecho a su libre entender y
parecer. Inclusive pasando por encima de los más elementales derechos de los
ciudadanos. Su excesiva audacia y atrevimiento no les ha hecho conocer el
miedo. Hasta ahora.
Para
ellos, el miedo es una novedad. Y lo evidente es que están comenzando a
sentirlo, dados los pronósticos que se avecinan para las próximas elecciones.
Están comenzando a sentir mucho miedo. Al anunciar lo "difíciles que
pueden ser estas elecciones", algunos dirigentes chavistas intentan
curarse en salud.
Los
que han controlado y controlan aun este Estado totalitario saben perfectamente
el desastre que han hecho en Venezuela. El desfalco de los bienes del país, el
saqueo de las arcas, el robo masivo de miles de millones de dólares, el abuso
indiscriminado en contra de los venezolanos en base a argucias legales de
dudosa ejecutoria, la destrucción general del país, y pare de contar.
El
profundo miedo que están sintiendo los lleva a proferir amenazas muy graves,
como la de Maduro el pasado 12 de Octubre según la cual "ganarán las
elecciones como sea", recalcando varias veces el "como sea", y
preguntando a los asistentes si "lo entendieron". No son sino
intentos de creación de miedo que veremos in crescendo de aquí hasta las
elecciones.
Perder
el poder para ellos es perder todo. Absolutamente todo.
Sin
duda, como para que sientan miedo parejo.
Bernard Horande
bhorande@gmail.com
@bhorande
@APlumazoLimpio
No hay comentarios:
Publicar un comentario