lunes, 4 de enero de 2016

ARIEL PEÑA, EN EL 2016 LA LUCHA SOCIAL SERÁ LIDERADA POR LOS SINDICATOS, CASO COLOMBIA

El gobierno de Santos es manirroto con los narcoterroristas de las Farc, pero avaro con  los sectores populares; eso quedo demostrado el pasado 30 de diciembre con el aumento del salario mínimo que apenas fue del  7% quedando  en    689.455 pesos mensuales, los cuales no alcanzan para que las familias del millón setecientos mil trabajadores  que lo devengan puedan sobrevivir, y eso sin contar con el 60% de la población económicamente activa que se encuentra en la informalidad, de la cual  una  mayoría no gana ni el mínimo  igual que   millones de asalariados, agregando a lo anterior  el porcentaje de desempleo que sigue  siendo uno de los más altos en Latinoamérica

El   exiguo  aumento del mínimo para el 2016, es  el punto de quiebre entre el gobierno y las organizaciones sindicales, ya que el actual presidente prometió en su campaña reeleccionista la rebaja  al 4% en los  aportes a la salud de  los pensionados que actualmente es del 12%, además planteo  derogar  la ley 789 del 2002 que prolongo el día hasta las 10 de la noche para   no pagarle   horas extras a los trabajadores, igual sucedió con los dominicales y festivos que fueron reducidos salarialmente, lo anterior significa que la administración central va rumbo a una encrucijada social; en donde los diálogos de la Habana no pueden servir de excusa para frenar la  autentica y legitima movilización social en cabeza de las organizaciones populares.

Por ello  hay que rechazar en la lucha social,  el  oportunismo y la infiltración de la secta marxista con sus diferentes mascaras. Comenzando por las bandas armadas de las Farc y el Eln quienes nunca  han representado los intereses del pueblo, ya que  a sus cabecillas no les interesa  solucionar las aflicciones de las masas, pues lo que han buscando por más de 51 años es tomarse el poder político para siempre, usando un discurso miserabilista en donde de manera ladina dicen defender a los humildes, pero como patraña para  adelantar sus aviesos  planes.

En el 2016 las organizaciones  sindicales y sociales, se deben disponer para grandes movilizaciones a lo largo y ancho del país, pues las fuerzas  populares  alejadas  de los  intereses mezquinos  del marxismo son las llamadas  a desarrollar las luchas reivindicativas en  favor del pueblo colombiano y en contra de las medidas antipopulares del gobierno, en donde todo esa sumatoria de esfuerzos debe desembocar en un  Paro Nacional; que le exija al ejecutivo cumplir lo prometido, con un aumento digno de salarios para los trabajadores, amén de las   otras  reivindicaciones sociales y económicas de amplios sectores populares que  esperan  una repuesta efectiva  por parte de Santos

La  CGT (confederación  general del trabajo) como la central sindical con mayor capacidad de convocatoria  en Colombia, debe convertirse en promotora de  las  movilizaciones para mostrar el repudio a las medidas  del gobierno, que tampoco le ha cumplido a los campesinos, quienes realizaron el paro nacional agrario de 2013, y por ello se espera que el sector rural vuelva por sus fueros para hacerle cumplir al ejecutivo  las promesas emborregadas.

Para no caer en  confusiones y engaños  se debe de separar las negociaciones de La Habana con las luchas sociales que se avecinan, pues como lo hemos reiterado en varias ocasiones las Farc únicamente se representa a ellas mismas, y  si algunos  campesinos  van a las marchas que ha promovido la narcoguerrilla es por  la amenaza y el terror que sucintan  en las zonas en donde hacen presencia. Entonces la mermelada santista que sirve para mantener la corrupción, el clientelismo y complacer a la narcoguerrilla, endeudando mas  al país ante el bajonazo internacional de las materias primas, no  tiene nada que ver con los  más humildes como ocurrió en el caso del aumento del salario mínimo, de ahí que la protesta social esta al orden del día y por ello se debe emplazar al gobierno nacional para dar soluciones a los graves problemas sociales y económicos que aquejan a las mayorías nacionales.

El gobierno debe fortalecer el dialogo con las organizaciones populares especialmente las sindicales, para abandonar esa   política social   engañosa que ha manejado durante más de 5 años, así como   busca afanosamente un acuerdo en  Cuba  con un grupo violento que  lo más notorio que tiene para presentar  es el terrorismo con el cual  amedranta a la población, ya que al ser  las Farc una ínfima minoría  pretende mediante la fuerza bruta imponer su voluntad siguiendo la teoría foquista del asqueroso criminal  “che” Guevara quien  decía  que si no hay condiciones para tomarse el poder, el foco insurreccional las crea;  por eso a las Farc poco le interesa la opinión del pueblo o  las afugias de las mayorías nacionales, pues los sofismas marxistas leninistas que siguen  y que son  supersticiosos, les han enseñado a despreciar el querer y  las aspiraciones de las masas.

Los sindicatos como principales representantes de la sociedad civil, tienen que estar preparados para la lucha   en el 2016, desarrollando la  protesta social y pacífica, basada en la autonomía y solidaridad, principios fundamentales del movimiento de los trabajadores que permite tener independencia frente al gobierno; por ello reiteramos que la CGT es la central obrera que tiene la mayor capacidad para  ponerse al frente de la protesta, reafirmando que  la lucha social jamás es un activo del marxismo. Las  movilizaciones para las reivindicaciones inmediatas e históricas  con un trabajo decente por una vida digna, no pueden ser manoseadas por el comunismo totalitario cuyos intereses burocráticos y estatistas son inversamente proporcionales al de los  trabajadores.

Ariel Peña
arielpena49@yahoo.com
@arielpenaG

Colombia

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