Quienes hablan de
problemas en la economía y las evidentes fallas de gerencia en materia de
gerencia pública de la misma, debo decirles que -según mi opinión- éstos no
pueden resolverse usando las mismas
ideas que los causaron y, en este particular, la idea principal subyace en el
modelo adoptado a rajatablas; como es el modelo de producción socialista (que
hasta los chinos han superado) en ruta a hacia su fin ulterior… ¡un sistema
comunista!, el cual ya se perfeccionó a juro, manifestado en diversas señales,
como el hecho de haberse implantado las reformas, por vía habilitante, que el
pueblo había negado en la consulta popular o referendo de la reforma
constitucional.
En este caso, ya
hemos visto como se han eliminado las parroquias, las juntas de vecinos y todo
ello en materialización del modelo comunal o de concejos comunales de la nueva
geometría el poder (valga la
redundancia, porque concejo es eso: Corporación compuesta de un alcalde y
varios concejales para la administración de los intereses de un municipio) que
a la larga sustituirán a las
gobernaciones y alcaldías. La imagen
objetivo del plan es la dictadura del proletariado del comunismo, o
nomenclatura propia de este modelo.
Igualmente, junto al
parlamentarismo de calle, se empeñan en sustituir las fuerzas armadas por unas
milicias o “pueblo en armas” (no aparecen el art 328º constitucional) como
instrumentos de perfeccionamiento del modelo comunal o comunista. La economía
no escapa de las garras de este nuevo modelo. Por supuesto que, el
estado-nación, como conocemos, será otro.
Mal se puede o debe
pedir que se produzcan bienes y servicios con eficiencia y apego a la teoría
clásica de la ciencia económica, si no se cree en eso y mucho menos pedir que
se usen sus principios, teorías, normas y procedimientos si el principio
fundamental, como es el de la propiedad privada, se ha vulnerado, al punto que
las empresas privadas han sido acogotadas con medios de presión directa (la
expropiación indebida por la fuerza y sin apego a la constitución que habla de
sentencia firme indicando la utilidad pública y el pago oportuno y justo de la
propiedad expropiada o nacionalizada) o indirectas (Multas, impuestos,
controles de cambio y hasta las invasiones) etc., que han dado al traste con la
productividad. Sencillamente, no hay producción de bienes y servicios (B y S)
como es normal en una economía, en
nuestro caso ya se afecta al petróleo cuya producción no basta y ya es una
empresa a la que nadie quiere prestarle y debe pronto pagar su deuda. Sin dejar
de mencionar las anteriores
exportaciones no tradicionales (Cacao,
café, carne, etc.) que hace rato que dejaron de ayudar al PIB y no hay
desarrollo de éstos y otros rubros. El sector secundario de la economía o el
industrial, de transformación de materias primas, está parado, de tal manera
que debemos importar todo, en especial la comida que nos comemos.
Así, con una
corriente productiva de B y S agotada y disminuida y con una corriente
monetaria cada día en mayor aumento con dinero inorgánico sin contraprestación
en B y S lo que tenemos es la “Tormenta Perfecta” o un estancamiento del
aparato productivo junto con un aumento exponencial del circulante y por ende
de la inflación, o lo que es lo mismo una estanflación o estancamiento con
inflación.
¿La culpa?…para el
gobierno es de la oposición apátrida que, en Guerra Económica, acapara y engorda los bienes y que boicotea,
destruye refinerías y ataca los servicios, ¿y la gente? Feliz…porque ahora sí
tenemos patria y una verdadera independencia y además porque “hay real que jode
en la calle”; aunque, éste no tenga ningún poder adquisitivo, el cual se ha
perdido con las inexorables devaluaciones, sin hablar de la acumulada, la cual
ya va por casi dos mil por ciento en esta década y media perdida.
La deuda externa ya está en el orden de los 300 mil MM de “American Green Papers” y no encontramos quien nos preste y estamos a punto de entrar en mora del pago del servicio de la misma.
Quien no lo quiera
ver que no lo vea; pero, lo sentirá irremediablemente.
El problema no es
sino el modelo seguido y en el cual creen a pie juntos, inspirados en un líder
cuestionable y su seguidor aún peor, quien controla los hilos de todo en
nuestra patria, a sabiendas que la suerte de su país depende del hilo de la nuestra.
No soy “pitoniso”,
gurú ni economista, ni me considero sabio o experto; apenas me valgo de mi cada
día menos memoria y de mi pobre inteligencia para asociar lo estudiado con lo
que veo, leo y escucho, con las declaraciones que eufóricos hacen de sus ideas
y las acciones que cumplen estos pseudo líderes, siguiendo el modelo Castro
comunista, a contrapelo de la
constitución y de la voluntad popular expresada en urnas.
Eddy Darío Barrios
Orozco
eddybarrios@gmail.com
@eddybarrios2
Carabobo - Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario