A comienzos de 1857,
año dos la segunda presidencia del
autócrata y represor corrupto dictador
general Jose Tadeo Monagas, Venezuela
sufría su peor escasez de alimentos, situación a la que se unía la disminución del flujo monetario debido a la caída del precio del café principal producto de exportación.
Mientras, el régimen afrontaba una deuda interna de 40.000
pesos, y en medio de violentos
conflictos políticos recurrentes se
realizaba un corrupto manejo de los exiguos recursos provenientes de la
Hacienda Pública, lo que dejó a las
provincias sin sus presupuestos
correspondientes, de lo que derivó en
que a los funcionarios se les suspendieran los salarios por más de ocho meses.
Otro factor que contribuyó a complicar
el muy grave panorama político y social,
fue el fracaso en la aplicación de la Ley Agraria de 1848, que habia
ofertado el otorgamiento de tierras a
los campesinos, que al final solo favoreció
la acumulación de tierras en manos de unos pocos altos personeros del
régimen, incluyendo familiares de los Monagas, que se convirtieron en grandes terrofago latifundistas.
Venezuela se
encontraba pues, en medio de un caos
político, y de una enorme una crisis
económica-fiscal, violencia política y social extrema similar a la actual, mientras la popularidad del régimen
dictatorial tenía su nivel histórico más bajo desde 1830, haciendo surgir
manifestaciones de la oposición política en todas las ciudades, hechos y situaciones similares que eran recurrentes ya desde 1848, 1849, 1853 y 1856.
Finalmente, la
promulgación de la Constitución el 18 de
abril de 1857, la primera reforma constitucional republicana, impulsada por el dictador Monagas, se
caracterizó por una marcada
centralización poder en el
Ejecutivo Federal, alargaba el periodo presidencial a seis
años con la inmediata reelección.
En tanto, habia un absoluto abandono a las provincias por parte del
Gobierno central, un pertinaz sectarismo
político y abusos políticos acumulados
durante esa llamada Oligarquía Liberal. Fueron entre otros, los
elementos desencadenantes de la Revolución del 5 de Marzo conducida desde Valencia por el general
Julián Castro que dio al traste con
la dictadura de Monagas, y puso fin a un
periodo tenebrosos que se conoció como “El Monagato”-1847-1857-,
Mientras el corrupto, terrofago y criminal general Jose Tadeo Monagas dimite
ante el Congreso y se refugia en la Legación de Francia. Hasta estos
acontecimientos de 1858 y desde 1830 el país se habia alineado en dos grandes
bandos políticos irreconciliables, los que se hacían llamar bolivarianos
liberales conducido por Monagas y el bando dirigido por el general Paez
llamados “godos” o conservadores.
Durante esta dictadura del “monagato”, es necesario evocar un
hecho criminal uno de los tantos
que se cometen a la sombra del poder en Venezuela, como fue el ocurrido el 23
de enero de 1848, cuando una turba incitada por el dictador Monagas en su
primera presidencia a dos años de haberla asumida, quien habia sido electo
presidente con la dos cámaras del
Congreso en su contra, que habia resuelto enjuiciarlo, asalta la sede del Congreso con unas turbas incitadas por Monagas y son
asesinados cuatro diputados entre
ellos a Santos Michelena., mientras
sesionaban e interpelaban al ministro del Interior. Congreso que es dominado
por una mayoría liberal o goda. A raíz de ese acontecimiento se suspenden las
sesiones y Fermín Toro el presidente del cuerpo y ante la imposición de Monagas
de obligarlos a sesionar para darle legalidad a su presidencia, pronuncia la
famosa frase: “Decidle a Monagas que mi cadáver podrán llevarlo, pero
que Fermín Toro no se prostituye”. J.T
Monagas era oriundo del hoy estado que
lleva su nombre, de donde es originario
también Diosdado Cabello actual
presidente de la Asamblea Nacional Saliente.
Este personaje de marras, salvando las diferencias, en similar actitud, maniobra peligrosamente a sabiendas de lo que se le viene encima y ha convocado públicamente a los paramilitares gubernamentales armados para impedir que el próximo 5 de enero fecha de instalación del nuevo parlamento impidan la juramentación de la diputación. Y lo más peligroso, lo hace en un país en medio de un caos explosivo político-militar, en donde el Presidente de la república tiene 70 % de país en contra. Lo demás lo hace la historia y es cuestión de tiempo.
Jose Eduardo Guzman Perez
guarauno2000@gmail.com
@guzmanperez1
Alea jacta est
La suerte esta hechada
Anzoatergui - Venezuela
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