Ante el nombramiento de un nuevo
ministro de sanidad, perdón nuevo ministro del MPP para la Salud, quisiera
hacer varias reflexiones. En primer lugar quiero aclarar que no tengo nada en
contra del actual ministro ni de ningún otro designado. Lo que sí me parece es
que la política de salud de este gobierno se encuentra a la deriva desde hace
muchos años, y pretender mejorar la salud cambiando un ministro pero dejando el
mismo aparato burocrático e ineficaz es una quimera.
La salud en Venezuela se
encuentra enferma, muy enferma y es por falta de una gerencia acorde a las
circunstancias en las cuales vivimos. Quiero recordar que el ministerio de
sanidad creado en 1936 bajo el mando del General Eleazar López Contreras, tuvo
como primer ministro al Dr. Enrique Tejera Guevara, un gran medico venezolano que
supo afrontar su momento histórico.
Por ese ministerio pasaron
hombres de la talla de Arnoldo Gabaldón, el paladín de la lucha contra la
malaria, Francisco Montbrun gran cirujano y profesor universitario, Santos
Aníbal Dominici y Blas Bruni Celli entre
otros. Pero algo tenían claro estos ministros y es que la salud no es un simple
juego político porque cuesta vidas. En 17 años de gobierno bolivariano han
desfilado 14 ministros por esta cartera, esto nos habla de una clara falta de
proyectos y una gran improvisación en lo referente a materia de salud. Entre
los ministros de este gobierno contamos con tres militares efectivos del
ejército que estuvieron en dicho cargo desde el 2007 hasta el 2010.
Está claro que nuestro ministerio
no tiene un rumbo fijo y al parecer solo da golpes al azar. En lo que respecta a la epidemiologia, hemos
sido testigos durante estos años de revolución de las epidemias que creímos
desaparecidas como el paludismo, el dengue y la disentería. También las nuevas
epidemias como el Chicunguya y el Zika que han azotado a nuestro país y el
ministerio sigue sin publicar el boletín epidemiológico. Pareciera ser que si
se oculta la verdad entonces no habrá epidemia.
Al principio de este gobierno se
comenzaron programas como el de barrio adentro en donde vinieron “Médicos
Cubanos” a enseñarnos sobre medicina rural cuando Venezuela fue el modelo a
seguir en salud a nivel latinoamericano. Hoy en día estos médicos ya no están,
una gran parte volvió a su país me refiero a aquellos que no pudieron desertar
y escaparse para Miami. Los módulos de Barrio Adentro se encuentran en su
mayoría abandonados y los pacientes de los barrios nuevamente sin médicos que
los asistan.
Asimismo se creó un programa de
medicina paralela llamado Médicos Integrales Comunitarios, definitivamente la
política y las ciencias no se las llevan bien. Miles de jóvenes venezolanos
creyendo en este programa optaron por él en un principio, estos muchachos
serían los que reemplazarían a los médicos cubanos de barrio adentro, sin
embargo no ocurrió así. Ahora quieren competir con los médicos formados en
universidades nacionales, pero su pensum de estudio carece de la calidad
científica que se requiere para un postgrado clínico en un hospital.
Por último y no menos importante
la gran diáspora medica que ha ocurrido desde casi el inicio de este gobierno
hace 17 años, miles de colegas han emigrado buscando mejoras salariales y
seguridad. El medico venezolano es muy bien apreciado en el exterior, lástima
que nuestro gobierno no piense lo mismo. La mayor ilusión de un estudiante de
medicina al graduarse es salir del país.
Pues bien después del análisis de
todo este panorama no me queda más que desearle mucha suerte a la nueva
ministra de salud. Y si desea un consejo, es que trate de hacer lo mismo que un
ministro llamado Pedro Gutiérrez Alfaro, que a pesar de ser el ministro de
salud durante el gobierno de Pérez Jiménez, se rodeó de los mejores y más
capacitados profesionales en el ministerio de sanidad. Ministra si realmente
quiere sacar al país de esta crisis de salud, busque a los más óptimos y
facultados profesionales del país, que lamentablemente no se encuentran dentro
de las filas del gobierno, porque de estarlo ya hace rato hubiésemos superado
esta crisis.
Ante la falta de una buena
política de salud, falta de medicina, falta de seguridad y crisis hospitalaria.
Al venezolano solo le queda encomendarse a Dios para que lo proteja, porque el
gobierno no lo ha sabido hacer.
Daniel José Sanchez Silva
danielsanchez24@Yahoo.com
@SanchezDany24
Jefe del Servicio de
Anestesiología
Hospital Vargas - Caracas
Caracas – Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario