Frase de la sabiduría Judía: "Quien se rinde ante un problema, no demuestra fuerza ni carácter" Prov. 24:10
Alberto Nisman |
Como todos saben,
hasta mi asesinato me desempeñé como fiscal Federal. Mi función era representar
a la ciudadanía en investigaciones criminales, guiar la investigación a partir
de la formulación de hipótesis respecto a los potenciales móviles y actores de
un hecho, reconstruir la escena del crimen, solicitar medidas de peritaje para
obtener pruebas, cotejar las mismas, interrogar exhaustivamente a testigos e
implicados, acusar o desestimar responsabilidades con el fin de llegar a la
necesaria verdad de lo acontecido y una reparatoria Justicia.
La premisa primera
con la que encaré siempre mi trabajo fue "el sentido común". Aquel
que tantas veces pretende ser violentado para desviar la realidad de los
acontecimientos.
En el año 2004, 10
años después del atentado terrorista contra la Amia, fui nombrado por el
entonces presidente Néstor Kirchner como fiscal especial para investigar a
fondo el atentado. Se me hizo responsable de una unidad especial que contó con
todos los recursos y apoyatura del Estado. En realidad, debo reconocer que mi
vínculo con el fallecido presidente era muy bueno y que el mismo acompañaba mi
accionar e incluso a las conclusiones que arribaba la investigación. Lo
corroboran sus contundentes manifestaciones en Naciones Unidas reclamando que
los iraníes sindicados como responsables e incluso perseguidos por Interpol,
(que consideró válida y suficiente la prueba presentada), comparecieran ante
los estrados judiciales del país.
Ahora, permítanme a
un año de mi asesinato, formularles a uds., mis queridos conciudadanos, algunas
preguntas del "sentido común" como si fueran fiscales y debiesen
investigar mi muerte:
1. ¿Cual les parece
es el móvil de mi muerte?
2. ¿No les parece
sospechoso que teniendo una fatwa (sentencia de muerte) por parte de Irán y
habiendo horas antes de mi muerte formulado la denuncia institucional más grave
desde el regreso de la democracia, que implicaba a las más altas autoridades
nacionales y otros oscuros personajes me haya abandonado mi custodia y dejado
el campo liberado para que me mataran?
3. Que recién ahora a
un año se vaya a interrogar a los custodios y confrontar con las
contradicciones en sus declaraciones, y que ninguno haya sido acusado como
cómplice de mi asesinato ni tenido que dar explicaciones frente a un juez en
tribunales.
4 Que no se haya
investigado a los que intentaron imponer, por algún motivo que ellos sin duda
conocerán, una absurda hipótesis de suicidio. La última y más distante
enloquecida de las posibilidades. Miren que los que me conocieron y los peritos
saben que mi perfil no era justamente el del suicida. Amaba la vida, a mis dos
hijas y al trabajo por el cual pagué con mi vida. ¿Saben? Un suicida
generalmente está deprimido y deja una carta a sus seres queridos, no trabaja
hasta último momento en una presentación que debe realizar unas horas después
en el congreso. No va a un programa periodístico unos días antes para, con
total claridad, calma y contundencia anticipar su gravísima denuncia Judicial.
No coordina ni dialoga a través de whatsApp la logística para su arribo al
recinto parlamentario para el día siguiente.
5. Bien, vamos a un
aspecto más sensible. Uds. saben que por mi condición de Fiscal a cargo de esta
causa de terrorismo internacional tenía necesarios vínculos con los organismos
de inteligencia y seguridad local e incluso extranjeros. Que estaba autorizado
a la portación de armas y de haber sentido temor podría haber pedido todas las
que me hubieran parecido necesarias y las medidas más extremas de seguridad. Yo
he conocido mundo, he visto la protección a embajadores, Ministros,
Presidentes. ¿Les parece que tenía que llamar a un asistente y hacer toda una
maniobra extraña para que me trajera un arma casi de juguete para con ella
sentirme protegido?
6. Uds. saben que fui
famoso por la causa que investigaba y mucho más tras mi denuncia por
encubrimiento y posterior asesinato. Vieron que el secretario de Seguridad
Sergio Berni, "por casualidad", andaba por el barrio cuando me
asesinaron, llegó a mi departamento antes que nadie y prolijamente esperó que
llegara un cerrajero (nada de romper puertas que es de mal gusto), que trajeran
a mi pobre madre a la que le dio el pésame, aunque todavía y siendo médico no
había ingresado al baño, accedido a mi cuerpo ni constatado mi deceso. Eso sí,
dialogaba amenamente con mi colega la fiscal Fein. ¡Pobre mujer! Uds. recuerdan
que apareció un video de cómo realizaron el peritaje y vieron lo que pasó en mi
departamento luego de mi asesinato. Qué bochorno, ¿no? Por lo menos hubieran
sido más cuidadosos. Hasta para matar y ocultar un crimen se puede ser un poco
más profesional. Yo lo merecía. Nada de ataques cardíacos, envenenamiento o un
resbalón en la bañera. Un tiro en la cabeza para que todos supieran como se
paga la traición de ir por la verdad.
7. Ya que hablamos de
detalles, vieron que "desafortunadamente" no me pusieron pólvora en
la mano, que me pegué el tiro de una manera circense aprovechando mi gran
plasticidad y que incluso muerto me moví en el baño dejando extraños rastros de
sangre que corroboran indefectiblemente que yo era un experto en suicidios
complejos.
8. Otro detalle que
seguramente siguieron es que luego de muerto y como yo era un obsesivo del
trabajo me dediqué a ingresar en mi computadora. Un suicida que se precie no
puede dejar de ingresar su pendrive o realizar accesos remotos a su
computadora. Que cosa, todos los peritos confirmaron esto, pero mi colega la
fiscal, que recién hace unos días fue apartada de la "investigación",
se recordó de pedir el modem del departamento a los seis meses de mi asesinato.
La verdad con todo respeto a mi colega me parece que como investigadora no
aprobó varias materias y desprestigió mucho a tantos profesionales que trabajan
probamente.
9.Ah, sagazmente se
preguntan por qué algunas cámaras del edificio no funcionaban o por qué la
entrada de mi departamento no tenía un custodio en la puerta, un detector como
en los aeropuertos o tanto más. No hagan preguntas sensatas porque encontrarán
la respuesta. De paso, ¿supieron algo de la mujer que apareció calcinada cerca
de casa un par de días después de mi asesinato? ¿Se habrá suicidado a lo bonzo
pero en absoluta soledad para que nadie la viera? Uds. saben con los suicidas
somos gente extraña.
10. No los quiero
aburrir con decenas de pruebas y hechos porque mi asesinato es tan claro que
hasta un perito de primer año lo determinaría de inmediato. Solo en el país del
camabalache una Presidenta denunciada en lugar de prestarse de inmediato ante
la justicia, al igual que todos los implicados, para demostrar su inocencia al
igual que los iraníes se ríen de los asesinados. En su lugar mejor una buena
puesta en escena por televisión en cadena Nacional donde desde su convaleciente
silla de ruedas aparece como la víctima y eje central de todas las
conspiraciones "golpistas", que en este caso sumaron a este perverso
suicida. Me contaron que unos días después la exitosa letrada planteó, ante la
contundencia de las evidencias, que me habían asesinado pero ya había logrado
su objetivo, instalar la operación confusión e impunidad.
11. ¿Qué piensan de
que hayan desestimado mi denuncia de manera llamativamente express? Que haya
sido justo oportunamente antes de la apertura de sesiones del congreso y no se
haya merituado las pruebas aportadas de una contundencia incontrastable.
¿Habrán conocido las escuchas y otros? Claro el juez que intervino, ni sus
familiares, como la gran mayoría de las personas no tienen vocación de suicidas
y recibieron sin duda el mensaje de mi asesinato con total claridad.
12. Un párrafo aparte
debo dedicar a todos aquellos con los cuales conviví en el poder por muchos
años, gente de amplia sonrisa, rápidos reflejo y hábiles declarantes que una
vez descubiertos en sus tropelías no tuvieron luego de mi asesinato la
delicadeza y astucia de darle el pésame formal a mi madre, hermana, hijas y
toda mi familia. En realidad, como vieron y escucharon, su única ocupación fue
cómo desviar el foco de atención de mi asesinato con operaciones para
ensuciarme y sabiendo que no podía defenderme. No hablo de duelo Nacional eso
es exagerado para un simple fiscal asesinado y solo estaba reservado para
presidentes bolivarianos que colaboraron con el armado del "Memorándum de
entendimiento" que me costó la vida.
Queridos
conciudadanos, hoy yo los interrogo a uds. ¿Cómo puede ser que algunos sigan
creyendo las infantiles y absurdas mentiras que les quisieron imponer sobre mi
asesinato?
Les cuento que los fiscales
sabemos que no existe el crimen perfecto, el mío dista mucho de haberlo sido y
tengo esperanza que con los nuevos vientos que corren será posible que, más
allá de todos los que operaron para la impunidad, se llegue a dilucidar quiénes
fueron los autores intelectuales y materiales de mi asesinato y que buscaron
acallar. Les aseguro que hay casos muchos más complejos que se han esclarecido.
Claro, hay que querer y tener el coraje de no doblegarse ante los mafiosos y
criminales. Así como yo lo hice con los iraníes y el terrorismo internacional.
Me despido de uds por
el momento como cerramos los escritos los hombres de derecho.
Será Justicia.
Enviado por
Ricardo.Jorge.Peisajovich
ricardo.jorge.peisajovich@fibertel.com.ar
@JPeisajovich
http://www.radiojai.com.ar/online/notiDetalle.asp?id_Noticia=78903
La columna del
director
Radio Jai
@fmjai
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