Cómo cambian las cosas de rápido. Me equivoqué, y
me alegra haberme equivocado, cuando la semana pasada dije que no habría entendimiento
entre los poderes públicos. Varios episodios encresparon la opinión pública, la
sacada de la foto de Chávez del Palacio Legislativo en forma abrupta y grosera,
la juramentación de los Diputados de Amazonas, cuya proclamación fue suspendida por una medida cautelar del
Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Electoral, Tribunal que a su vez fue
nombrado entre gallos y medianoche, por los extintos Diputados con lo cual se
mandaron hacer un Tribunal rojo-rojito. Pero llueve y escampa. Sobrevino la explicación
razonada e histórica de que ningún Presidente ha tenido su foto en el Palacio
Legislativo, ya que es un poder autónomo, luego la desincorporación de los
Diputados y por último la presentación de la Memoria y cuento del Presidente
Maduro ante una Asamblea adversa, políticamente hablando. Oportunidad en la
cual pudimos los venezolanos deleitarnos con una discusión de altura donde
quedaron dos modelos de país perfectamente definidos, pero también se dejaron
ver puntos de encuentros, véanos.
Insiste el ejecutivo nacional que el modelo
socialista de estatización de la economía, controles de precio, de productos,
de permisos, de dólares… de todo; que pretende, según entiendo, colocar la
producción en manos, de lo que ellos llaman, el Estado Comunal, para a través de las comunas distribuir la
riqueza, acción que comenzaron con las expropiaciones, inversión en empresas
comunales y con los trabajadores; pero que ha dejado sin producción a la
economía nacional, que se sostuvo, como
bien lo dijo Ramos Allup, por el precio del petróleo, pero ahora es
insostenible e inviable, porque se trata de la economía de un país, que no
puede estar en manos del sector comunitario ni laboral totalmente. Esta forma
de gestionar la economía ha generado esta grave crisis de desabastecimiento
que cada día se agudizará más, mientras
se persista en ella.
Mientras que los sectores opositores representados
en la Mud han planteado el fortalecimiento de la empresa privada y la
reactivación de los sectores productivos, minimizar los controles y que la
producción esté en manos de quienes se han dedicado a eso, los empresarios. El
gobierno los acusa de neoliberal y derecha apátrida que dejaría de lado a los
más pobres para favorecer a los más ricos. Sin embargo, en la respuesta del Presidente
de la Asamblea dejó muy claro su posición política de izquierda y que está muy
lejos de ser neoliberal y eso no sólo son palabras, sino un desarrollo en sus
reflexiones sobre el liberalismo. Pero el gobierno necesita profundizar el
antagonismo: socialismo, perfecto y bueno vs. El neoliberalismo, imperfecto y
malo. Ni uno ni otro. Hay que desmontar los mitos ni el socialismo es perfecto
y bueno ni el liberalismo es malo totalmente, ambas corrientes de pensamiento
se necesitan para salir el país adelante. Tanto apoyo a los sectores comunales
y laborales organizados y capacitados, para la producción como al empresariado
nacional, que invierte y cuenta con la infraestructura para ello. Existen
puntos de encuentro para quienes quieren ver el bosque y no quedarse pegados en
las ramas, entrando en la realpolitik
aplicada ancestralmente por los chinos mediante la cual se pueden
conseguir victorias progresivas y relativas frente la confrontación donde unos
ganan todo y otros pierden todo. Ojalá
prevalezca el sentido común y se puedan conseguir puntos de equilibrio, para el bien de todos.
Carlota Salazar
Calderón
Carlotasc@gmail.com
@carlotasalazar
Anzoategui -
Venezuela
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