Decía David Hume: “La historia es un aprendizaje”, y yo
tengo la impresión de que esa sabia observación está siendo ignorada en nuestro
llamado mundo Occidental y Cristiano. Consecuentemente la izquierda, ignorante
de Aristóteles y siguiendo los pasos de Platón se ha apoderado de la ética, en
nombre de la ficción de la igualdad y consecuentemente del poder político. Por
ello al respecto Rush Limbaugh en su “Yo Te Lo Dije” escribió que la izquierda
ha hecho limpieza política. Pero como bien escribiera Karl Popper hace más de
sesenta años en su “Conjeturas y Refutaciones”: “Así yo no digo con Leibniz,
que nuestro mundo es el mejor de todos los mundos posibles. Tampoco digo que
nuestro mundo social es el mejor de todos los mundos sociales.
Mi tesis es meramente que nuestro mundo social es el mejor que haya sido nunca, el mejor, al menos, de los cuales tenemos algún conocimiento histórico”.
Como prueba de la sabiduría de las anteriores
palabras, William Bernstein escribió “The Birth Of Plenty” (El Nacimiento de la
Abundancia) donde muestra que el mundo hasta el 1500 vivía como vivía
Jesucristo. Que fue solo a partir de 1500 que el mundo comenzó a crecer
lentamente y a partir de 1800 dio un salto cósmico en la historia del que somos
beneficiarios e inconscientes. O sea que en su obra corrobora el pensamiento de
Popper. Entonces la pregunta del millón es ¿cuál fue la causa determinante de
ese proceso histórico a partir del 1800 y que hoy disfrutamos y a veces ni
siquiera valoramos? La respuesta de Bernstein a esa pregunta es que las
condiciones para el crecimiento económico fueron y siguen siendo: “Los acuerdos
de propiedad, libertad, The Rule of Law, la tolerancia intelectual impuesta en
el racionalismo científico y mercado de capitales”.
No voy a
discutir las anteriores proposiciones, pero voy a insistir en que el sistema
que permitió el progreso en el mundo, no fue económico, sino ético, político y
jurídico y la economía fue la consecuencia. Por tanto él entraña un concepto
filosófico político del cual surgió el Rule of Law, que no es un aporte más,
sino el concepto jurídico que determina la existencia de los otros factores. Y
en el mismo está incluido el derecho del hombre a la búsqueda de su propia
felicidad, que como bien señalara John Locke, es el principio fundamental de la
libertad. El mismo implica el reconocimiento de que los intereses privados no
son contrarios al interés general.
Y partiendo de este principio voy a intentar
definir y explicar las diferencias fundamentales entre la filosofía política
angloamericana, de la cual surgió la libertad y la franco-germánica que creara
el totalitarismo como la racionalización del despotismo. Fue Balint Vazsonyi
quien escribió que las anteriores filosofías políticas son tan diferentes como
el día y la noche. Pero esa realidad se desconoce en el mundo y así se ha
creado la falacia de la civilización Occidental, olvidando que si hubiese sido
por los europeos seríamos nazis o comunistas. Al respecto no puedo olvidar las
palabras de Jean François Revel, que en su “La Obsesión Antiamericana escribió:
“Son los europeos, que yo sepa quienes hicieron del siglo XX el más negro de la
historia…en las esferas políticas y moral, se entiende. Ellos fueron los que
provocaron los dos cataclismos de una amplitud sin precedentes que fueron las
dos guerras mundiales; ellos fueron los que inventaron y realizaron los dos
regímenes más criminales jamás infligidos a la especie humana”.
Siguiendo
entonces con la confusión existente Peter Drucker tomó conciencia de la misma y
en sus “Escritos Fundamentales” escribió: “Tan difundida y tan falaz como la
creencia de que la Ilustración engendró la libertad del siglo XIX es la
creencia de que la Revolución Americana se basó en los mismos principios que la
Revolución Francesa y que fue efectivamente su predecesora”. Perdón por la
secuencia de las citas, pero la realidad mostrada en las mismas es la tesis
fundamental para comprender el mundo en que vivimos, y lamentablemente insisto
en que esa realidad se ignora.
La libertad en
el mundo comenzó en Inglaterra con la Revolución Gloriosa en 1688. A partir de
ese momento se comenzaron a aplicar las ideas del John Locke al respecto de la
libertad. Así se reconoció la necesidad de la limitación a las prerrogativas
del Rey, ante la conciencia de que los monarcas tambiéson hombres, reconocer
los derechos de propiedad y la libertad religiosa. Más trascendente diría fue
el reconocimiento del derecho a la búsqueda de la felicidad, al que nos hemos
referido ya. En esa tendencia siguió el pensamiento de David Hume que comienza
por reconocer la naturaleza humana como principio de la libertad y al respecto
dice: “Es imposible cambiar o corregir algo material en nuestra naturaleza, lo
más que podemos hacer es cambiar nuestras condiciones y situación”. Ese cambio
implica el sistema político que determina los comportamientos y asimismo
conoció el derecho de propiedad diciendo: “Nadie puede negar que la convención
por la distinción de la propiedad, y por la estabilidad de la posesión, es de
todas las circunstancias la más necesaria para el establecimiento de la
sociedad humana.
Consciente de
la importancia de la propiedad privada y de los intereses privados Adam Smith
reconoció lo que denominó la mano invisible y al respecto dijo: “Persiguiendo
su propio interés el frecuentemente promueve el de la sociedad más
efectivamente que cuando realmente pretende promoverlo. Yo nunca he sabido mucho
bien hecho por aquellos que afectan negociar por el bien público”. La situación
hoy de Europa es la prueba máxima del realismo de esta observación. Y en
situaciones similares se encuentran algunos países de América Latina como
Brasil y Venezuela. Ni que decir de Cuba. Y seguidamente expresó otro
pensamiento que es la garantía de la limitación del poder político y dijo:
“Cuando el poder Judicial está unido al poder Ejecutivo, es escasamente posible
que a justicia no sea frecuentemente sacrificada a lo que vulgarmente es
llamada política”. La separación de los poderes es la única garantía de limitar
el poder político, y no los votos en la democracia.
Los anteriores
principios fueron los que los Founding Fathers en Estados Unidos tomaron en
cuenta para establecer la Constitución de 1786 y el Bill of Rights de 1791,
donde se reconocen los derechos individuales a la vida, la libertad, la
propiedad y el derecho a la búsqueda de la felicidad. Igualmente consciente de
la naturaleza humana reconoció que el gobierno es una administración de homgres
sobre hombres y de ello se derica la necesidad de controlar el poder político.
Fue en función de esa trasformación política y jurídica que Estados Unidos
logró en cien años en convertirse en el país más importante del mundo. Y voy a
insistir en que no fue porque fueran anglosajones y protestantes. Antes de la
Constitución era un país tan pobre como el resto de América Latina. Pero fue a
partir de esos principios que el mundo se transformó y se produjo el
crecimiento al que se refiere William Bernstein.
Todos esos
principios estaban desconocidos o desvalorizados en la filosofía Franco
Germánica en la cual nos podemos referir desde Platón, Rousseau, Kant, Hegel y
Marx. Fue en función de esas ideas que surgió el nazismo el comunismo y el
fascismo como un derivado del socialismo. Y empezando Rousseau que generó el
poder absoluto “La Voluntad General” a partir de la Diosa Razón que consideró
que los gobernantes tenían que cambiar la naturaleza humana. Y en ese proyecto
llegó Robespierre como el inicio del totalitarismo en el mundo. Seguidamente
Kant consideró que la búsqueda de la felicidad era deshonesta porque se hacía
por interés y no por deber. Por tanto el comercio estaba igualmente
descalificado. Y en su Metafísica de la Moral escribió: “De aquí nace la
proposición de que el soberano solo tiene derechos en relación al individuo y
no deberes coercibles. Aun la constitución actual no puede tener ningún
artículo que pueda hacer posible par a cualquier poder dentro del estado
resistir o contener al supremo ejecutivo en casos en que el violase las leyes
constitucionales” Creo que en estas palabras está sellado el poder absoluto, o
sea el totalitarismo.
Siguiendo con
Kant en un aspecto relevante para Hegel en su “Idea Para Una Historia Universal
con un Sentido Cosmopolita” escribió: “El hombre desea la concordia pero la
naturaleza, que conoce mejor lo que es bueno para la especie, desea la
discordia”. Es decir tenemos la eticidad de la guerra y así Hegel siguiendo en
este aspecto los pasos de Kant dijo que la guerra era el momento ético de la
sociedad. Y por supuesto en la misma línea escribió: “El estado es la divina
idea tal como se manifiesta sobre la tierra”. Entonces tenemos el totalitarismo
como la racionalización del despotismo, y consecuentemente la llegada llegada de Hitler el nazismo y el racismo
alemán.
Y siguiendo a
Rousseau y Hegel llegó Marx en pleno siglo XIX para descalificar al sistema que
denominó capitalismo como la explotación del hombre por el Hombre. No obstante
ello en el Manifiesto Comunista dijo: “La burguesía durante su reino de
escasamente cien años ha creado más masivas y más colosales fuerzas productivas
que todas las precedentes generaciones juntas”. No obstante ese reconocimiento
asimismo consideró que la burguesía no sabía lo que había hecho y por tanto se
destruiría. Por supuesto su idea de defensa de los pobres lo llevó a proponer
la revolución proletaria para la eliminación de la propiedad privada mediante
la toma del poder del proletariado. Al respecto escribió: “La superación de la
propiedad privada significa por tanto la completa emancipación de todos los
sentidos humanos”. Consideraba pues que la riqueza no se alteraba sino que se
distribuiría equitativamente en un mundo anárquico.
Por supuesto
tuvo sus diferencias con Hegel y consideraba que la dialéctica hegeliana
conforme a la cual la lucha sería entre los estados el propuso que era entre
las clases sociales. Y en este supuesto mundo anárquico llegó la dictadura de
Stalin, y por supuesto ella continuó hasta su muerte y en Rusia como era de
esperarse no había libertad ni creación de riqueza. Por supuesto tampoco había
libertad religiosa, pues igualmente Marx había expuesto que la religión era el
opio de los pueblos. Diría que de allí se pasó al socialismo como el opio de
los pueblos. Por ello me atrevo decir
que Marx está presente vía Eduard Bernstein.
En 1899
Bernstein en una discusión con Lenin escribió su libro “Las Precondiciones del
Socialismo” donde propuso que al socialismo se podía llegar democráticamente.
Allí comenzó con un error mayúsculo al considerar que el socialismo era la
continuidad del liberalismo, cuando en la realidad son dos concepciones ética y
políticamente antagónicas. Sus ideas al respecto eran que había una garantía de
que las mayorías no harían ninguna ley que perjudicara por siempre la libertad.
Como bien dijera David Hume: “El problema no son las mayorías sino las
asambleas que pretenden representarlas”. La otra falacia en que incurre
Bernstein es que “Cuanto más tiempo los presupuestos democráticos persisten en
el estado moderno, mayor respeto y consideración por los derechos de las
minorías”.
Entonces
podemos ver como la Unión Europea a través de Marx y Bernstein y social
democracia mediante han caído en la presente. Bernstein ignora que cuando el
gasto público se acerca o supera el 50% del PBI de hecho se están violando los
derechos de propiedad y así mismo la libertad al ignorarse el principio
fundamental de la misma al que nos hemos referido que es el derecho a la
búsqueda de la felicidad. Voy a insistir en la correlación inversa entre el
nivel del gasto público y la tasa de crecimiento de la economía, y Europa es el
mejor ejemplo del realismo de ese principio. Así vemos el fracaso del llamado
Estado de Bienestar, en la crisis que hoy presenta la Unión Europea.
El problema de
hoy en el mundo no es internacional, la guerra en función de las armas
nucleares ha desaparecido del propósito de los estados. Los problemas son
internos en la lucha de la izquierda por la igualdad que se ha convertido el
principio ético para alcanzar el poder. Y otro factor en dirección similar es
la falacia de consideración de Estados Unidos imperialista, cuando fue el país
al que le debemos la desaparición del imperialismo en el mundo. Pero el
antiyankismo es la otra excusa conjuntamente con el bien común para lograr
alcanzar el poder político en nombre de los pobres y hacerse rico. Por tanto
para terminar, el problema fundamenta presente es que se reconozca políticamente
el sistema que creo la libertad y la riqueza en el mundo y que está amenazado
por el socialismo que es la denominación que le diera el Iluminismo a la
demagogia. Vuelve Aristóteles.
Armando Ribas
aribas@fibertel.com.ar
@aribas3
Argentina
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