domingo, 27 de marzo de 2016

JEAN PASQUALI, AYÚDENME A CUMPLIR CON MIS DEBERES

Yo tomo mis deberes en serio.

Cómo respuesta a la situación problemática que sufre el país, le dediqué un par de años a ordenar las ideas que pudieran ayudar a evitar o reparar ese tipo de situaciones. Me llevó mucho tiempo porque esa área del conocimiento estaba muy alejada de mi formación. El resultado es la publicación de un libro intitulado El Ciudadano Toma Su Lugar: El Gobierno Mejora y la Sociedad Florece.

Del estudio realizado he llegado a la conclusión que la situación requiere de un mayor aporte de todos los que nos vemos afectados por ella. Es decir, el Pueblo. Estoy convencido que, una solución aceptable, que evite la repetición de las causas que permitieron llegar al presente estado de cosas, requiere cambios en el funcionamiento y las estructuras gubernamentales. Estos cambios son logrables con la evolución de algunos conceptos que están enraizados en buena parte de la población. No pareciera difícil catalizar esa evolución.

En la búsqueda de mis deberes formales como ciudadano me he leído, otra vez, en detalle, la Constitución vigente. Ha sido para asegurarme de contribuir con lo que me corresponda. Me di cuenta que la Constitución describe ampliamente los derechos que tienen los ciudadanos. Y eso es bueno tenerlo presente, incluyendo el hecho que los pactos firmados sobre Derechos Humanos tienen jerarquía constitucional y prevalecen en el orden interno. Sin embargo la Constitución no es tan amplia o precisa sobre los deberes de los ciudadanos.

Como recordatorio copio aquí los artículos 131 y 132, que tratan directamente sobre el punto:

Artículo 131. Toda persona tiene el deber de cumplir y acatar esta Constitución, las leyes y los demás actos que en ejercicio de sus funciones dicten los órganos del Poder Público.

Artículo 132. Toda persona tiene el deber de cumplir sus responsabilidades sociales y participar solidariamente en la vida política, civil y comunitaria del país, promoviendo y defendiendo los derechos humanos como fundamento de la convivencia democrática y de la paz social.

(Preferiría que el Art. 131 hubiese dicho “tiene el deber de cumplir, acatar y vigilar que se cumpla esta Constitución”, a fin de incorporar al Pueblo de forma explícita en la defensa de la Constitución en lugar de limitarlo a cumplir y acatar.)

Algunos deberes de los ciudadanos se encuentran un poco más escondidos e implícitos en los deberes de los miembros de las instituciones del poder público. Voy a tomar sólo un ejemplo. Está asociado a la Asamblea Nacional. Es el artículo 197 de la Constitución, que copio a continuación:

Artículo 197. Los diputados o diputadas a la Asamblea Nacional están obligados u obligadas a cumplir sus labores a dedicación exclusiva, en beneficio de los intereses del pueblo y a mantener una vinculación permanente con sus electores, y electoras atendiendo sus opiniones y sugerencias y manteniéndolos informados e informadas acerca de su gestión y la de la Asamblea. Deben dar cuenta anualmente de su gestión a los electores y electoras de la circunscripción por la cual fueron elegidos o elegidas y estarán sometidos o sometidas al referendo revocatorio del mandato en los términos previstos en esta Constitución y en la ley sobre la materia.

Se destaca aquí lo resaltado en rojo porque implica que los ciudadanos deben expresar opiniones y sugerencias a sus representantes, tanto en lo atinente a su circunscripción, cómo a su estado y a la nación.

Al entrar al portal de la Asamblea Nacional (AN), en la página de Diputados, aparecen sus nombres pero no aparecen los datos para hacerles llegar opiniones, reclamos o informaciones. Yo sugiero que, una dirección adonde enviarles una correspondencia, el correo electrónico y un número telefónico de cada diputado se hagan públicos en el portal; sin dejar por fuera a los representantes del Estado Amazonas que, con sus 177.617 km2 de superficie, implica que una quinta parte del territorio nacional, no está apropiadamente representada. De esta forma todos pueden cumplir con el deber constitucional mencionado y, al mismo tiempo, facilitarles a los ciudadanos el deber que a ellos corresponde.

Se entiende que, por la naturaleza de sus funciones, los miembros de la AN no dispongan de mucho tiempo para atender a los electores de su circunscripción; tanto a los que votaron por ellos cómo a los que no lo hicieron, porque son muchos miles. Sin embargo, cualquiera de ellos, o un número considerable de ellos, en conjunto, podrían darles, entre otros aportes, un apoyo invalorable en situaciones difíciles.

Debo destacar una hermosa experiencia en donde dos miembros de la AN solicitaron datos e informaron lo que su Comisión, en su momento, estaba ocupada en resolver. Por otro lado, he deseado dar mi opinión y aportar datos pertinentes a algunas declaraciones públicas que hicieran algunos diputados. Quizás hayan podido ser útiles. No lo he logrado. Inclusive, al entrar en la página del portal de la AN, en donde aparece el correo electrónico institucional, sale un aviso que reza: Su conexión no es privada; es decir, la seguridad de la información de su computadora podría estar comprometida.

Creo que, en la medida que un gobierno aumente el intercambio de ideas con el Pueblo, en esa misma medida, aumenta, su poder, su aceptación y su utilidad.

De haber dicho algo impropio, agradezco ser corregido.

Jean Pasquali
38jcaj@gmail.com
@38jcaj

Miranda - Venezuela 

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