domingo, 27 de marzo de 2016

ALEJANDRO MENDIBLE, OBAMA Y LA DOCTRINA MONROE

El presidente de los Estados Unidos en un histórico discurso formulado en el Teatro García Lorca, en la vieja  Habana, dio por terminado el  enfrentamiento de más de medio siglo entre  su poderoso país y Cuba, terminando con el último reducto de la Guerra Fría en el continente americano.  Las profundas  diferencias  existentes entre los  dos modelos  continúan pero  entran, ahora, en un cauce  de racionalidad  y de respeto mutuo, cambiando el enfrentamiento  por la emulación, que  eventualmente según la praxis de la dialéctica podría llegar a un grado de imbricación entre el capitalismo y el comunismo. 

Esta salida  histórica ubicada entre posiciones extremas  del desarrollo hemisférico tiene enorme influencia sobre todos los  países de  América Latina en concordancia a sus diferentes  moldes de Estados nacionales , cuestión que se redefine a nivel regional , como sucede en Sudamérica donde ya existe un ente coordinador “Unasur”, creado para  la organización inteligente de nuestro continente. Esto  puede convertir a  América del Sur en emulo del Norte, actuando como un polo civilizatorio  iberoamericano , articulado al rededor del Brasil y manteniendo  valores socioculturales diferente al anglo sajón dominado por EUA. De hecho la cristalización de esta nuevafrontera sur  de la historia universal  tornara a sus habitantes orgullosos de llamarse  sudamericanos  como portadores de  los valores del mestizaje y  de la paz.

Así como al revisar el pasa dode la humanidad  encontramos la presencia dominante   del Imperio Romano ejerciendo  efectos de dominación  sobre  diferentes pueblos.En el siglo XX  se platea  el poder mundial de los Estados Unidos y su enorme injerencia sobre los diferentes países de América Latina. En el periodo colonial, mientras Inglaterra controla  trece colonias de poblamiento en América del Norte y liberalismo económico;  el  colonialismo de los reinos católicos ibéricos (España y Portugal) mantiene  sus provincias como unidades de  explotación bajo un rígido sistema mercantilista. Al independizarse en  1776 los habitantes del norte decide nformar una  federación  que llamaron Estados Unidos de América; en América Latina, con excepción de Brasil,  la ruptura colonial lleva a la dispersión asumiendo nombres diferentes. De esta manera, con el tiempo los norteamericanos se  abrogan  el  calificativo de americanos en detrimento de los restantes habitantes del continente, convirtiendo la Doctrina Monroe  de “América para los americanos” en justificación de su expansionismo y  en  su  política exterior hasta su fenecimiento en la actualidad, cuando se fortalecen las ideas del panamericanismo de Simón Bolívar. 
El proceso de sudamericanización se inicia desde finales  siglo pasado cuando se produce la rebelión de la sociedad civil contra el autoritarismo militar, se conquistan los derechos humanos conculcados y se legitiman por medio  democráticos. En  el siglo XXI  finalmente, en el continente sus diferentes elites gubernamentales acuerdan dejar el aislamiento geográfico y buscar una identidad común  en el orden internacional.  El modelo a seguir se debate entre las opciones  existentes de las caras del Pacifico y del Atlántico con Mercosur, pero  aceptando ambos  una democracia  con contenido social. 
De allí la importancia simbólica de la visita de Obama a Argentina, donde  ante el recordatorio de los 40 años  de la cruenta dictadura militar señaló “nunca más”, reconociendo de manera tacita el ocaso de la Doctrina Moroe  por cuanto hoy “todos somos americanos”. 
Alejandro Mendible
Mendiblealejandro@gmail.com

Enviado a nuestros correos por
Jesús Enrique Matheus Linares
jmateusli@gmail.com
@UranioMomoy

Caracas - Venezuela

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