Todas las revoluciones que a partir de la francesa acontecen, tienen la
misma estrategia, los mismos ideales y fines. Lo único positivo de ese cambio
tiene sus raíces en las revoluciones de las clases medias e industriales y en
el desarrollo del capitalismo industrial y financiero.
Ya la sociedad feudal y monárquica no se correspondía con el surgimiento
de una opinión pública contemporánea, cada vez más identificada con los valores
de la sociedad industrial y urbana, en la que las clases medias, los
profesionales liberales y los estudiantes universitarios tenían un peso
decisivo.
En 1820, comienza en Europa una oleada revolucionaria que afectará a
España, Portugal, Italia. Serán el prólogo de las próximas manifestaciones
sociales del 1830 y el 1848.
La Revolución francesa de 1789, y su posterior expansión, habían
planteado el conflicto entre los que se
esforzaban por conservar las estructuras sociales y políticas de la nobleza y
las fuerzas revolucionarias de la burguesía (No del proletariado) que buscaba
un espacio de representación política,
acorde al nuevo peso económico que progresivamente iba conquistando. Ya
nada sería igual.
Es por ello que pensar que las revoluciones la hacen las clases
populares, una raza o un modelo ideológico de igualdad total, no es más que la
manipulación que Lenin inaugura a partir del 1905 en Rusia. Ella misma fue incentivada por la primitiva monarquía
zarista y la derrota de Rusia por el Japón en la guerra de ese mismo año. (No
lo hicieron por convencimiento doctrinario). La consolidación del comunismo
leninista aprovecha otro desastre de Rusia, esta vez por la guerra contra
Alemania en 1915.
Los inicios en China, la Taciturna Francia, la república española, luego
en Corea, Cuba, y más tarde en Vietnam, además de Indonesia, no son con base a
las doctrinas de Marx. Todos estos pueblos mezclan sus crisis económicas, el
nacionalismo, la independencia y la lucha colonial, justificándola con el
“leninismo”, que les permitió tener el asidero
político para sus fines. Esa es la verdad.
"Adhuc
Stantes"
Cesar Guillen
Citterio
cesarguillencittrerio@gmail.com
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