martes, 27 de octubre de 2015

CESAR GUILLEN CITTERIO, EL COMUNISMO, RAICES DE UN FRACASO. (7)

Todas las revoluciones que a partir de la francesa acontecen, tienen la misma estrategia, los mismos ideales y fines. Lo único positivo de ese cambio tiene sus raíces en las revoluciones de las clases medias e industriales y en el desarrollo del capitalismo industrial y financiero.

Ya la sociedad feudal y monárquica no se correspondía con el surgimiento de una opinión pública contemporánea, cada vez más identificada con los valores de la sociedad industrial y urbana, en la que las clases medias, los profesionales liberales y los estudiantes universitarios tenían un peso decisivo.
En 1820, comienza en Europa una oleada revolucionaria que afectará a España, Portugal, Italia. Serán el prólogo de las próximas manifestaciones sociales del 1830 y el 1848.
La Revolución francesa de 1789, y su posterior expansión, habían planteado el conflicto entre los que  se esforzaban por conservar las estructuras sociales y políticas de la nobleza y las fuerzas revolucionarias de la burguesía (No del proletariado) que buscaba un espacio de representación política,   acorde al nuevo peso económico que progresivamente iba conquistando. Ya nada sería igual.
Es por ello que pensar que las revoluciones la hacen las clases populares, una raza o un modelo ideológico de igualdad total, no es más que la manipulación que Lenin inaugura a partir del 1905 en Rusia. Ella misma fue  incentivada por la primitiva monarquía zarista y la derrota de Rusia por el Japón en la guerra de ese mismo año. (No lo hicieron por convencimiento doctrinario). La consolidación del comunismo leninista aprovecha otro desastre de Rusia, esta vez por la guerra contra Alemania en 1915.
Los inicios en China, la Taciturna Francia, la república española, luego en Corea, Cuba, y más tarde en Vietnam, además de Indonesia, no son con base a las doctrinas de Marx. Todos estos pueblos mezclan sus crisis económicas, el nacionalismo, la independencia y la lucha colonial, justificándola con el “leninismo”, que  les permitió tener el asidero político para sus fines. Esa es la verdad.

"Adhuc Stantes"

Cesar Guillen Citterio

cesarguillencittrerio@gmail.com

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