Los candidatos de
la oposición no son los que están ganando, es el gobierno el que está perdiendo
por su catastrófica gestión. En la calle preguntamos por el nombre de los
candidatos y pocos son los que conocen a los aspirantes.
Pues bien. Así las
cosas, les digo que hemos venido recorriendo el estado Carabobo, y sin recurrir
a un instrumento científico para evaluar la intención del voto, es casi un
clamor colectivo que lo harán en contra del gobierno. Repito: no es un voto
meditado a favor de tal o cual candidato, sino que la mayoría de las personas
con las que hemos hablado votarán para “castigar” a Maduro, que lo ven como el
responsable del actual descalabro económico.
La historia se
repite en cualquier rincón de Carabobo, y me imagino debe ser igual en toda
Venezuela. Pareciera escuchar a la gente gritar al unísono: ¡Maduro vete ya!
Piensan que el 6/D es la fecha para despedirlo, lo cual es preocupante. Pero,
más aún, hay candidatos cuyas campañas
se basan en dar esa premisa como cierta. Maduro no se irá el 6/D, aunque lo
quisiéramos.
Si la oposición
gana la mayoría de los escaños, como debería suceder de acuerdo a los sondeos
de opinión, la misión de la bancada opositora será titánica. Deberán
concentrarse en dos tareas. La primera; desmontar la tesis que vendieron
durante la campaña, explicando las atribuciones del parlamento, porque de no
hacerlo la mega crisis y la hambruna que se anuncia para el 2016 se la
achacarán a ellos. Volverá aquel discursito manipulador, dizque los proyectos
para superar el escollo lo está torpedeando la oposición desde la Asamblea
Nacional. Y la segunda, que considero la más importante: abrir verdaderos
canales de comunicación con el oficialismo. Esto es, hacer pactos y negociar
con los civiles y militares identificados con el régimen para preparar la
transición. Si no lo hacen vendrá el desmadre y se profundizará la anarquía.
Terror y trampa.-
Lo narrado en los
párrafos anteriores es el “deber ser” en un escenario decente. Pero, conociendo
de lo que es capaz esta gente, no es de extrañar que días previos al evento
electoral comience una campaña de desmovilización mediante saboteos a los
centros de votación. Atentados con estallidos de artefactos que de alguna
manera intimiden al elector para evitar que salga de su casa a sufragar. Lo que
se traducirá en beneficio para el régimen, pues los trasladados en carros
oficiales serán los únicos que tendrán garantizada su seguridad.
Bolas y rumores.-
Sin observación
internacional cualquier cosa puede ocurrir. Un megafraude es lo más probable.
Olvídense que el pueblo va a salir a defender a ningún candidato. El boletín de
doña Tiby será irreversible. Ya hemos comenzado a escuchar rumores de supuestos
alzamientos militares. Recuerden que estamos en manos del G-2 cubano, especialistas
en confundir al enemigo. Lo cierto del caso es que este noviembre promete ser
movido. Sea cual sea el resultado, el 6/D comenzará la transición, con o sin
diputados de la oposición.
Pablo Aure
pabloaure@gmail.com
@pabloaure
Excelente artículo. Mis felicitaciones Pablo.
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