“¿Seremos nosotros capaces de mantener en su verdadero equilibrio la difícil carga de una república? ¿Se puede concebir que un pueblo recientemente desencadenado se lance a la esfera de la libertad, sin que, como a Ícaro, se le deshagan las alas y recaiga en el abismo? Simón Bolívar
Indigna, por no decir una mala palabra, la actitud
revanchista, arrogante, malcriada, prepotente y mal encarada de Nicolás Maduro,
Diosdado Cabello y toda la tropa de sus conmilitones chavistas, que pese a
haber perdido por paliza las pasadas elecciones parlamentarias del 6 de
diciembre, que permitió a la oposición derrotar aplastantemente a la corriente
del oficialismo, se empeñan terca y abusivamente en crear un enfrentamiento
innecesario de poderes entre el Ejecutivo y el legislativo, ordenando a los
Ministros de la economía negarse a comparecer ante la Asamblea Nacional para
ser interpelados, de acuerdo a las normas contempladas en la propia
Constitución Nacional, calificada por el extinto Comandante galáctico y sus
corifeos, como la mejor del mundo, violando en consecuencia flagrantemente la ley,
y lo que es más grave, la propia Carta Magna.
No contentos con lo anteriormente señalado, se han
dado a la innoble y mal sana tarea de apropiarse de los bienes del estado, como
si se tratara de enseres de su propiedad. Ello ocurrió con los equipos técnicos,
útiles, antenas y mobiliario de la televisora de la Asamblea Nacional, por
orden, léase bien, por orden o instrucciones de quien hasta hace algunos años
atrás se ganó la vida como comerciante informal en el boulevard de Catia, y
desde que ganó el PSUV las elecciones que llevó al poder al hijo de Sabaneta,
se convirtió en flamante diputado. Si señores, se trata de Darío Vivas, quien
ahora también hizo lo mismo con todos los enseres y equipos de la Radio de la
Asamblea Nacional, lo cual sin duda alguna pone al descubierto sus mañas de
inescrupuloso comerciante, lo cual nos permite intuir que probablemente ignora
que está cometiendo un grave delito, penado por la Ley. Claro, probablemente
piensa para sus adentros que disfruta de inmunidad parlamentaria, y que por
ello está a salvo de las sanciones correspondientes. Pero, pronto veremos el
resultado de sus inescrupulosas acciones.
Es tal el oprobio que produce el comportamiento de
quienes hasta hace más de un mes se creían dueños del país, que diarios del extranjero
publican en sus primeras páginas todos los desafueros perpetrados por los
jerarcas y seguidores del oficialismo, noticias que en sus respectivos países
no suelen ser comunes. Heinz Dieterich, el padre del llamado “socialismo
bolivariano del siglo XXI”, en un artículo publicado en “Aporrea.com” en fecha
reciente advirtió que “no es la hora de la hybris, la transgresión arrogante de
los límites, ya que el pueblo venezolano necesita es la concordia oppositorum”.
El malandrismo de los chavistas aflora en todas sus
manifestaciones habidas y por haber, y no dudan un instante en acusar a sus
adversarios políticos de sus desafueros. No tienen escrúpulo alguno en endilgar
a la oposición todo cuanto les viene en gana, y convencidos de que seguirán
gobernando de por vida la nación, se desgañitan en improperios, insultos y
falsas denuncias. Engañan al soberano anunciando día a día nuevos paquetes de
obras, como si la nación siguiera percibiendo sus mejores ingresos por concepto
de la renta petrolera, hoy en total desgracia, por la caída de los precios en
el mercado internacional. Pese a haber perdido las elecciones parlamentarias,
siguen empeñados y así lo proclaman en sus declaraciones a los medios de
comunicación, que “la derrota a la oposición, es un paso firme de la revolución
socialista y bolivariana, para el pleno disfrute del pueblo de sus garantías y derechos
sociales”. ¡Qué tupé!
Veladamente Maduro quiso que su Decreto de
Emergencia fuese aprobado por la Asamblea Nacional, lo cual a nuestro juicio
abría la cortina para que entre la luz y le brinde más claridad al Decreto de
Excepción, el cual en su Artículo 1 reza: “La presente Ley tiene por objeto
regular los estados de excepción, en sus diferentes formas: estado de alarma,
estado de emergencia económica, estado de conmoción interior y estado de
conmoción exterior, de conformidad con lo establecido en el artículo 338 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; así como, el ejercicio
de los derechos que sean restringidos con la finalidad de restablecer la
normalidad en el menor tiempo posible”. Una luz enceguecedora que dejaría claro
y sin vista a muchos empresarios y comerciantes, a quienes se les podía
expropiar o intervenir sus empresas o comercios. ¿Tenía acaso razón de decretar
el estado de emergencia?
Evidentemente, estamos en presencia de un régimen
oprobioso y malamañoso al que no le importa hacer uso indiscriminado de los
bienes y recursos del estado: televisión, radioemisoras, vehículos y todo
cuanto se encuentre al alcance de sus manos. Sus mañas son de vieja data. No
hay sino que recordar el saqueo de la gobernación de Miranda, cuando Diosdado
Cabello perdió las elecciones para Gobernador, de lo cual quedaron evidencias
filmadas, y gráficas que fueron publicadas por los medios de comunicación, en
aquel entonces. Sus “diligentes” funcionarios y enchufados respiraban aliviados
porque sabían que no serían investigados por su propia gente, y de lo que
además del ilícito sabemos, es que a los revolucionarios hijos de….Chávez, no
les gusta rendir cuentas, porque se creen invencibles.
Tampoco tienen empacho en acusar a la oposición de
los crímenes de Danilo Anderson, Robert
Serra, Eliécer Otaiza y recientemente Ricardo Durán, crímenes que la propia policía
científica (CICPC) en declaraciones a la prensa acusó al hampa común. Incluso,
la propia Fiscalía en el caso de Durán mantiene la tesis del robo, pero Maduro,
Cabello y los “voces rojas” se empeñan
en acusar a supuestos sicarios pagados por la “burguesía capitalista,
enemigas del pueblo y del socialismo”,
convirtiéndolos de paso en “héroes” para rendirles honores póstumos
propios de Jefes de Estado, pues hasta fueron velados en la sede de la Asamblea
Nacional, a excepción del último de los nombrados, a quien califican como el
adalid de la libertad de expresión y voz de la revolución socialista, por haber
prestado sus servicios en el canal del estado VTV.
Y qué decir del enroque ministerial del gabinete
(no de cocina) de Maduro. Su roster esta vez tuvo nuevas caras, algunas de
ellas fuera de juego en el tercer partido, como ocurrió con Enma Ortega,
Ministra de Agricultura Urbana (¿) sustituida a los 15 días de haber sido
designada. No le dio tiempo de que rindieran sus frutos los porrones, envases de
plástico y demás artificios domésticos en el cultivo de hortalizas en los
balcones de apartamentos y casas de habitación, como había sugerido para
combatir la escasez de estos rubros en los hogares venezolanos. En tanto que la
nueva Ministra de Salud, Luisa Melo, para quien el déficit hospitalario, la
escasez de medicinas y las deficiencias en el sistema público de atención
sanitaria, no “es lo importante, sino lograr organizarnos para la defensa del
proceso revolucionario”
Y por último, el ex cuarta republicano Aristóbulo
Istúriz, Vicepresidente de la República, quien excusando la inasistencia de los
Ministros que fueron convocados por la Asamblea Nacional, para que rindieran
cuentas de sus despachos, manifestó que” Hay materias que no pueden ser discutidas
públicamente porque arriesgamos al país”. El vulgo pregunta con insistencia:
¿Acaso la rendición de cuentas, contemplada en la Constitución Nacional, pone
en riesgo a la nación? ¿O sea que en el pasado, adecos y copeyanos perpetraron
este acto en deterioro de la salud de la República?. No vale, eso es mentira
Aristóbulo, esa caña no se la puedes meter al soberano que está cansado de
tanta mentira y abuso. Lo que pasa es que tienen temor de que en la
interpelación les saquen los trapitos al sol y queden desnudos ante el pueblo.
Eso es todo… lo demás en pura muela, como dicen los chamos hoy en día.
De nada vale el torpe e ignorante llamado de
Cabello de instar al "pueblo rebelde" a no acatar las decisiones de
la AN, si ese mismo pueblo ungió con su aplastante voto a los nuevos
parlamentarios de la democracia opositora. ¿Cuál es su perversa intención?
¡ El que no la debe,
no la teme!
Carlos E. Aguilera A.
careduagui@yahoo.com
@_toquedediana
*Miembro fundador del
Colegio Nacional de Periodistas (CNP.122)
Aragua - Venezuela
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