Contrariamente a lo
que se le hace creer al pueblo mexicano, brasileño y venezolano, PEMEX,
PETROBRAS y PDVSA, no son del ciudadano ni del país, sino de los cogollos del
gobierno de turno. Bajo el patrocinio de
los políticos y su camarilla, se ha saqueado un recurso natural que por su
utilidad hubiese moldeado para bien el
destino de estos países petroleros.
Líderes populistas y
caudillejos convirtieron esa riqueza petrolera en fuente de enriquecimiento y
corrupción en desmedro de la mayoría de los ciudadanos laboriosos y honestos.
Contratistas y proveedores asociados con
funcionarios corruptos y líderes sindicales saquearon impunemente a estas
empresas hasta quebrarlas. La cifra desfalcada de las tres petroleras juntas,
es más que Impresionante.
El caso es patético por
la similitud que existe en las razones de la quiebra de estas empresas
latinoamericanas, que lejos de ser un ejemplo de la capacidad de nuestros
hombres y mujeres de estar a la altura de la globalización, demuestran
desgraciadamente nuestros mayores vicios y carencias. No son hechos aislados,
véase el reciente caso de la refinería de Cartagena REFICAR. Más de lo mismo.
Se utilizaron como
caja chica para favorecer contratos, prebendas, lavado de dinero, desfalco y
para financiar el proselitismo político interno y externo con la complicidad de
funcionarios públicos y privados. Toda
una red de corrupción en desmedro y perjuicio del único tesoro que tienen estos
países para salir de la miseria y la pobreza, simbolizadas por las favelas, la carestía y la violencia criminal.
El caso de PDVSA es
el más insólito, aun quebrada le sigue enviando 2 MM de Barriles a Cuba a
través de Curazao para su reventa y usufructo. Además de subsidiarles el
combustible a los países del Caribe quiénes se proclaman socialistas, pero no
abandonan el tutelaje colonial europeo. Mientras tanto, el bocazas del Ecuador
adula a escondidas a las petroleras americanas para que reinviertan en el país.
No hay que llamarse a
engaños maldiciendo a los países
imperialistas y a la derecha mundial. Esta es la realidad que nos hace aparecer
como lo que somos, así gritemos de indignación y levantemos la trillada bandera
del nacionalismo redentor, socialista o bolivariano. La pasividad de nuestros
pueblos indica su nivel de deterioro. Aquí el único “Excremento del Diablo”
somos nosotros, no hay otro.
Cesar Guillen Citterio
cesarguillencittrerio@gmail.com
"Adhuc
Stantes"
“Todavía en Pie”
Caracas- Venezuela
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