Permuto cátedra
universitaria por puesto de bachaquero.
La MUD, anunció las
vías que a transitar para lograr un cambio de la situación crítica que
atraviesa el país. Todas democráticas y ajustadas a lo que establece la
Constitución. Pero para salir de esta crisis se necesita de un cambio radical.
Y todas pasan, necesariamente, por la sustitución del actual primer mandatario.
El presidente Maduro, en estos 3 largos años de mandato, ha demostrado que no
puede con el país, que no tiene ni la capacidad, ni la preparación, ni la intención
de poder gobernar la nación. El país le quedó muy grande. Gobernar no es
conducir un bus. Él fue ungido, en herencia, por comandante felón cuando este
estaba en sus postrimería; le dejó un país en situación de grave crisis y en
vez de dedicarse a solventar esa situación lo que hizo fue profundizarla, al
punto que en estos momentos es de una gravedad tal que no hay otra salida que
buscar su salida a la brevedad posible. De no hacerlo entraríamos en fase
agónica. Y todos, todos los que habitamos esta patria, tenemos la obligación de
tratar de impedir que ello suceda.
Las propuestas
señaladas van desde la activación del Referendo Revocatorio del mandato del
presidente, como lo prevé el artículo 72 de la Constitución; la Enmienda
Constitucional, según lo establecido en los artículos 340 y 341; la Reforma
Constitucional, artículos 342 al 346; la convocatoria de una Asamblea Nacional
Constituyente, artículo 348; La investigación sobre la nacionalidad del
presidente, artículos 32 y 227 y el abandono del cargo, de acuerdo al artículo
233. Todos estos procedimientos democráticos y constitucionales tienen ventajas
y desventajas, unos más expeditos que otros. Y algunos de ellos estarían
sujetos a la opinión del TSJ o a la implementación del CNE, ambos organismos rojos
rojitos, y de antemano sabemos cuáles serían las decisiones que tomarían estos
magistrados y rectores.
Ante este panorama,
la solicitud de renuncia del primer mandatario, si bien es cierto que no
aparece taxativamente en ningún artículo de la Constitución, es una fórmula a
la cual tiene derecho el soberano. Todo pueblo que elige a un presidente, que
lo pone en un cargo, si se aparta de sus atribuciones y responsabilidades y
pone en peligro la república y sus habitantes, estos tienen el derecho de buscar
vías alternas, civilizadas y pacíficas pero concretas, para poder resolver una
situación que ese pueblo no generó y que algunos poderes constituidos le
impiden lograr una salida. Y este es el caso. El actual régimen castro
comunistas se ha apartado y violado los postulados señalados en los artículos
2, 3 y 5 de la Constitución y en consecuencia el pueblo tiene el derecho y
agregaríamos la obligación de activar la aplicación del artículo 350.
Para lograr lo
anterior se hace indispensable que el liderazgo democrático asuma
responsablemente su papel y conduzca inteligentemente al pueblo para lograr
estos objetivos. Que no permita que haya desviaciones de ningún tipo que
desemboquen en violencia. Deben estar alertas y vigilantes para impedir que los
colectivos, grupos armados y paramilitares del gobierno, se infiltren en los
actos de calle, en las manifestaciones, que necesariamente se deberán hacer en
todo el país. Ya basta de muertes de inocentes. Hay muchos ejemplos de pueblos
que con perseverancia y decisión firme lograron que sus presidentes se vieran
en la obligación de renunciar. Y así será.
Iván Olaizola
D’Alessandro
Iolaizola@hotmail.com
@iolaizola1
Miranda - Venezuela
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