viernes, 11 de marzo de 2016

JESÚS ALBERTO BARRIOS R., JUEGO “TRANCAO"

Un cambio de gobierno no solamente se justifica, sino que apremia considerando la situación de crisis muy grave. 

El gobierno está en quirófano para operación de emergencia. En esas condiciones no amerita diagnóstico, porque el análisis de la situación del paciente está plenamente determinado y la prescripción ordenada. 

En esas condiciones no se puede entrar en un debate de inventario, sino tomar decisiones. 

Empecinarse en seguir gobernando es exponer al pueblo a una situación social indeseable de consecuencias catastróficas. Centenares de miles de venezolanos haciendo cola para adquirir los pocos alimentos que se encuentran, lo mismo ocurre con los medicamentos donde hay que peregrinar de farmacia en farmacia a ver si se logra encontrar. Los jóvenes venezolanos sumidos en la desesperanza porque no ven futuro en su país. Empresas quebradas o yéndose, trabajadores que ven mancillado su poder adquisitivo, vecinos que se encierran temprano entre rejas de seguridad. 

17 años han pasado y, todo lo que comenzó con una esperanza hoy ha devenido en una catástrofe social y moral. La voz del pueblo habló el 6 de diciembre de 2015, el gobierno no entendió el mensaje. No asimila su derrota e ignora la jerarquía constitucional de la Asamblea Nacional contando con la complicidad de los demás órganos del poder público nacional. 

Se profundiza el proceso de desestabilización política y de catástrofe económica. Mientras esta procesión avanza indeteniblemente no se observan acciones dirigidas a refrenarlos, ni siquiera una mínima intención de corregir. 

Mucho menos acepta las propuestas señaladas por diferentes centros de coordinación y ejecución de políticas públicas, éstas caen al vacío, no les importa nada. 

Con Maduro el régimen se ha convertido en fuente de emociones negativas. Sigue empeñado en desmontar el sistema democrático; no cree en la independencia de poderes; no quiere el control de la administración pública. Altera el orden constitucional al desconocer elementos esenciales de la democracia, entre otros, la sujeción al Estado de Derecho y el régimen plural de Partidos. Insiste en profundizar los males y tranca el juego.

Jesús Alberto Barrios R.,
jesusalbertob@hotmail.com
@jesus_albertob
Carabobo - Venezuela

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