Quizás el título de esta reflexión les pueda
parecer exagerado, pero con sinceridad no lo es porque hemos llegado a un punto
en el que ya no tenemos derechos, especialmente el derecho a la vida al exponer
a toda la población en estado de alerta ante la violencia desatada en los
últimos meses y días.
Señores, ¿qué nos pasa? Acaso no somos capaces de
demostrar que podemos razonar para buscar soluciones en lugar de destruirnos.
El poder ha envilecido la postura de los
dirigentes cultivados en democracia y más aún a la clase gobernante que lleva
años amenazando, secuestrando, culpando a otros de sus irresponsabilidades.
Venezuela nunca estuvo hundida en tal magnitud de crisis, ya basta de continuar
con la orden de esclavitud impuesta desde Cuba, hemos perdido la identidad, no
tenemos patria, no somos nada.
A escasos días de finalizar la jornada electoral
para elegir una nueva Asamblea Nacional, también estamos ante el preludio de lo
que será la campaña presidencial, pero sino atajamos todo el desastre que se ha
desarrollado para llegar, al menos queremos cumplir con nuestro deber de votos
vivos el 6 de diciembre.
Es una falta de respeto, es una irresponsabilidad,
es una bofetada en el rostro de cada venezolano, mantener el país en semejante
crisis. No queremos muertos, cae muy mal la frase intencional “como sea” para
seguir gobernando sin consideraciones hacia un pueblo que solo pide justicia,
equilibrio, respeto a la condición humana, y específicamente reclama su
soberanía.
No se debe entender ni aceptar que las urnas
electorales se conviertan en urnas de sangre. Por cada venezolano caído la
maldición recaerá en sus propios gobernantes.
Han incluido en el juego político, la alimentación,
la salud, el bienestar, la educación y la seguridad ciudadana, como si se
tratara de piezas de ajedrez. “Tan solo por la educación puede el hombre llegar
a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él”, frase de
Immanuel Kant. Por qué se han empecinado
en maltratar al pueblo que es a la larga la gigantesca víctima de este
descalabro socioeconómico. A quiénes les quieren hacer más daño con sus
objetivos esquizofrénicos.
Por un momento, en la vida de cada político,
deténganse a reflexionar sobre el crimen de “lesa humanidad” que están
cometiendo contra un pueblo que solo desea trabajar y alcanzar una mejor
calidad de vida ¿Es acaso una pretensión o un disparate?
Mi vecina llora y yo con ella por su impotencia de
encontrar medicinas y alimentos, mi familia llora al igual que mis amigos, toda
mi gente llora, la que conozco y a los que no. Todos son dignos de respeto,
consideración, de tenderles una mano para construir el país que estamos
soñando.
A ti, al que gobierna de frente, al que gobierna de espaldas, a todos los que
contribuyen al deterioro del país, quedan pocos días para asumir con
responsabilidad el manejo correcto sobre el destino legislativo de nuestro país.
En las manos de ustedes se puede enderezar el odio impuesto. No permitan un
baño de sangre, como tampoco obstaculicen
el camino trazado con más engaños.
Si Venezuela les duele, déjenla crecer. Si crees en
el mismo Dios que a mí me sustenta, permite que haga algo por sus
equivocaciones. No sean los causantes de una nueva caída. Hagan fluir la
libertad y escuchen el grito de cambio que Venezuela está reclamando. Los
hombres sabios discuten los problemas, los necios los deciden (Anacarsis)
Susana Morffe
susana.morffe@gmail.com
@susanamorffe
Nueva Esparta -
Venezuela
www.susanamorffe.blogspot.com
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