La oposición venezolana da por hecho que ganará y que no será respetado
el resultado; y el gobierno asegura que si no gana los comicios, se toma la
calle con las fuerzas armadas de su lado.
El miércoles 18 de noviembre fue el segundo día consecutivo en que el presidente
de Venezuela, Nicolás Maduro, avanzó en sus intimidaciones sobre desconocer el
veredicto de las urnas en su país. “Póngase a rezar para que la revolución
triunfe...porque si no,… nos vamos pa´ la calle”, amenazó en una intervención
pública destinada a amedrantar a los sectores más impresionables del electorado
venezolano.
La oposición da por hecho que ganará y que no será respetado el
resultado; y el gobierno asegura que si no gana los comicios, se toma la calle
con las fuerzas armadas de su lado.
La última encuesta dada a conocer por Datanálisis el mismo miércoles 18,
dice que el 70% de los 167 escaños a disputarse el 6D, quedarían en manos de la
oposición.
Datanalisis es una empresa que se caracteriza por haber acertado siempre
sus pronósticos en todos los comicios celebrados en Venezuela desde que Hugo
Chávez llegó al poder en 1999.
Según estos datos, el 63 % de los encuestados votaría por la oposición;
un 28 % lo haría por el oficialismo, o sea que dos de cada tres ciudadanos
estarían dando su voto a los candidatos opositores al denominado “Socialismo
del siglo XXI”.
Mientras que el 92 % de los entrevistados considera que la situación del
país es “mala” o “muy mala” y la popularidad de Maduro se mantiene entre un 20
y 25 %.
¿Veeduría o acompañante? La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur),
¿será veedora o acompañante de las elecciones? Según la oposición Unasur no
cuenta con los recursos humanos, técnicos ni de experticia necesarios y luego
de la entrevista mantenida con la misión del organismo cuyo secretario general
es el ex presidente colombiano Ernesto Samper, la delegación opositora se
mostró escéptica respecto al papel que Unasur pueda cumplir el 6D.
“Objetividad, imparcialidad y transparencia en las elecciones de
Venezuela”, escribió Samper en su cuenta de twitter, el mismo día en que Maduro
recrudecía en sus amenazas.
Maduro rechazó que la Organización de Estados Americanos (OEA), hiciera
la veeduría electoral pese a que esta organización validó las 19 elecciones
anteriores realizadas en Venezuela desde la llegada del chavismo al poder.
La oposición denuncia ventaja electoral del chavismo por el mal uso de
recursos estatales en favor del oficialismo, así como también la ventaja que
supone para el Gobierno controlar la mayoría absoluta de los medios de
comunicación volcados en su apoyo.
Un rumor, de los tantos que inundan el país latinoamericano, es que el
gobierno de Maduro trabajaría con el servicio de inteligencia cubano en un
software que podría identificar cada voto emitido. Siete de cada 10 venezolanos
afirman que el voto es secreto, según voceros opositores.
También la oposición ha denunciado el clima de violencia propiciado
desde el Gobierno que enrarece la campaña electoral desarrollada en las calles
y genera episodios hostiles como la agresión sufrida por Lilian Tintori, esposa
del dirigente político opositor Leopoldo López encarcelado desde febrero de
2014 y sentenciado sin pruebas a casi 14 años de prisión. Tintori denunció vía
twitter que durante un recorrido por el estado Cojedes grupos identificados con
el oficialismo intentaron agredirla bloqueándole el paso y amenazando con
martillos a miembros de su equipo.
“Maduro propone el caos como alternativa y la violencia subsiguiente”,
alertó a la emisora colombiana Blue Radio, la dirigenta opositora María Corina
Machado, luego de conocerse las amenazas presidenciales.
Machado, quien en marzo de 2014 fuera desinvestida por el Poder
Ejecutivo de su representatividad legislativa, se vio impedida de inscribirse
para estas elecciones pese a haber sido electa diputada en 2010 con 235.259
votos.
Ante la pregunta de si las fuerzas armadas tendrían un comportamiento
apegado a la Constitución y respetarían la voluntad ciudadana, Machado
respondió que confiaba en que sí, aunque advirtió que “la revolución
bolivariana creó una inconstitucional milicia paralela, politizando a sus
efectivos”; lo que la llevó admitir “la posibilidad de escenarios de tensión,
pero convoco a evitar esa locura que –dijo-.seria el escenario más terrible
para Venezuela”.
Machado descartó que exista riesgo de guerra civil: “No, los venezolanos
queremos paz y un cambio profundo”, aunque matizó sus afirmaciones al enfatizar
que “Venezuela vive una situación muy dura, de enorme complejidad, volátil y
peligrosa para los dirigentes opositores. La oposición –señaló - reclama amplia
presencia ciudadana el seis de diciembre. Los venezolanos deberán votar y
verificar que su voto cuente, valga y defenderlo con civilismo y firmeza”.
Machado insistió en la “responsabilidad moral de la región” que, a su
juicio, ha sido omisa respecto a la falta de democracia en Venezuela. “Se
subestimo la vocación autoritaria del régimen. Se subestimó la violación de los
derechos humanos”, agregó y sostuvo que la comunidad internacional en su
conjunto, con su presencia, sería decisiva para controlar la censura y
autocensura existentes en Venezuela. “Los medios internacionales son la única
voz que tenemos”,
finalizó Corina Machado.
Hugo Machín Fajardo
hugomachinfajardo@gmail.com
@hmachin
Uruguay
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