En la Venezuela
desgobernada por ese aborto llamado revolución que en mala hora bautizaron como
bolivariana, después de haber sido un país con una de las economías mas
prosperas de la región y con una democracia que durante 40 años sirvió de
ejemplo y ayuda para otras naciones, hoy está azotada por todas las plagas del
mundo. La inseguridad mas alta del mundo,
la inflación mas alta del mundo, la corrupción mas alta del mundo, los ineficientes
mas grandes del mundo, la escasez y el desabastecimiento mas grande del
mudo. Somos primeros en lo malo de todo
el mondo
Ese venezolano que
sufre las miles de penurias para conseguir las cosas que cada dia se ponen mas
escasas y mas difíciles como alimentos, medicinas y repuestos para vehículos
automotores. Ese humilde mortal que no tiene acceso a los dólares que produce
la venta del petróleo que es propiedad de todos los venezolanos, que no tiene
avionetas para volar a las islas del caribe a comprar o viajar a Colombia
porque las cosas que no hay en Venezuela se consiguen en otros países pero hay
pagarlas en dólares porque el bolívar no sirve si quiera para Venezuela.
Hoy queremos narrar
lo que le ocurre a un venezolano cualquiera que no tenga el privilegio de estar
enchufado en el gobierno, sin ninguna posibilidad de viajar al exterior a
comprar las cosas que necesita. Un país donde las personas para comprar una
batería porque su auto particular no prende, tiene que hacer una cola desde
altas horas de la noche anterior,
expuesto al frio que le puede ocasionar una pulmonía o a un asesino que le
puede quitar hasta la vida, esperar hasta las ocho de la mañana del día
siguiente que la Duncan abra las puertas para repartir los números dependiendo
de la cantidad de baterías que tengan en existencia para vender ese dia.
Pero eso no es todo,
como para Nicolás Maduro la mayoría de los 30 millones de venezolanos, menos
los enchufaos, somos sospechosos de bachaqueros y contrabandistas, además de
ser obligados a colocar el pulgar derecho en una capta huellas por órdenes del
gobierno nacional, la persona para poder tener derecho a la compra debe llevar
el carro con la batería mala para que el vendedor pueda verificar el serial de
carrocería y su propiedad. Igualmente debe suministrar el número telefónico y
copia de la cedula de identidad. De vaina no piden certificado de vacuna contra
el polio o fiebre amarilla.
Esto es un insólito
dentro de lo insólito. Si la batería no sirve el vehículo no puede prender, y
por carambola no rueda por sí solo, lo cual ameritaría que el propietario
consiga una batería prestada para prenderlo y pedir a Dios que no se apague en
el trayecto, o simplemente contratar una grúa que de acuerdo a los precios del
mercado pudiera costar mas que el mismo precio de la batería, pero al mismo
tiempo prenderle una vela a la Virgen Del Valle para que lo proteja y le de
suerte para que cuando repartan los números en la Duncan logre ganarse la
lotería. De no ser así, tendría que buscar nuevamente la grúa para regresar el
vehículo a casa.
Antes que el golpista
mayor con su discurso de encantador sirenas y sus compinches de cuellos rojos
llegaran al poder, en Venezuela se fabricaban baterías Duncan, Titán, Suprema,
Fulgor, entre otras, y las vendían hasta en los negocios de repuestos
automotores mas pequeños y apartados del
país. En cualquier bomba de gasolina de las carreteras de Venezuela se compraba
no solo las baterías sino cualquier repuesto para vehículos. Había producción
nacional no solo para abastecer el mercado interno sino que también se
exportaba a otros países. Nuestra moneda era fuerte con mucho poder
adquisitivo.
En ese sentido y por
todos los males que vive Venezuela donde comprar una batería para vehículos es
una tragedia. Sin filosofar mucho ni mirar para ningún lado, tenemos la
obligación de cambiar esta vaina de gobierno que nos empobreció y devaluó
nuestra calidad de vida. El tiempo para este gobierno forajido se agotó, y hay
que tomar las decisiones para regresar la paz y el progreso para todos los
venezolanos. Es necesario la unión para enfrentar la crisis y empujar el país
hacia el progreso, es nuestro y hay que defenderlo.
Gerónimo Figueroa
Figuera
geron2ff@hotmail.com
@lodicetodo
CNP:569
Monagas – Venezuela
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